“Inficaldas tuvo las utilidades más bajas en su historia”: gerente

CARLOS HERNÁNDEZ

LA PATRIA | MANIZALES

El reto de Marcelo Mejía como gerente de Inficaldas es complejo: impulsar una entidad creada como banco de segundo piso de la Gobernación para el “fomento, promoción y desarrollo” del departamento, después de un año en el que las utilidades fueron las más bajas en toda su historia, según sus informes.

Reservado con las cifras, anunció que las dará a conocer públicamente y en detalle el próximo viernes. De todas formas, habló con LA PATRIA sobre las razones de esta situación y otros proyectos de la entidad.

Se acabó lo de Terpel

-Por Miel II ustedes pagarán $7 mil 200 millones que hacen parte de un cupo de endeudamiento que les aprobó la Asamblea departamental. ¿Por qué tienen que recurrir a un crédito?

A pesar de que existía la línea de presupuesto para proyectos hidroenergéticos, no había dinero aforado. La primera cuota (para la que hay plazo hasta hoy) la pagaremos con recursos propios. Eventualmente utilizaremos el cupo de $10 mil millones, pues si tuviéramos que sacar todo el dinero de recursos propios no lo tendríamos.

Se pensaba era que aún quedaba dinero fresco de la venta de las acciones de Terpel, negocio que se dio en el 2010 por $154 mil millones...

Desde un comienzo se estipuló que cerca de la mitad de las ganancias que generó esa venta, unos $60 mil millones, se fueran para el departamento. La otra mitad se quedó en Inficaldas y se prepagaron deudas que tenía la entidad con los bancos, se compraron los estudios antiguos de la Miel, se invirtieron $27 mil millones en el Cable aéreo de Manizales a Villamaría, y algunos de esos dineros también se fueron para el proyecto que tenía la administración anterior con el Grameen Bank (de disminución de la pobreza). Ya no contamos con dinero de las acciones de Terpel para invertir en otros proyectos; hay que ser creativos para que haya un retorno rápido de la inversión.

¿Pero lo del Grameen sigue en pie?, porque se pagaron las asesorías...

El proyecto lo estudia una comisión que nombró el gobernador, que determinará si se continúa. Lo que sí puedo anticipar es que Inficaldas no tiene recursos para ello. Si el gobernador determina mantener el proyecto, miraremos cómo buscar dinero de otras fuentes.

Lo difícil

La semana pasada usted presentó el informe del 2011 al Consejo Directivo. ¿Cómo está la entidad?

Espero a finales de esta semana convocar a una rueda de prensa para mostrarles los resultados. El Consejo Directivo aprobó los estados financieros, que fueron auditados por Nexia Internacional. Hubiéramos querido que los resultados fueran mejores, pero no daré cifras hasta el día de la rueda de prensa. Hubo una utilidad, pero muy diferente a la de años anteriores.

¿Al menos puede adelantar alguna cifra?

Se trata de la utilidad más baja que ha tenido la entidad en su historia, pero por ahora no daré cifras.

¿Y a qué se debe la reducción?

Hubo un golpe muy grande, de alrededor de $5 mil millones, por la disminución del valor de las acciones de la Chec, pues somos dueños del 16% de esa empresa. Eso nos golpeó mucho el estado de pérdidas y ganancias. También tuvimos algo atípico, y es que el balance de recursos del balance es negativo, lo que quiere decir que se gastó más de lo que se podía. También tenemos unas deudas por cobrar con la Gobernación por unos $16 mil millones, que hacen parte del Plan Vial. Esperamos llegar a un acuerdo de pago para que mejore el flujo.

Las apuestas

A pesar de esas dificultades se ha anunciado una gran apuesta por proyectos hidroenergéticos, que son costosos...

Con la compra de casi el 100% de las acciones de Miel II dimos un paso grande, aunque no definitivo. También hay un convenio firmado con el Grupo Ele, a través de Gensa; ellos hacen inversiones en el desarrollo de proyectos pequeños en el oriente de Caldas, y entraremos como inversionistas. Estamos pendientes de conseguir una contrapartida con el Banco Interamericano de Desarrollo o con la Corporación Andina de Fomento para invertir en estudios o en otros proyectos de este tipo. Con Gensa también tratamos de conseguir la licencia ambiental del proyecto Butantá, en el río Samaná sur, límites con Antioquia.

¿Caldas volverá a hacer parte del proyecto Encimadas-Cañaveral, en el norte?

Depositamos la confianza en el Insituto para el Desarrollo de Antioquia (Idea) para que desarrollara unos estudios que habíamos comenzado nosotros, y en algún momento nos dejaron por fuera del proyecto. Sin embargo, la voluntad del gobernador de Antioquia, Sergio Fajardo, es otra y estamos seguros de que llegaremos a un acuerdo.

¿Mantendrán sus aportes al Plan Vial?

Esa es la otra gran apuesta. A través de la Secretaría de Infraestructura preparamos los términos de referencia para la licitación de dos vías en el Centro-sur. Hay aforados $20 mil millones, producto de la venta de las acciones que tenía la Nación en la Chec, para dos carreteras: Alto del Paisa-Tres Puertas, que va en doble calzada hasta La Portada, y Palestina-Chinchiná, que también es doble calzada. A mediados del año se sacaría a licitación.

El Instituto también hace préstamos a municipios...

Es un tema complicado. Cuando se hace el análisis para prestarles, la capacidad de endeudamiento es muy limitada porque están en un nivel de endeudamiento alto. Por eso analizamos nuevas líneas de prestación de servicios como la compra de facturas del sector público, el pago de actas de servicios y de contratos de infraestructura. Eso funciona muy bien en otros infis. También evaluamos la posibilidad de prestarles a las alcaldías el servicio de cobro de impuestos; les daríamos la infraestructura tecnológica y la asesoría en cobranzas. En un estudio nuestro se concluyó que a todos los municipios de Caldas, sin Manizales, les falta por recaudar en conjunto unos $35 mil millones.

Lo que no sigue

¿A qué definitivamente no se le apostará más?

Indudablemente al Grameen Bank, al menos desde el Instituto. También hay que vender algunos predios que no le generan ingresos a la entidad. Por ejemplo, pensamos qué hacer con Girasoles (antiguo Turcaldas, en Santágueda). Sería interesante venderlo, pero todo está por determinar.

Infi también es reponsable de otros paraísos turísticos abandonados, como Termales del Ruiz y el parador La Esperanza, ambos en la zona de amortiguamiento del Nevado...

Hacemos parte de la Concesión Nevados, y se hará el chalet, que se incendió. También el refugio se hará de nuevo. En Termales El Ruiz hay oportunidad de hacer algo interesante y se está montando un proyecto para presentarlo al Fondo de Promoción Turística. Hay que pavimentar la vía de acceso. Sobre el parador estamos esperando que llegue el nuevo director del Sena en Caldas, para proponerle la creación de una escuela de práctica para los estudiantes.

¿Y sobre el Parque de las Flores (Villamaría)?

Debido a los problemas conocidos no hay voluntad de seguir en ese proyecto. Toca esperar el resultado de las investigaciones que se realizan.

¿En qué consiste la reforma al Instituto que usted ha anunciado?

Nuestro organigrama es muy débil. Hay que empezar a mirar el Instituto de una forma más estratégica. Tenemos la responsabilidad del Aeropuerto La Nubia, donde hay debilidades institucionales. Ya comenzamos el estudio y en su momento lo presentaremos. Primero hay que analizar cargas laborales y plasmar en una estructura formal de lo que queremos hacer.

Para el aeropuerto

*La licitación para el VOR, dispositivo que mejora la aeronavegación nocturna, ya está cerrada. El 14 de abril se adjudicará, y se espera que en septiembre esté funcionando, según Marcelo Mejía. Inficaldas ya compró el predio donde funcionará, entre el Cerro Sancancio y La Cárcel, por alrededor de $45 millones.

*La semana entrante llega la nueva máquina de bomberos. Es repotenciada fue dada en remate en el aeropuerto de Rionegro (Antioquia).

El dato

El gerente de Inficaldas que terminó su periodo el pasado 31 de diciembre, con la anterior administración, era Pedro Javier Misas Hurtado.