JUAN DAVID CASTAÑO
LA PATRIA | MANIZALES
Los dos años de gestión de Jairo Antonio Valencia López como alcalde de Villamaría marcan un contraste. Por un lado está el punto positivo de que entra en funcionamiento el anhelado cable aéreo y por el otro lado los días sin agua que tuvo el municipio en diciembre.
Este contraste evidencia el estado del municipio: por una parte construcciones de intersecciones y conjuntos residenciales, remodelación del parque y obras en las veredas, pero por el otro lado un mal servicio de acueducto que es vulnerable ante el invierno y que llevó a los ciudadanos a protestar y cerrar la vía el pasado 26 del mes pasado.
Valencia López llegó a la Alcaldía por el Partido de la U, de la línea de Mauricio Lizcano, con 10 mil 11 votos. Su principal propósito dentro del plan de gobierno era destrabar el proyecto del cable, cosa que logró pues desde su administración surgió la idea de hacer un plan B, comprar unos predios y que la estación en el municipio se hiciera en otra parte y no en la que fue pactada en principio.
Cabe recordar que la construcción de este cable tuvo inconvenientes de orden jurídico por una acción popular interpuesta en el 2011. En un primer fallo el juez pidió suspender la obra, reconstruir la edificación derribada e indemnizar a los dueños de los lotes afectados. Sin embargo, el Tribunal Administrativo aceptó la anulación del proceso y lo regresó al Juzgado segundo para incluir a Inficaldas, la Gobernación y la Alcaldía de Manizales como partes que no se habían tenido en cuenta.
Como una gran intersección calificó el presidente Juan Manuel Santos la obra que se hace en la entrada a Villamaría. El mandatario visitó el sitio y dijo: "Estamos haciéndole veeduría a una obra que va muy bien y de acuerdo a como se había estipulado. Esto va a desembotellar a Villamaría que es una población que ha crecido de 20 mil a 60 mil habitantes en las últimas dos décadas y obras de esta naturaleza".
La obra, según el alcalde, va en un 30 % de avance y se entregaría en agosto de este año. Tiene un costo de $20 mil millones e incluye la organización de orejas de entrada y salida, paso a desnivel, además de un puente de 140 metros paralelo al actual, antes de tomar el ingreso al municipio.
Además de este proyecto, en Villamaría se hace la recuperación de vías terciarías por un convenio por $2 mil millones en las veredas El Destierro, Miraflores y San Julián y se construirá un Centro Educativo Infantil en el barrio Popular,
gestión por mil 100 millones de pesos con Fonade. El municipio tendrá pronto cámaras de seguridad y se remodelará el parque, proyecto que vale $2 mil 300 millones.
Estas obras se las destaca el concejal Silvio Arboleda, del Partido Liberal, quien comenta que Valencia ha hecho lo que propuso en el plan de desarrollo y sigue haciendo las gestiones ante ministerios para lograr más proyectos.
Jairo Antonio Valencia recibió un municipio endeudado, con vigencias futuras empeñadas a 10 años y con el dinero de la sobretasa a la gasolina pignorado en un 100%. En el 2012 Villamaría recibió $750 millones por sobretasa y tuvo que pagar $980 millones de la primera parte de $4 mil 600 millones que están endeudados en esta vigencia. El resto lo pusieron en recursos propios y así les tocará por los siguientes años.
El otro problema de años para este municipio es Aquamaná. Con el invierno de comienzos de diciembre funcionó la primera bocatoma, pero por un deslizamiento se dañó. La segunda suplió, pero un nuevo deslizamiento dejó sin agua al municipio por seis días, sufriendo una grave crisis. Luego, en Navidad, los problemas volvieron y el servicio estuvo de manera intermitente.
Pero no es solo este daño. La comunidad se queja de que en días normales no hay el servicio y son recurrentes las veces que se va el agua. El alcalde responde que Villamaría necesita urgente un plan maestro de acueducto y alcantarillado y que con la pasada visita del presidente se entregó un proyecto a Presidencia por cerca de $18 mil millones para hacer esto, ya está radicado, pero Villamaría tiene que entrar a cofinaciar.
El concejal Jhon Jairo Nieto, del Partido de la U, dice que este proyecto cambiaría la historia del municipio, pero dice que por ahora lo ve duro pues aún hay deudas que se deben pagar y no hay buena entrada de recursos, con lo que sería duro cofinanciar.
La población a Villamaría podría llegar a 65 mil habitantes. Con la llegada del cable muchas personas han visto la cercanía y con las construcciones nuevas se ha aumentado la venta de vivienda. También se suma que hay empleo, con la puesta en marcha de supermercados de cadena. El pasado 14 de diciembre se realizó la primera jornada de Villamaría despierta en donde el comercio y el servicio de transporte público se beneficiaron.
La pasada administración cerró sus compromisos diciendo que haría inversión en infraestructura deportiva, pero esto no fue posible pues se estancó el proyecto de construcción de la cancha sintética, ahora se destrabó y se hace con plata de regalías y recursos propios. "La anterior administración dejó vencer los términos y no llegaron más recursos, esto llevo a una acción popular, se podría tener en abril", dice el alcalde.
También el déficit de vivienda se pretende bajar con la construcción de casas para 79 familias en el barrio Villa Esperanza, allí vivirán algunas de las que habitan en Las Granjas, damnificadas por incendios y deslizamientos.
La Florida también tiene problemas en el alcantarillado, en el suministro del agua, en la vía, de medio ambiente y el de seguridad. El sector pasó de tener unas 170 viviendas en el 2004 a tener 550 este año, con una proyección de mil 156 viviendas en el 2015, pero lo que no crece son los equipamentos y la infraestructura urbana.
El gerente de Aquamaná, Gerardo Ramírez, respondió que están haciendo un estudio para revisar las redes de acueducto del sector y que buscan hacer obras de conexión a la red principal de alcantarillado, pero esto sigue como proyecto y por ahora no hay soluciones, aunque el crecimiento del sector continúa.
Un sector de la comunidad de Villamaría no estuvo contento con la gestión del alcalde Jairo Antonio Valencia, por eso le adelantaron una revocatoria del mandato y se dieron a la tarea de recoger firmas. Dijeron que las razones para calificar mal a Valencia eran las alzas exageradas en el predial y por ordenar la plantación de matas ornamentales en los alrededores del Parque Bolívar.
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