Fotos | Óscar Yhony Restrepo | LA PATRIA
La Casa de la Cultura funciona en la parte alta. Abajo hay locales comerciales.
La Casa de la Cultura de Pácora se convirtió en una ratonera. El problema se le salió de las manos a los encargados, al parecer, por falta de manejo a través de fumigaciones.
La sede ya estuvo cerrada por unos días. La dirección de la misma tomó la decisión por motivos de sanidad. Sin embargo, luego de ser reabierta el problema continuó, ahora el pasatiempo y necesidad de vecinos es perseguir y matar roedores.
Esta semana hubo cacería. Los transeúntes han abatido 32 que salían de allí. Entretanto, las paredes de la estructura están deterioradas y se alcanzan a ver los nidos, aseguran los pocos visitantes que se atreven a entrar.
Ellos coinciden en que se volvió insoportable la estadía en la sede, debido a los malos olores y a los animales que pasan rápidamente por los corredores.
La Administración local señaló que la consecuencia del problema es que en varios negocios de la parte baja hicieron reparaciones locativas, se le suma que en ellos venden alimento para animales.
El director José Hugo Restrepo indicó que el problema se presentó hace tres meses, pero se agudizó cuando los nuevos dueños del local comercial del primer piso iniciaron la remodelación. "Retiraron el cielo raso y dejaron libre el camino a los animales".
Las autoridades hicieron unos requerimientos a los propietarios del local, quienes se mostraron dispuestos a hacer las obras en un tiempo determinado y ya cumplieron. Agregaron que pensaron que una fumigada sería la solución.
Por otro lado, Germán Maya, administrador del negocio, negó que sean los concentrados los que generan las ratas sino las estructuras de las casas viejas, en donde es más fácil que hagan los nidos y se reproduzcan.
Jairo Jaramillo, anterior director de la Casa de la Cultura, manifestó que la causa es que le dejaron coger ventaja a los roedores, ya que en administraciones anteriores se fumigaba dos y tres veces al año.
La semana pasada la decisión del alcalde Óscar Luis Henao fue que mientras no se hicieran arreglos locativos en la estructura de la Casa, esta permanecería cerrada hasta nueva orden.
Esta semana volvió a abrir sus puertas, pero aún se sienten olores nauseabundos generados por los orines de las ratas. Poco a poco se queda sola la sede que rememora la vida del escultor pacoreño Guillermo Botero Gutiérrez.
En las noches la situación se agudiza porque los vecinos y personas que caminan por el lugar ven salir cantidades de animales por las paredes, techos y por los alambres de la energía. En ese momento entran en acción los transeúntes para matar las ratas.
La Casa de la Cultura de Pácora se constituyó en 1981. Desde entonces hace parte de la Red Nacional de Museos. Su destinación es, además de biblioteca, para exhibir las obras del fallecido escultor Guillermo Botero Gutiérrez, quien hizo importantes aportes a la cultura de Caldas. El nombre de la sede es un homenaje a su memoria.
En las noches los transeúntes ven salir más ratas que en el día y se dedican a matarlas.
El uso de este sitio web implica la aceptación de los Términos y Condiciones y Políticas de privacidad de LA PATRIA S.A.
Todos los Derechos Reservados D.R.A. Prohibida su reproducción total o parcial, así como su traducción a cualquier idioma sin la autorización escrita de su titular. Reproduction in whole or in part, or translation without written permission is prohibited. All rights reserved 2015