Diego Salgado
LA PATRIA | Aranzazu
Indignación y mucho pesar entre ambientalistas y comunidad en general causó el hecho que se registró hace una semana en la mañana, cuando en una poda extrema y la tala de dos árboles en los costados de la Plaza de Bolívar de Aranzazu.
Los afectados de forma directa fueron diez eugenias uniflora, una de las cuales fue talada del todo, igual que un cedro negro. Los primeros son pequeños árboles tropicales que fueron sembrados en el año 2008 cuando se renovó la Plaza de Bolívar y que producen una cereza que era consumida por varias especies de pájaros que hasta el martes encontraron su alimento en este sitio.
Por su parte, el cedro negro lo sembraron el 9 de abril del 2016 víctimas del conflicto armado que residen en Aranzazu, como un homenaje a los padres, hijos y hermanos desaparecidos por la violencia y como una forma de inmortalizar sus vidas.
El primero en protestar fue Juan Diego Aguirre, del grupo ambientalista Aranzazu sin Minería, quien escribió en una red social acompañado por algunas fotos: “Esto es un arboricidio. No se sabe si querían hacer una poda, o simplemente matar estos arbolitos del parque de Aranzazu. Es inaceptable". En el mismo grupo, Carlos Valencia exclamó: "Alguien debe dar respuestas".
Nubia Henao, docente pensionada y ambientalista, dijo: "Esto fue una barbaridad, a mí me llegaron una gran cantidad de mensajes de jóvenes que inclusive viven en el exterior, aterrados por esta situación. Este es un sentimiento del pueblo y acciones como esta se enclavan en el alma de las personas".
El cedro negro sembrado por las víctimas del conflicto hace seis años recibió una poda extrema.
Respuestas
Consultado sobre la responsabilidad en este caso, Diego Felipe Ramírez, funcionario de Corpocaldas en Aranzazu, dijo: "Esto es una responsabilidad directa del municipio, pues en la zona urbana nosotros no tenemos jurisdicción ambiental. En el caso del cedro negro, que es una especie protegida, me veré en la obligación de informar a la Corporación".
Érika Liliana Cifuentes, directora de la Umata, manifestó: "A nosotros nunca nos solicitaron asesoría para hacer esta poda, por eso se hizo así".
Albeiro Gómez, presidente del Consejo Territorial de Planeación, mencionó: "Si se quería hacer una poda, se debió socializar con la comunidad, en especial el cedro negro, que es un símbolo para un grupo como son las víctimas del conflicto. Esperemos que los árboles no se mueran con esta intervención, porque los árboles son patrimonio del municipio".
El alcalde encargado de Aranzazu, Manuel Gonzalo Restrepo, inicialmente manifestó desconocer el tema, luego en reunión del Cideam, dijo que lo que se buscaba era hacer una poda para evitar el crecimiento descontrolado de los árboles y en cuanto al cedro negro, se busca evitar que crezca mucho, por ser un árbol de gran envergadura.
Al final de su intervención, el primer mandatario reconoció que se quiere hacer un recambio hasta donde sea posible de estos árboles por guayacanes amarillos, para darle mayor colorido al parque.
Una eugenia fue talada.
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