Una Semana Santa, tres protagonistas

MARTHA LUCÍA GÓMEZ

LA PATRIA | MANIZALES

Tres monseñores son los cimientos de la Semana Santa en Caldas: Gonzalo Restrepo Restrepo, arzobispo de Manizales; Rigoberto Corredor Bermúdez, obispo de la diócesis de Pereira, y Óscar Aníbal Salazar Gómez, obispo de la diócesis de La Dorada-Guaduas.

Ellos trazan línea para que el clero, representado en sus sacerdotes, ponga a marchar a los fieles en cada jurisdicción eclesiástica de la Iglesia Católica, que en el departamento está dividida en tres por decisiones papales.

Los mensajes y las reflexiones que difundirán durante los próximos ocho días los compartieron con LA PATRIA.

Religiosidad en Manizales

Foto | Darío Cardona | LA PATRIA

Monseñor Gonzalo Restrepo Restrepo, arzobispo de Manizales.

- ¿Cuál es su mensaje para los fieles en esta Semana Santa?

El centro de mis reflexiones va a ser perdón, misericordia y paz. Si estamos celebrando el misterio central de nuestra fe, primero encontrémonos con Jesús. Las ceremonias son muy importantes, pero lo más importante es pedirle perdón al Señor, decirle: he pecado, quiero renovarme, y perdonar también a quienes me han ofendido o con quienes tengo dificultades.

- ¿Por qué la importancia del perdón?

El perdón trae la paz, trae una alegría muy grande.

- ¿Espera asistencia masiva de fieles o se han reducido por considerar que este tiempo es de vacaciones?

Me siento muy contento con las siete semanas santas que he estado aquí. La gente acude con todo el sentido. Quienes se van de vacaciones, pues bueno, el Señor verá. Lo importante es acudir a la Semana Santa porque quiero acercarme al Señor.

- ¿Abordará el tema de la paz, al estar el país trabajando por lograr un acuerdo con las Farc?

No puede ser un mensaje político ni lo voy a dar. Es simplemente un mensaje desde el punto de vista del evangelio, y es que quienes pertenecemos a la iglesia y tenemos fe queremos la paz y vamos a buscarla, pero una paz que tenga justicia, que respete los valores y que no negocienuestros principios fundamentales.

- ¿Grupos católicos en Manizales completarán el próximo domingo 40 días de oración frente a la sede de Profamilia, para protestar por la práctica de los abortos, cómo ha visto esta estrategia?

Ha sido una realización excelente porque es en defensa de la vida, no solo por los principios religiosos sino por los principios humanísticos. Toda persona en su corazón y en su mente defiende la vida.

- ¿El papa Francisco ha llamado a los sacerdotes a ser menos apegados a lo material, al dinero, otros dicen que hay que vivir de algo. Cuál es su posición?

Hay que tener un sentido de pobreza no extrema, la virtud está en el medio: ni demasiado ni excesivamente poco. Somos humanos y necesitamos vestido, comida, medios de comunicación, transporte; pero de manera modesta, sin exageraciones. En el país hay diferencias muy grandes, pobres muy pobres, no hay derecho a que estamos ostentando.

- ¿A qué se debe el aumento de sacerdotes en esta Arquidiócesis?

Lo digo con mucha alegría, a pesar de todas las dificultades. Esto se debe a la misma gente de la región, a la formación familiar. Encontramos grupos de jóvenes muy decididos a ser sacerdotes. Tenemos 220, aunque hay unos en misión fuera de la ciudad.

Para sanar corazones

Foto | Archivo | LA PATRIA

Monseñor Óscar Aníbal Salazar Gómez, obispo de La Dorada-Guaduas.

- ¿Cómo está preparando la diócesis para la Semana Santa?

Nos preocupamos para que tenga el mayor esplendor posible y que las personas puedan vivir el misterio pascual del Señor, pero va muy entroncado con el plan de pastoral. Este año queremos insistir en la misericordia de Dios y en el sacramento de la reconciliación. Nos importa ir preparando los corazones para buscar mayor entendimiento entre familias y personas.

- ¿Es el segundo obispo en la historia de la Diócesis, cómo ha sido su labor durante 16 años?

Me tocó suceder a monseñor Fabio Betancur Tirado, que puso los fundamentos. Todo lo que tenemos es fruto de su trabajo, él quiso que esta fuera la Diócesis de la paz. Se preocupó por visitar los lugares y por unir a los cuatro departamentos que la integran, porque el río Magdalena los dividía, ahora es un punto de unión. Me ha tocado continuar lo que él empezó y seguir los procesos pastorales. Hay unos 112 sacerdotes, la gente es muy colaboradora y hay mucho agente de pastoral.

- ¿Hace un tiempo dijo que por el río Magdalena había pasado mucha sangre. Al serDiócesis de la paz se ha reducido la violencia?

A pesar de todo lo hecho, todavía se ve mucha violencia, no se acaba tan fácil. Ya hay más seguridad en calles y caminos, al menos se pueden identificar los agentes del desorden y es más fácil castigar. Antes había tolerancia y silencio profundo, no había a quién acudir. Lo que hacemos es llegar a la gente, motivarla y animarla. Tenemos el Programa Desarrollo para la Paz (PDP) del Magdalena Centro que cumplió 10 años y en el que colaboran varias empresas, se ha podido hacer educación ciudadana para incidir en la sociedad.

- ¿Planteó crear escuelas de perdón y reconciliación, es un camino distinto a lo que propone el Gobierno con el proceso de paz?

El Gobierno tiene su programa, que es más político que social. Pueda ser que tenga algún efecto grande. Nos interesa lo más profundo de la paz: llegar a que las personas se entiendan, sean guerrilleros, paras, exparas o personas de la vida común y corriente. Hay que dejar que el gobierno haga su obra. Nosotros buscamos llegar a los corazones heridos y atormentados para sanarlos.

- ¿Cómo sanar el corazón ante realidades tan duras como las colombianas?

Llevar a que tengan la experiencia de la misericordia de Dios, el perdón es lo único que sana, sin perdón no hay nada. Ayudar a las personas para que puedan perdonar y atreverse a acercarse al otro. Hay ejemplos muy bonitos de gente que, aunque no es católica, pide perdón y siente paz y alegría, perdona a pesar de las heridas. Ese es el trabajito de nosotros que es más dispendioso que otra cosa.

Marca de fe en Caldas

Foto | Martha Monroy | LA PATRIA

Monseñor Rigoberto Corredor Bermúdez, obispo de Pereira.

- ¿Cómo es el trabajo entre las diócesis de Pereira, de La Dorada-Guaduas y la Arquidiócesis de Manizales?

Nos reunimos con frecuencia porque se llama Provincia Eclesiástica de Manizales. La Arquidiócesis reúne a los obispos y hacemos planes pastorales, actividades con el clero y con los laicos. Nos ponemos de acuerdo en muchas cosas y se hace un trabajo común, pero cada obispo es autónomo en su diócesis. Con los sacerdotes de los municipios de Caldas me encuentro cada mes.

- ¿La cultura indígena de algunos municipios en Caldas ha frenado la llegada del catolicismo?

No. La fe de la gente en Riosucio a la Virgen María hace que revivan sus organizaciones, pero no que se vayan a adorar divinidades del pasado. Respetamos eso, y quien quiera hacerlo que lo haga, pero está marcada la fe cristiana. El corregimiento de San Lorenzo tiene 96 pequeñas comunidades organizadas por la parroquia, integradas entre 10 y 15 personas que se reúnen a orar cada semana y a mirar cómo les pueden ayudar a los más pobres, y son cabildos. Hace poco remodelaron el templo. Tienen una marca de fe que no se las van a arrancar tan fácil.

- ¿Esta Semana Santa se deberá centrar en la misericordia, por llamado del papa Francisco, cómo lo hará?

Tenemos que unir tres cosas: Colombia ha sido un país golpeado desde hace muchos años por la violencia, la frustración con odio y venganza. La misericordia viene a subsanar, como una respuesta de bondad, de perdón. Por otro lado, el año de la misericordia que el papa declara, y por otro el proceso de paz, que mal que bien alguna cosa saldrá. Vamos a enfocar todo esto en el perdón, la sanación, quitar el rencor, el odio, la venganza. Es difícil, pero la gente espera un mensaje de la iglesia y por eso va a las ceremonias para recibir consuelo y esperanza.

- ¿Qué es lo que busca entonces la sociedad, con tanto cambio?

La sociedad está inquieta. Hay una búsqueda de Dios de muchas maneras y un materialismo, pero cuando la iglesia, que se ha preocupado por formar cristianos de verdad, como los de San Lorenzo en Riosucio, y de otras partes de Caldas, o grupos apostólicos, ellos optan por la doctrina completa.

- ¿Cuál será su mensaje para los fieles de Caldas y de Risaralda en esta Semana Santa?

Que participen plenamente, que no se alejen de Dios porque es el único que puede garantizar la libertad y la dignidad. Que esa espiritualidad que han recibido de abuelos y antepasados no la vayan a botar. La virtud siempre será la gran defensa de una sociedad; la dignidad, la responsabilidad, el espíritu de la fidelidad entre los esposos y con los hijos, esos valores nunca van a destruir a una sociedad, antes la van a construir y le darán moral y fuerza.

Distribución de la Diócesis de Manizales

Arquidiócesis de Manizales

Primero fue diócesis, creada por el papa León XIII en 1900. Cubría todo el Viejo Caldas. El Papa Pío XII la elevó a Arquidiócesis el 10 de mayo de 1954, quedando a cargo de las diócesis de Pereira, Armenia y luego de la de La Dorada-Guaduas. Comprende 12 municipios de Caldas: Aguadas, Aranzazu, Chinchiná, Filadelfia, La Merced, Manizales, Marulanda, Neira, Pácora, Palestina, Salamina y Villamaría, y uno de Risaralda: Santa Rosa de Cabal.

Diócesis de Pereira

Fundada el 17 de diciembre 1952 por el papa Pío XII. La integran 21 municipios: Apía, Balboa, Belén de Umbría, Dosquebradas, Guática, La Celia, La Virginia, Marsella, Mistrató, Pereira, Pueblo Rico, Quinchía y Santuario (del departamento de Risaralda); Anserma, Belalcázar, San José, Marmato, Riosucio, Risaralda, Supía y Viterbo (del departamento de Caldas).

* Diócesis de La Dorada-Guaduas

Instituida el 29 de marzo de 1984 por el papa Juan Pablo II. En Caldas abarca La Dorada, Manzanares, Marquetalia, Norcasia, Pensilvania, Samaná y Victoria y el corregimiento de Montebonito (Marulanda). En Cundinamarca comprende Caparrapí, Chaguaní, Guaduas, La Palma, Puerto Salgar y Yacopí. En Antioquia están Puerto Triunfo y los corregimientos de La Danta y San Miguel. En Boyacá, Puerto Boyacá.