Luis Fernando Rodríguez
LA PATRIA | Salamina
“La idea de la Noche del Fuego ya la hemos vendido. Aquí se benefician muchos, porque viene mucho turista”, comentó Alba Teresa Ocampo Ocampo, maestra pensionada, que vive en el sector de El Alto, en el municipio de Salamina. Con preocupación asegura: “No podemos engañar al que viene. Porque todos quieren ver un espectáculo y esto por ningún motivo lo podemos dejar acabar”.
Para este año escogieron como tema los vitrales de la Basílica Menor y en la elaboración de los faroles, que se iniciaron en septiembre, representan tres de los misterios gozosos. Trabajó toda la familia. “Lo hemos hecho con fe, en honor a nuestra patrona, la Inmaculada Concepción. No reparamos en gastos o trabajo”, dijo.
La Noche del Fuego la institucionalizó la Administración Municipal con la resolución Nro 213 del 7 de diciembre del 2006.
Ocampo Ocamp le sugiere a la Alcaldía y a los organizadores de esta fiesta: “Que se involucren más en el proceso. Nombrar a una persona encargada de dirigir y orientar la actividad y que ayuden en la compra de los materiales para hacer los faroles”.
Árbol navideño en croché
Desde el fin de semana en el kiosco del parque de Bolívar de Salamina está encendido un árbol navideño hecho en croché. Mide 3 metros de altura por 1 metro con 50 centímetros de diámetro en su base. Tiene forma de cono y termina con una estrella amarilla.
Lo confeccionaron las señoras del costurero “Tejiendo historias con hilos de amor”, de la Institución Educativa La Presentación, que está integrado por 25 personas, que se reúne cada jueves desde el 2005.
“Queremos ambientar esta Noche del Fuego con algo novedoso y con los colores de la navidad. Las mujeres salamineñas somos laboriosas y casi todas sabemos tejer”, sostuvo la rectora de la I.E. La Presentación, Pastora Ceballos de Fonseca.
Historia y reciclaje con la Escuela Taller de Caldas
La Fundación Escuela Taller de Caldas realizó para la XVIII Noche del Fuego faroles con guadua, madera y materiales reciclables como: botellas, cartoné, papel y cubetas de huevo, entre otros.
Al frente de la Fundación se representó el taller del maestro Eliseo Tangarife, un excelente ebanista salamineño y en el otro extremo de la calle, se instaló un columpio, para que la gente se tome las fotos.
“Con nuestro trabajo tratamos de motivar a la Administración Municipal y a la ciudadanía, para que la Noche del Fuego, siga siendo cada año más importante y esplendorosa”, dijo Fernando Macías Vásquez, de la Escuela Taller de Caldas.
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