En Villamaría, sin clases por falta de agua

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LA PATRIA | MANIZALES

Cada vez que cae un fuerte aguacero en Villamaría los habitantes de ese municipio presienten que amanecerán sin agua. Y así sucedió ayer cuando se despertaron y abrieron la llave: ¡glu, glu, glu!, solo caían goteras. La razón, según el alcalde, Juan Alejandro Holguín, una empalizada afectó la bocatoma que surte de agua a los 15 mil usuarios, aproximadamente 60 mil ciudadanos del municipio, tras las lluvias del sábado.

Ayer cuando funcionarios de Aquamaná despejaban los palos de la bocatoma y realizan trabajos de mantenimiento para reanudar de nuevo el servicio un deslizamiento afectó una tubería que conduce el agua a la planta de tratamiento por lo que los trabajos se reanudarán en la madrugada para en el transcurso del día normalizar el servicio de agua potable.

Debido a ese percance el mandatario local decidió suspender el inicio de las actividades escolares después de Semana Santa, alrededor de 6 mil estudiantes tendrán al menos un día más de vacaciones por la falta de agua en las instituciones educativas.

Dos carrotanques suministraban ayer agua a la comunidad, uno en la estación de bomberos y otro en el CAI del barrio La Pradera.

Según manifestó en febrero del año pasado Javier Mauricio García, gerente de Aquamaná, la empresa necesita al menos 2 mil 800 millones de pesos para modernizarse. Parte de su infraestructura tiene 30 años de funcionamiento.

Necesitan invertir en las bocatomas de Chupaderos y Chupaderitos, ampliar los tanques de abastecimiento y construir otros nuevos. También deben cambiar las aducciones, que son las que van de la bocatoma a la planta de tratamiento, donde precisamente un derrumbe tiene al municipio sin agua.

Hace unos 20 años, según dijo el año pasado el gerente de Aquamaná, el Municipio no invierte en acueducto.