LUIS FERNANDO RODRÍGUEZ
LA PATRIA | SALAMINA
Ricardo Tobón Restrepo, arzobispo de Medellín, anunció ayer que el papa Francisco autorizó que la ceremonia de beatificación de la Madre María Berenice Duque Hencker se realice en Medellín el próximo 29 de octubre y nombró como su delegado para esta celebración al cardenal Marcello Semerano, prefecto del Dicasterio para la Causa de los Santos.

“Para la Iglesia en Colombia y para los institutos fundados por la Madre Berenice es un momento de agradecimiento a Dios por el don de esta mujer que se sacrificó en una vida profundamente espiritual y en el servicio a los más necesitados. Es también un llamamiento a seguir a Cristo en quien se revela plenamente el proyecto divino sobre la persona humana; y es, finalmente, un signo de consuelo y de esperanza en el momento que vivimos”, expresó el arzobispo Tobón Restrepo.

La hermanita Efigenia Trujillo, quien fue superiora general de las Hermanitas de la Anunciación, dijo: “Los santos son grandes amigos de Dios y creo que la Beatificación de nuestra fundadora se constituye en un signo de esperanza para Colombia y para muchos países del mundo. Una vez más se nos muestra que la santidad es posible para todos y que estas personas llegaron a la santidad por todo el bien que hicieron en favor de la humanidad”.

Imagen de la Madre María Berenice.

De visita

Estuvo en Salamina la hermanita Alix Mercedes Duarte Roa, de la Congregación Religiosa Hermanitas de la Anunciación, con presencia en 15 países.
“Vine en este tiempo oportuno por ser la preparación al hecho de que la Madre María Berenice será proclamada beata. Tenemos esa dicha grande de tener una segunda santa colombiana. Aquí he podido compartir esa experiencia con los salamineños como postuladora por más de 24 años, en el proceso para que la Madre María Berenice fuera proclamada venerable”, expresó la religiosa.

Agregó: “A Salamina y a Caldas las llevamos en el corazón”.

Bernardo Duque Restrepo, sobrino de la Madre María Berenice, quien también estuvo de visita en Salamina, la recordó como una persona santa y tranquila. “Ella venía en ocasiones aquí e invitaban a los sobrinos y padres a la casa de Anita, la hermana mayor, y nos reuníamos para oírla hablar. Ya era fundadora de la comunidad de las Hermanitas de la Anunciación. En esa época era un muchacho y la veía como una persona muy especial”, mencionó.

Recordó que la familia de la Madre Berenice fue grande y que de ella solo existen Guillermo Duque, quien vive en Medellín, y Antonio Duque, en Manizales.

“La proclamación de la Madre Berenice en Medellín es una realidad porque tiene los suficientes méritos para ser santa”, manifestó y añadió que como representante de la familia está invitado a la exhumación.

“Están acabando de hacer el mausoleo. Y sus restos los van a poner allá en una urna especial para veneración del público. Con todos los protocolos. Eso ya casi está listo y entiendo que este mes se organiza. La proclamación se hará en Medellín, y en Salamina luego se va a hacer una ceremonia secundaria, para inaugurar el santuario en la Casa de Oración y Peregrinación Madre María Berenice”, anunció el sobrino.

Hermanas Zoila Rosa Ledesma, Alix Mercedes Duarte y Ana Cecilia Romero.

La postulación

En 1998 se iniciaron los trámites para la canonización de la Madre María Berenice con el apoyo de monseñor Alberto Giraldo, entonces arzobispo de Medellín.

“En el Consejo General se propuso preparar una religiosa para el servicio en la postulación y designaron a esta servidora. En 1999 viajó a Roma, hago el curso de Postuladora en la Congregación de los Santos y al mismo tiempo estudio Teología Espiritual en el Angelicum. El Consejo General me nombra Postuladora y la Congregación de los Santos lo confirma”, dijo la hermana Alix Mercedes Duarte Roa.

Inicialmente se tramita la aprobación de la Causa por la Conferencia Episcopal de Colombia, luego se realiza el proceso diocesano que concluye en el 2003. El proceso romano se abre en el 2004.

La Congregación de los Santos, para el proceso romano, nombra como relator de la Causa a monseñor José Luis Gutiérrez. Con su asesoría se elabora la Positio, documento donde se presenta la vida, virtudes heroicas practicadas por ella y, en la tercera parte, cuestionarios para los testigos, declaraciones, documentos, informes de las comisiones histórica y teológica y un estudio de las libretas Espirituales y anexos.

“Entre los hechos más significativos destaco: el reconocimiento de la heroicidad de las virtudes, que llevó al paso de Venerable. La aprobación del Milagro por parte de los médicos de la Congregación. El Congreso de los Teólogos que aceptó positivamente la Causa. La presentación del informe al Santo Padre y luego el decreto de la beatificación”, precisó la postuladora.

Interior de la Casa de Oración.

La razón para ser beata

La intercesión de la madre María Berenice Duque Hencker ante Dios para curar al joven Sebastián Vásquez Sierra, de Medellín, cuando la ciencia había determinado como imposible porque padecía una enfermedad terminal, le permitieron a esta hermana caldense dar el paso a la beatificación.
La orden la dio el papa Francisco desde Roma, por decreto que se conoció ayer, junto con otro para la beatificación del papa Juan Pablo I, que autoriza a la Congregación para las Causas de los Santos promulgar las curaciones milagrosas de estos dos nuevos beatos luego de intensos estudios.

Quién fue

La madre Berenice nació en Salamina el 14 de agosto de 1898, su nombre de pila fue María Ana Julia. Al terminar sus estudios ingresó a la comunidad de las hermanas Dominicas de la Presentación en la que se ordenó.

Siempre buscó mejorar las condiciones de personas humildes y marginadas de la sociedad.

Fundó en 1943 la Congregación de las Hermanitas de la Anunciación, en 1957 el Instituto Misionero de las Hermanas Franciscanas de Jesús y de María, en 1965 los Misioneros de la Anunciación.

Tras 14 años postrada en cama por una enfermedad que la fue consumiendo, falleció en Medellín el 25 de julio de 1993, a los 95 años.

Otro beato

Caldas ya tiene un beato, fray Esteban Maya Gutiérrez, nacido en Pácora (Caldas). Fue declarado como tal en 1992.