HELMER GONZÁLEZ
LA PATRIA | MANIZALES
"Puede que no me toque ver los frutos, pero esta siembra está muy interesante". El sacerdote Luis Fernando Yepes Acevedo, párroco de la iglesia Nuestra Señora del Perpetuo Socorro de Arauca (Palestina), sabe que su empeño en la educación le puede dar un vuelco a la historia de violencia del corregimiento.
Cierra los ojos y comienza a enumerar lo que está haciendo hace cinco años, cuando llegó asignado por el arzobispo. Entregado a Dios, como lo declara con insistencia, enfoca su apostolado en la formación.
El planeador en el escritorio está lleno de compromisos. Se trata de actos religiosos adicionales a los que regularmente cumple. Reuniones en el Sena, con empresas o con las universidades.
Al fondo cuatro jóvenes con uniforme del Sena manejan hojas de cálculo en igual número de computadores. Cogen libros, digitan datos y los empacan. El culmen de este proyecto apostólico será tener una sede universitaria.
Formado para ayudar
Yepes Acevedo se ha preparado en diferentes campos. Estudió administración de empresas en la Universidad Nacional, antes de optar por su vocación sacerdotal.
"Como sacerdote hice mi servicio misionero en Buenaventura y en Urabá. Me tocaron situaciones difíciles de extrema pobreza. Allí siempre soñaba con poder promocionar a las personas".
Del 2006 al 2008 el arzobispo de entonces, Fabio Betancur, lo envió a estudiar filosofía a Roma. En medio del mismo fue a Alemania a hacer un curso de política social, que también lo dictan para presidentes de América del Sur.
"Allí descubrí qué era lo que tenía que hacer en una parroquia". Aunque podía continuar en Europa si así lo decidía, aclara: "Soy de Manizales, nací en una finquita, en una familia muy humilde y todo ese bagaje y lo que aprendí me di cuenta que podía compartirlo con mi gente y ayudarle a muchas personas a superarse".
A su regreso a Manizales pasó primero por los seminarios Menor y Mayor, hasta que lo asignaron a Arauca. "Vine con esta formación. No tenemos dinero, pero Dios nos ha dado una bendición y ahora vemos a la gente llegar a este lugar para formarse".
Su lema no es diferente al ya conocidó de enseñar a pescar, pero lo aplica con todo el rigor que puede.
La nueva misión
La primera transformación importante que realizó en la parroquia fue quitar unos parqueaderos para poner una cancha sintética. "Le daban alguna renta a la parroquia, pero saqué eso de allí y me la jugué por esa cancha en donde tenemos ahora 14 escuelas de fútbol de formación". En la actualidad tres muchachos se están probando en las inferiores del Deportivo Cali.
Luego emprendió el proyecto educativo. Observó que el Sena dictaba cursos en casas, balcones, fincas y no tenía algo fijo, por lo que les ofreció dos salones. Las primeras capacitaciones fueron en peluquería, corte de uñas y ventas familiares. Hace tres años se logró un convenio formal entre el Sena Manizales y la Parroquia Nuestra Señora del Perpetuo Socorro.
"Siguió creciendo y montamos un aula de sistemas". Los espacios se abrieron también para los cursos de mecánica y secretariado. "¡Uff!, por estas aulas han pasado unas 2.400 personas", exclama y agrega: "Estos chicos eran víctimas de drogadicción, del alcoholismo, hemos sacado 97 niñas de la prostitución. Algunos que estaban empezando a delinquir". Cerca de 400 personas pasan cada día por esas aulas.
La organización
Mantener bajo control todo lo que se hace requiere de unos esfuerzos importantes, pero el sacerdote explica que lo primero que hace cada día es orar y en seguida se dedica a planear.
"En mis sueños he querido llamar a esto Centro Educativo Nicolás Copérnico. Algunos dicen que ya es universidad. Lo que pasa es que esto jamás se había visto".
El paso siguiente será vincular a las universidades que funcionan en Manizales. "Es mi aspiración, que tengan una obra social acá. Por ahora la formación técnica está dando muy buenos resultados, es espectacular, porque salen a trabajar".
La gestión del párroco va más allá de la formación que se proporciona. "Antes de terminar los técnicos o las tecnologías hago una cantidad de visitas por empresas de Manizales, Pereira y Armenia buscando dónde van a hacer las prácticas. Algunos egresados hoy son supervisores en las empresas donde trabajan".
Una ida impensable
Tras recorrer todo lo hecho en poco tiempo, una idea sobrecogedora surge en la conversación y es que el voto de obediencia lo obligue en cualquier momento a dejar el corregimiento.
"Siempre estamos bajo la dirección del arzobispo. Disponibles para donde nos envíe. Vengo preparando a la comunidad para el día que llegue el cambio, porque el que hace la obra en el caso nuestro es el Señor Jesucristo, nosotros solo somos administradores, unos enviados".
Su fe le dice que luego de él llegará otro a continuar con esa obra. Por ahora sigue con el visto de la arquidiócesis, pero reconoce que cinco años es un un ciclo casi completo.
Los sueños entonces continúan, pero para que sean realidad tendrán que ponerle cemento, porque las aulas ya son insuficientes. Reconoce que le faltan otros dos pisos para intentar tener programas profesionales y consolidarse como un centro universitario.
Adicionales
*En la parroquia también funciona la escuela de formación musical Batuta, que es patrocinada hace un año y medio por el Municipio.
*En la actualidad hay 26 jóvenes que realizan sus prácticas como auxiliares de oficina en Manizales, Pereira, Armenia y Medellín.
*Bienestar Familiar también cuenta con un espacio para su programa De cero a siempre.
*En los próximos días empezará una capacitación a 200 empleados de seis haciendas.
En cursos
Yuliana Andrea Vélez.
Llevamos cuatro meses. Es bueno estudiar aquí porque muchos no tenemos la oportunidad de desplazarnos a Manizales.
Patricia Arango Osorio
Hicimos tres meses de etapa electiva y estamos en las prácticas de auxiliar en oficina. El padre Luis Fernando Yepes sin política ha hecho una labor muy bonita en el corregimiento. Por medio de la política nunca se ha logrado nada.
Mónica Andrea Hurtado
Estoy contenta y quiero seguir. El padre siempre está dando avisos por el parlante y en la misa. Así me di cuenta del curso y me inscribí.
Mariana Zuluaga Gómez
La instructora siempre llega de sorpresa para ver cómo estamos haciendo el trabajo. Con el padre uno se siente en familia, porque es muy humilde. En este momento estamos sistematizando los libros, porque él va a formar una biblioteca.
Ruby Vargas Ruiz
Soy instructora del Sena en el área de confección. Empezamos labores hace 15 días. Tengo 71 mujeres y dos hombres. Es la primera vez que encuentro un taller tan grande en un corregimiento. Tienen mucha maquinaria. Aquí estaban dañadas y las pusieron a trabajar.
Amparo Torres
Todo esto se ha dado desde que está el padre. Hay mucho progreso, pero también hay que crear oportunidad para los niños, que están empleando el tiempo en consumir drogas.
Fernando Alonso Serna
Me di cuenta del curso por el padre. Me gusta la confección y eso genera una opción más de empleo.
Las máquinas en las que hoy se capacitan 73 personas están estaban abandonadas. A través de una colecta que emprendió la parroquia se recogieron los recursos para el arreglo. Los cursos de confección se dictan en el primer piso.
Especies menores es otro programa que dicta el Sena en el espacio que aporta la parroquia.
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