LA PATRIA | CHINCHINÁ
En sus patrullajes por La Floresta, los policías de esa estación conocieron a Mercedes Osorio, de 85 años. Les dijo que los consideraba como sus hijos, por la protección que les brindan a ella y a las fincas de la vereda.
Al tiempo, les confesó un secreto. "Tengo un sueño: tocar un caballo de los carabineros". Los uniformados no lo dudaron e invitaron a sus compañeros a que se desplazaran hasta el sector para cumplir ese anhelo de la adulta mayor. "Quiero tocarlo porque son majestuosos, hermosos y, su porte, digno de admirar", anotó la señora, al tiempo que pudo contemplar y acariciar al equino.
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