CARLOS HERNÁNDEZ
LA PATRIA | MANIZALES
El proyecto para implementar en Caldas la estrategia del Grameen Bank (Banco de los Pobres) corre el riesgo de quedarse solo en unas asesorías que rodearon los $4 mil 800 millones. Esto se desprende del anuncio que hizo ayer en LA PATRIA el gerente de Inficaldas, Marcelo Mejía, de que esa entidad no costeará más las inversiones de ese tipo que quedaron pendientes de la administración pasada.
La gobernación de Guido Echeverri sigue analizando si retoma el proyecto. La secretaria de Desarrollo Social, Adriana Arango, informa que los funcionarios que hacen el estudio no tienen una fecha definida para pronunciarse, y hace hincapié en que hay que tener calma y tomarse el tiempo necesario, debido a lo que esto implica. El trasfondo, sin embargo, no es el mejor, si se tiene en cuenta que el gobernador, aparte de los recursos que le llegarán por regalías, ha sido pesimista frente al estado financiero del departamento.
Ahora bien, ¿por qué no quedó asegurada la ejecución del proyecto desde la administración pasada, que lo vendió como una de sus banderas? La gobernación de Mario Aristizábal (2008-2011) estructuró un cronograma que presupuestaba la puesta en marcha de los microcréditos, que eran la esencia de la estrategia, antes de terminar el mandato.
Las fuentes consultadas coinciden en afirmar que el gobierno fue incapaz de apropiar los $32 mil millones en los que estaba calculada la ejecución, a pesar de que pensaba sacarlos de las ganancias por la venta de las acciones que Inficaldas tenía en Terpel del Centro. El negocio, como se recordará, fue por $154 mil millones.
La historia
Desde antes de posesionarse, Mario Aristizábal anunció que le apostaría a una estrategia especial para reducir la pobreza en Caldas. Fue un asesor, Hernando Márquez, quien le vendió la idea. Márquez es un ingeniero químico que coordinó el proyecto de Distritos Agroindustriales en la administración de Emilio Echeverri (2004-2007), asesoró el Plan de Desarrollo de Juan Manuel Llano como alcalde de Manizales, y, asegura, “diseñó el programa de gobierno” de Aristizábal.
Una vez este se posesionó se puso en marcha el proceso para llegar a Muhammad Yunus, premio Nobel de Paz que creó en Bangladesh el Banco de los Pobres y ha extendido su idea, de distintas maneras, por varios países.
Las inversiones en propiedad comenzaron después de que Aristizábal y Yunus firmaron en el 2009 un memorando de entendimiento. Entre enero del 2010 y abril del 2011 Inficaldas, bajo la gerencia de Pedro Javier Misas, le adjudicó dos contratos al Grameen Creative Lab (GCL), que es una empresa del grupo del Nobel con sede en Alemania, con el fin de que determinara las condiciones para aplicar la estrategia. Ambos contratos suman cerca de $4 mil 398 millones.
A la par de cada contrato con el GCL se firmaba otro con Márquez, el asesor, para que, como él mismo lo explica, asesorara las interventorías. Inficaldas justificó esto en la redacción de los contratos con el argumento de que en la planta no había una persona capacitada para ello. Ambos contratos suman $175 millones.
Asociación y el Grameen Caldas
El diseño planteado para aplicar la estrategia implicaba la creación de dos entidades: el Grameen Caldas y la Asociación Caldense para la Reducción de la Pobreza (Asocalrep). La primera tenía la participación de universidades y del Grameen Bank. La segunda la integraban municipios e Inficaldas.
El objetivo era que Asocalrep aportara recursos (que provendrían de Inficaldas) para que Grameen Caldas los ejecutara trayendo los bangladeshis expertos en microcréditos y negocios de corte social y se montaran seis sucursales en el departamento. Sin embargo, esa contratación nunca se pudo concretar y, por lo tanto, la estrategia no se pudo aplicar.
Martin Loeffler, alemán que hace parte del GCL, recuerda: “Tuvimos un poco de mala suerte con Asocalrep porque los $16 millones de dólares ($32 mil millones) no estaban. No tuvieron esta plata”.
Dice que, según entendió en medio del proceso, el dinero terminó invertido en el cable Manizales-Villamaría, que cuesta $27 mil 643 millones. El asesor Hernando Márquez coincide con esa versión, aunque aclara que no le consta. “Lo que sí es cierto”, agrega, “es que la estrategia para la reducción de la pobreza estaba en el Plan de Desarrollo, y ese cable no”.
Gabriel Fernando Cárdenas, exsecretario de Desarrollo Social que terminó siendo gerente de Asocalrep, indica que no puede afirmarse que el dinero se haya redireccionado, sino que se llegó a un acuerdo con los representantes del GCL para que el monto se redujera a $8 mil millones. “Además, cuando al gobernador Aristizábal le tocó retirarse del cargo (en septiembre del 2011 por una suspensión), lo remplazó Francisco Prieto y dijo que no le jalaba porque tenía otras prioridades”.
Esto no coincide con la versión de Prieto, quien le dijo a LA PATRIA que se dedicó a que los proyectos que venían en curso mantuvieran su dinámica propia. “Ni siquiera se me tocó el tema”, apuntó.
El representante del GCL también aclara que desde que el profesor Yunus le puso sobre la mesa al gobernador Aristizábal la cifra de $32 mil millones, él dijo que sí. Cuando les dijeron, en junio del 2011, que no había dinero suficiente, “buscaron un poco y encontraron $8 mil millones”.
El GCL estuvo dispuesto a trabajar con este insumo, según Loeffler: “era suficiente para crear una o dos sucursales de microcréditos y que llegaran a su punto de equilibrio. Pensamos que una vez que crearas una cosa tangible, que la gente vea que funciona y se animara, podríamos buscar más fondos para crear otras sucursales”.
Y aunque se expidió un certificado de disponibilidad presupuestal que aseguraba los recursos, según el exsecretario de Desarrollo Social solo estuvieron separados hasta el 31 de diciembre pasado, por lo que tampoco los ejecutaron.
“El libro blanco”
En junio del 2011, aún durante la administración pasada de Inficaldas, prácticamente estaba definido que no sería posible contar con los $32 mil millones y que el proyecto no se aplicaría como se había planeado. Sin embargo, ese mes Inficaldas celebró otro contrato con Márquez, esta vez por $310 millones, para que escribiera lo que él llama “El libro blanco”.
“Fundamentalmente era para que me pagaran por el diseño de la estrategia y del modelo, porque a mí durante cuatro años nadie me pagó por esa propiedad intelectual”, indica. “Se trababa de recoger los fundamentos, lo que se ha hecho en Colombia, en América Latina y el mundo. Si ese contrato no se hacía no quedaba el diseño de la estrategia, sino únicamente un contrato con el GCL para unos microcréditos y negocios sociales, y eso es apenas una parte de la estrategia”.
Al preguntarle por qué no suscribió ese contrato desde un principio, solo indicó que hubiera sido lo apropiado y le hubiera gustado mucho; al indagarle por el monto, indicó que cobró ese dinero haciendo valer su experiencia. “Para eso no hay precios de mercado”.
Loeffler, del GCL, ya se reunió con el gobernador Guido Echeverri, quien le dijo, palabras más, palabras menos, que hay que esperar los análisis.
Tienen la posibilidad de adelantar el proyecto con la empresa privada, como lo hicieron en Bogotá con la creación del Grameen Aval, pero admite que es difícil encontrar quién financie estos procesos.
Los contratos
Primer contrato con GCL
Fecha de firma: 29 de enero del 2010
Monto: 890 mil euros. En pesos se trataba de $2 mil 465 millones 300 mil.
Objeto: Que el GCL viabilice la puesta en marcha de los negocios sociales en Caldas, con base en el modelo Yunus, lo cual debe permitir definir las estrategias de la Gobernación para reducir la pobreza. Se trataba de la primera fase del acompañamiento.
Terminación: 29 de diciembre del 2010
Primer contrato con Hernando Márquez
Monto: $70 millones.
Objeto: Acompañar, apoyar y asesorar la supervisión de los aspectos técnicos del contrato con el GCL.
Terminación: 29 de diciembre del 2010
Segundo contrato con Hernando Márquez
Monto: $310 millones.
Plazo de ejecución: 21 de junio del 2011 al 30 de noviembre 2011
Objeto: Recopilar, integrar, redactar y contextualizar toda la información existente en todas las dependencias de la Gobernación producto de reuniones, contratos, documentos y estudios tendientes elaborados tendientes a la Estrategia para la reducción de la Pobreza en Caldas. Creación del llamado Libro Blanco, en el que se recoge todo el proceso y se describe la estrategia.
Segundo contrato con el GCL
Monto: 629 mil 200 euros. En pesos fueron $1.933 millones 379 mil 837.
Plazo de ejecución: Entre el 15 de abril del 2011 y el 15 de diciembre del 2011.
Objeto: Se trataba de la segunda fase del acompañamiento. Infi contrata a GCL como un apoyo en la “implementación de los componentes microcrédito y negocios sociales de la Estrategia para la reducción de la Pobreza en Caldas. GCL se comprometió a entregar una estrategia de inversión, manuales de operación de un fondo para la inversión en negocios sociales; entre otros.
Tercer contrato con Hernando Márquez
Monto: $105 millones.
Plazo de ejecución: Del 29 de junio del 2011 al 15 de diciembre del 2011.
Objeto: Acompañamiento, apoyo y asesoría a la supervisión del segundo contrato hecho entre Inficaldas y el GCL.
La página web
Un contrato más que entraría dentro de las inversiones hechas para impulsar la Estrategia para la reducción de la pobreza en Caldas lo adjudicó la Gobernación en noviembre del 2010, a través de la Secretaría de Planeación, al comunicador social y periodista Juan Manuel Castro Cárdenas. Era por $14 millones para que en un mes diseñara, montara y administrara un portal web “con el objetivo de promover y difundir los avances de la Estrategia”, que lideraba el asesor Hernando Márquez. La página creada fue www.reduccionpobrezacaldas.com.
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