Un vistazo a la microcuenca del río Oro, entre Anserma y Riosucio

Albeiro Rudas

LA PATRIA | Anserma

"Si nos descuidamos nos dejan sin agua". Estas palabras son de quienes se han declarado en defensa del agua que surte del líquido a Guática, en Risaralda; y Anserma, Risaralda, San José y Belalcázar, en Caldas; con el Acueducto Regional de Occidente.

El problema es que se ha identificado deforestación en esta zona para darle paso a la ganadería y ahora temen que la llegada de multinacionales que invierten en cultivos expansivos de aguacate puedan terminar por afectar la corriente de agua.

Funcionarios de la Administración Municipal de Anserma, de la Personería, de Empocaldas, de Corpocaldas, concejales y comunidad lideran una iniciativa de conservación, protección y recuperación de la flora y la fauna en el sector conocido como la cuenca del río Oro, perteneciente a la reserva del territorio indígena Nuestra Señora Candelaria de la Montaña, ubicada entre las veredas Roble Bonito y Palermo, jurisdicción de Riosucio.

Se plantaron árboles durante el recorrido.

Allí se encuentra la finca Santa Helena, propiedad de Empocaldas, cuyo objetivo es continuar protegiendo el nacimiento del agua que contribuye a los diferentes afluentes que nutren el río Oro.

Esta es la segunda visita de reconocimiento que se realiza con estos actores interinstitucionales de todos los municipios que se surten de este acueducto. También participaron ciudadanos preocupados por el futuro del agua de esta región.

De este afluente depende el suministro de agua para miles de habitantes y ahora se busca a través de la unión de voluntades, su protección, recuperación y preservación y asegurar la prestación del servicio para futuras generaciones.

Se verificó que en la zona protegida se ha extendido la frontera agrícola.

La visita demostró los problemas de deforestación en la zona, además de que hay presencia de ganado bovino y mular en el predio recuperado, así como ampliación de la frontera agrícola sin control. También proliferan extensiones de monocultivos que representan una amenaza para la fauna y flora de estas zonas de conservación tan importante para la región.

Durante el recorrido se plantaron varios árboles en sitios estratégicos de este ecosistema. Uno de los llamados de los ambientalistas al gobernador de Caldas, a los alcaldes de estos municipios, a Corpocaldas y Empocaldas es que se tomen acciones pronto para evitar que el nacimiento de agua sufra mayor riesgo.

La personera de Anserma, Estefanía Giraldo González, y funcionarios de la Oficina de Planeación Agropecuaria y Desarrollo Económico de esa localidad encabezaron la visita de inspección al predio recuperado, el cual está en inmediaciones del municipio de Riosucio.

Fueron varias horas de recorrido por caminos difíciles.

Preocupa la expansión de la zona ganadera.