LA PATRIA | MANIZALES
"No queremos que se vuelva sembrar la muerte". Un campesino de Samaná, desplazado de su territorio a otro municipio del departamento, narró su asombro por las noticias que en los últimos 30 días se repetían en los medios de comunicación: Caldas está libre de cultivos de coca. La ONU certificó el 3 de julio al departamento como ajeno a ese flagelo.
"¿Cómo es posible, si en veredas de Samaná hay cultivos desde hace más o menos un año", explicó, al tiempo que tomó el celular con sus manos manchadas, producto de su labor en el campo, y enseñó fotografías de los sembrados.
"Mire, son unas 100 mil matas en los sectores Chorrorrico, El Cedro y Malatas, de las veredas Cristales, Morroseco y Las Mercedes, que desembocan en el río Samaná sur, límites con Antioquia. Lo hicieron personas que en años anteriores cultivaron; y ha llegado gente del nororiente antioqueño. Volvieron las amenazas, los desplazamientos, el temor y detrás de eso, quizá, los grupos armados. Envician a los menores de la zona, venden en Caldas y en Antioquia, mataron a una persona que se endeudó con esa cochinada. Incluso, desmovilizados participan en eso. Nos da miedo porque saben usar armas. No queremos retornar a ese triste pasado", indicó.
Su voz no es la única de rechazo. Otras personas de las zonas repitieron lo mismo a este medio. Lo más triste, dijeron, es que las autoridades saben de su existencia, pero por mantener ese certificado no hacen nada.
Según ellos, pusieron en conocimiento de Policía y Ejército la situación y la respuesta de la primera fue: "Arranquen las matas y nos las traen a la estación". Adicionalmente, hicieron una reunión en la zona para advertir por las denuncias de vecinos. Ahora varios están amenazados. "Por eso decidimos darles a conocer a ustedes (LA PATRIA) lo que está pasando".
Aval
"Hace cinco años no hay una mata de coca en Caldas", expresó Guido Echeverri Piedrahíta, gobernador del departamento, en la edición del pasado jueves del diario El Tiempo que, como varios medios, incluido el nuestro, destacó ese logro avalado por la ONU.
Sin embargo, un día antes, periodistas de esta Casa Editorial estuvieron en una zona señalada de tener cultivos. El desplazamiento tardó unas ocho horas: Manizales-La Dorada-Norcasia-Florencia (Samaná)-vereda Cristales-vereda Morroseco. En este último punto había un grupo de policías, dedicado a acompañar la restitución de tierras.
En Cristales se podía observar el miércoles a un hombre sembrando coca.
Metros más adelante se toma un camino de herradura y, bajo un sol de 28 grados, se desciende durante más o menos una hora y media más (5 kilómetros) hasta llegar al sector Chorrorrico. Todo el recorrido es de 297 kilómetros.
La maraña dificulta el paso para ingresar a donde están los sembrados. Pero se logró acceder y sí, hay cultivos de coca. El verde característico de sus hojas brilla con el sol. Son unas 6 mil matas, según se puede observar y calcular en el lote visitado. Algunas ya en etapa productiva, con una altura de 1,50 metros y a una distancia de un metro entre ellas. También se observan almácigos.
Ranchos
En el recorrido se vieron cuatro ranchos o procesaderos con pipas de gas, canecas llenas de ACPM e insumos. Hay evidencias de que el día anterior, el martes, procesaron hojas de coca. A la distancia, en la montaña del frente, se observó a un hombre sembrando en un lote que apenas se adecuó.
Al menos cuatro ranchos o procesaderos como estos hallamos en el recorrido. Tenían pipas de gas, canecas llenas de ACPM, hojas de coca e insumos.
Ya lo había advertido la Defensoría del Pueblo hace unos dos meses, a través de una alerta temprana: "En Samaná y Pensilvania se ha evidenciado, a través de espacios interinstitucionales y de las percepciones de la población local, el aumento visible de cultivos de coca en, entre otros, veredas como Cristales, del corregimiento de Florencia, en Samaná". El informe causó revuelo, pero las autoridades de Caldas negaron la situación y la atribuyeron a Antioquia luego de un consejo de seguridad.
Esperanza
"No queremos que se nos dañen las veredas. Sufrimos mucho por el conflicto y nos costó demasiado llegar a la paz. Se puede cultivar café y caña, hacerle por lo legal, la coca no es necesaria, el que la siembra es porque no quiere trabajar", anunció el campesino desplazado. Recordó que en la época de la violencia le tocó "rescatar" cuerpos que eran consumidos por los perros, cuando la guerrilla era la dueña de las discotecas y los supermercados.
Los cultivos de coca aparecieron en el oriente, principalmente en Samaná y Pensilvania, en 1999. La superficie hacia el 2003 se estimaba en unas mil hectáreas, los cultivos crecieron después, al mismo tiempo que aumentó la erradicación, especialmente la manual.
Fueron 1.588 hectáreas en Samaná, Norcasia, Pensilvania, Manzanares y Victoria, expresó el informe Dinámica reciente de la confrontación armada en Caldas, del Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH.
Para que no quede duda de que los actuales sembrados están en unas cinco fincas de Caldas, el GPS de nuestros celulares, al tomar las fotos, los ubicó aquí, a unos 800 metros sobre el nivel del mar.
"Caldas libre de coca y nosotros con este problema. Fue un certificado de ojo. Por la zona no estuvo nadie. Llegaron a sembrar a Samaná porque los espantaron de Antioquia. Son una veintena de cocaleros, de fuera y de las veredas. Unos invadieron terrenos y empezaron a cultivar. Incluso, hacen ir a los habitantes para meterse en sus tierras. Reactivaron cultivos viejos y/o trajeron semillas de Nariño (Antioquia)".
"La coca da en seis meses, la misma gente la recoge, raspan cada dos meses y medio unos 8 o 9 kilos de base de coca. Lo que producen lo venden en las veredas y lo que sobra se lo llevan para Medellín", anotó la fuente. La comunidad resaltó que el problema es frenable y que lo importante es que las autoridades actúen rápido. Temen por su seguridad.
Estas tierras siguen siendo de paisajes únicos, de gente amable y trabajadora, dedicada a lo legal; con un saludo siempre presto y que no niega un vaso de jugo o limonada por más extraño que sea el visitante. Lo niños juegan y caminan tranquilos por la destapada y deteriorada vía. Los moradores se sientan en los andenes de la casa a disfrutar del día. Eso es lo que quieren en estas veredas: permanecer en esa paz y evitar que unos pocos cultiven inseguridad, pues fue mucho lo que les tocó luchar para recuperar la tranquilidad, que hoy vuelve a estar amenazada.
Momento en que Caldas recibe la certificación de la ONU.
ONU reconoce vulnerabilidad de la región
LA PATRIA contactó a Pierre Lapaque, representante de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito en Colombia. Las preguntas se hicieron y las respondieron por escrito, antes de LA PATRIA verificar la presencia de cultivos en el oriente de Caldas, cuando apenas teníamos la denuncia.
El viernes, en un informe que le presentó al presidente, Iván Duque, anunció que los cultivos de coca se redujeron ligeramente en Colombia en el 2018, al pasar de 171 mil hectáreas a 169 mil. Destacó a Caldas y lo puso de ejemplo ante otros departamentos.
-¿Cómo determinaron ustedes que Caldas es un departamento libre de cultivos de coca?
La declaratoria se dio al comprobar de forma técnica, con el Sistema Integrado de Monitoreo de Cultivos Ilícitos (SIMCI), que el territorio se encuentra libre de cultivos de coca exclusivamente, esto para diferenciarlo dentro de la variedad de cultivos ilícitos. El SIMCI se ha encargado dentro de Oficina del monitoreo de este tipo cultivos desde hace 20 años con un nivel de confiabilidad de los datos superior al 90%, convirtiéndose en la cifra oficial del Gobierno del número de hectáreas con cultivos de coca en el país.
-¿Qué acciones se emprendieron?
El trabajo técnico que se realiza para cumplir con esta labor cuenta con un análisis de los territorios afectados, haciendo uso de la percepción remota por medio de imágenes satelitales. Esta información se ratifica con sobrevuelos a las zonas y una aproximación a las comunidades e instituciones en los territorios. Este modelo de monitoreo se replicó en el proceso de verificación del abandono de la siembra de cultivos de coca en Caldas. Con el acompañamiento de la Gobernación y la Policía se diseñó una estrategia que permitiera ratificar la ausencia de cultivos.
-¿Desde cuándo?
Este trabajo se inició en el 2016 a través de un sobrevuelo en las zonas afectadas para identificar los puntos de posible presencia de cultivos. Con esta información, la Policía erradicó las plantaciones encontradas. Luego se hizo nuevamente un sobrevuelo para corroborar la total ausencia de cultivos. A este ejercicio se sumó una comprobación del abandono por medio de una revisión de imágenes de satélite y el desarrollo de una misión de campo a los municipios de Samaná y Norcasia, los más afectados por este problema en la serie histórica, con la finalidad de tener varios encuentros con las comunidades y las instituciones para conocer la historia de la presencia de la coca, sus impactos en el territorio y los factores que incidieron para el abandono de esta práctica ilegal.
-¿Qué beneficios trae para la región contar con esa certificación?
La visibilización nacional e internacional de un ejemplo de abandono de una práctica ilegal como la producción de cultivos de coca en un país que ha visto en los últimos años el posicionamiento y agudización de este problema. Con la certificación, Caldas nos muestra las realidades que vivió un territorio inmerso en esa actividad, los retos que debió afrontar para abandonar esta economía ilegal y las transformaciones que asumió para transitar hacia la legalidad.
Le muestra al país que el abandono sostenido de la siembra de coca, la salida o neutralización de grupos armados ilegales, la presencia institucional y la innovación en la producción lícita de cultivos tradicionales son, entre otros factores, elementos esenciales para recuperar la soberanía, la seguridad y la tranquilidad en su territorio.
-¿Qué sigue?
La certificación permite pasar la página y concentrar su atención en problemas como el consumo de drogas, el establecimiento de rutas de tráfico que pasan por el departamento, la amenaza de grupos armados ilegales localizados en la zona de frontera con Antioquia y la extracción ilícita de minerales que se identificó en algunas áreas del departamento. Asimismo, los esfuerzos pueden centrarse en impulsar el mejoramiento y extensión de líneas productivas lícitas para diversificar la comercialización de productos propios del territorio, aprovechando el sello que le otorga la certificación.
-¿Qué sucedería en caso de que se compruebe que el departamento sí tiene sembrados de coca?
La Oficina sabe la realidad que vive el país frente a los cultivos ilícitos. Con la declaratoria, UNODC no daba por sentado que Caldas eliminaría las condiciones de vulnerabilidad que rodean a un territorio susceptible de verse afectado por esta realidad. Sin embargo, conocemos los esfuerzos que realizan la Gobernación, las alcaldías y las comunidades para mantenerse en el abandono a esta práctica y apostarle a la legalidad.
El Proyecto SIMCI seguirá realizando el monitoreo de la zona bajo una condición exploratoria. En caso de que llegase a presentarse la resiembra de cultivos de coca, estaríamos dispuestos a evaluar la magnitud del problema en número de hectáreas afectadas, profundizar en las causas de esta práctica y sumarnos a los esfuerzos articulados con la Gobernación y la Policía para atender de manera integral el problema e impedir una expansión de los cultivos.
-¿Si se llegan a encontrar cultivos, se pierde la certificación?
La declaratoria reconoce el momento actual del departamento y en particular los esfuerzos que llevaron a los resultados que se evidencian hoy. No se trata de una garantía a perpetuidad, porque no tiene ese sentido. La certificación se dio porque Caldas ha demostrado un compromiso continuo por mantenerse libre de cultivos de coca y eso es lo que nos enseña la evidencia.
"Verificaremos para erradicar": Mindefensa
El jueves, este medio le contó al Ministerio de Defensa que encontró cultivos ilícitos en el oriente de Caldas y pidió su concepto. Esto respondió por escrito: "La Política de Defensa y Seguridad señala la adopción de mecanismos de monitoreo con el fin de evitar la resiembra, sostener resultados e impedir la expansión de cultivos a nuevas áreas. Ese instrumento se está comenzando a implementar con el Sistema Integrado de Información y Monitoreo Antinarcóticos (SIIMA), de la Policía. Para esa tarea también es muy valiosa la información ciudadana. El Ministerio ya ordenó verificar y, en caso de encontrarse cultivos ilícitos, procederá a erradicar".
Otras voces
"Dato lo dio Naciones Unidas": Guido Echeverri, gobernador de Caldas
"El dato de inexistencia de matas de coca en Caldas lo dio Naciones Unidas después de un riguroso monitoreo, con el uso de alta tecnología. Esperamos simplemente que esa situación sea la real. Esta información que ustedes nos dan nos llama la atención sobre la necesidad de averiguar qué esta pasando. Sobre la respuesta de la Policía y el Ejército, no me atrevo a valorarla, pero la averiguaré. No podemos banalizar o trivializar. Tomaremos las medidas para erradicar manualmente y hablaremos con las comunidades".
"Hay que actuar ya": coronel Luis Alberto Gómez Luna, comandante Policía Caldas
"Hay que mirar si son cultivos o resiembras. Como comandante no tengo esos datos. Si ustedes tienen esa información podrían darnos las coordenadas para hablar con el director Antinarcóticos con el fin de que nos preste los helicópteros e intervenir de inmediato con erradicadores y junglas".
Sobre la denuncia de que la Policía no prestó atención dijo: "¿Usted cree que la Policía sería tan irresponsable de decir eso? Con las coordenadas actuamos ya".
"Hay un pelotón adicional": teniente coronel Gerardo Avilán Villalba, comandante Batallón Ayacucho
"No he tenido conocimiento de que alguien haya llamado al Batallón a informar esta situación. Cada dos años cambian el personal. Estamos enfocados en evitar la resiembra y por eso se envió una pelotón adicional para Samaná. Hemos conocido de cultivos, pero en zona de Antioquia y allá no podemos meternos. Podemos decir que de Caldas se erradicó, pero también es posible que alguien tome una hectárea y resiembre".R.
El dato
En Caldas lograron erradicar cerca de 3 mil hectáreas de coca, básicamente con sustitución manual, según el Gobernador.
Este pantallazo es de una fotografía tomada en el sitio con un celular. La ubicación de la imagen muestra que es Caldas.
También hay tala de árboles para nuevos sembrados.
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