Blanca Eugenia Giraldo
LA PATRIA | MANIZALES
La ribera del río Magdalena, sector Costales (La Dorada), es el escenario en el que Avenido Torres, de 70 años, recuerda la época cuando por el afluente transportaban mercancía. Su mirada, que se pierde en el horizonte, parece ubicar el movimiento comercial de aquella época. Asegura que La Dorada era más pequeña, pero económicamente mejor: "había trabajo, no solo por el ferrocarril, sino por el río, ahora como pescadores vivimos... de milagro".
Cuenta que llegaban buques y remolcadores cargados no solo con ganado, sino con cemento, cerveza, úrea, petróleo crudo, todo tipo de carga entraba y salía. "En esa época era cotero y me tocaba descargar, pero las cosas cambian y de ser realidad el proyecto las máquinas se encargarán de ese trabajo", expresa.
Esa evocación que hace Torres tal vez se vuelva realidad, gracias al plan propuesto por el Gobierno Nacional para restablecer la navegabilidad del río Magdalena. Obras que según Augusto García Rodríguez, director ejecutivo de Cormagdalena, empezarán en enero del año entrante, y los primeros resultados se verán a finales del 2015.
La obra, que según García, costará en total $2,5 billones, cuatro veces inferior a la Ruta del Sol, comunicará el mismo territorio, 57 municipios y sin hacer impacto en la geografía. "No estamos alterando el río, porque utilizamos el mismo canal, además le devolvemos su navegabilidad".
Asegura que por la celeridad con la que se realizarán las obras, se espera que el tramo desde Barrancabermeja hasta Barranquilla, de 655 kilómetros, lo culminen en un año. En simultánea se trabajará en el dragado para mejorar las condiciones de navegabilidad desde La Dorada.
Las intervenciones contempladas establecerán las bases para mejorar las condiciones físicas de navegabilidad en el corto plazo, e impulsar posteriormente el transporte multimodal y su desarrollo logístico.
Aunque García reitera que el río conservará su cauce actual, las obras de dragado y delimitación del Magdalena también tendrán un impacto ambiental. "Garantizamos en ese canal una navegación permanente y eso lo vamos a hacer con unas obras que permitan que no tengamos que dragar, sino que el río produzca su propio autodragado, como sucede en épocas de invierno. Pretendemos que en todo el año conserve unas condiciones de velocidad para que pueda generar su propio autodragado y de esa manera tener suficiente profundidad, ancho de canal y radio de curvatura, que nos permitan una navegación de convoyes de 7.200 toneladas".
Explica que debido a que en época de verano el afluente tiende no solo a bajar su caudal, sino a abrirse con muchos brazos, se espera que las obras permitirán que se mantenga todo el año en un solo brazo y con muy buen caudal.
Sin embargo, Freddy Leonardo Franco, director del IDEA, afirma que con toda intervención que se les hace les va mal a los ríos. “Es lógico que tenemos que usarlos y aprovecharlos, pero tampoco debemos olvidarnos de los servicios ecosistémicos que nos prestan”.
Agrega que problemas ambientales seguro se van a dar, no solo por el dragado y la extracción de sedimentos, también hay que tener en cuenta que la calidad de las aguas no es la mejor. “Le llega todo el río Bogotá, el Cauca, tremendamente contaminados, entonces preocupa que esos fangos que van a retirar y que tienen una carga tóxica, no tengan una óptima destinación final”.
Este proyecto, según el director del IDEA, también plantea otras obras, que terminarán causando rigidez al cauce. "Se nos olvida que los ríos tienen movimiento y si queremos ponerlos en medio de muros y pavimentos, terminan artificializándose, lo que en forma presuntuosa es pretender domar una bestia indomable”.
Franco hace una reflexión: “No queremos un río artificial como el Sena, el Danubio o el Támesis, podemos tener un río un poco más salvaje y que no se nos olvide que nos ofrece otros servicios: pesca y recreación, que no predomine la navegabilidad sobre los demás”.
Cormagdalena también se prepara para plantear estrategias y mejorar las condiciones de los habitantes de las zonas que circundan el río, en actividades como la energía y la pesca. "Seguiremos trabajando conjuntamente con la piscícola San Silvestre, en Barrancabermeja, para ofrecer mejores condiciones a los pescadores a lo largo del río", expresa el Director Ejecutivo de Cormagdalena.
Pese a esta promesa, Jorge Ortiz García, presidente de la Federación de pescadores artesanales y ambientalistas de La Dorada, quien asistió a una socialización del proyecto en Puerto Salgar, afirma que en esa reunión nunca se habló de cómo las obras afectarían a los pescadores y cuáles serían las soluciones.
"Nunca se ha escuchado si nos van a reubicar, otorgar un subsidio o si nos conseguirán empleo".
Por eso se pregunta, ¿qué va a pasar con ellos, que han pasado su vida viviendo del río? Una opción que plantea Ortiz García es recuperar las ciénagas para que los pescadores obtengan su sustento y que el proyecto de navegabilidad del río también tenga un aporte social para este sector. "Si nos van a sacar de la orilla, aquí hay muchas tierra que nosotros podemos trabajar".
Unos metros más adelante, Avenido, el viejo cotero y ahora pescador, prepara la canoa y los objetos que necesita para un día de pesca. No para de hablar y aún expectante por el anuncio de las obras, dice que no cree alcanzar a ver el río de nuevo navegable, pero sí aspira a que sus nietos puedan disfrutar de tan esencial obra que beneficia a la región.
"Para fortuna de los que quedan ojalá sea una realidad, habrá más tecnología, y más desarrollo para el pueblo, pero nos sigue preocupando ¿qué va a pasar con nosotros?, ¿de qué viviremos?"
* Jimmy Javier Coronado, coordinador ejecutivo de la Cámara de Comercio de La Dorada
Es obvio que esas obras traen desarrollo, pero también consecuencias en la parte social y ambiental. Económicamente se vuelve una inflación ficticia, es más ya se está viendo, con algunas empresas que han llegado los costos de los arriendos se han disparado y este es apenas el comienzo. Lo más importante es que se ocupe gente de la región y ya estamos trabajando para garantizar los profesionales que se requieren.
Aunque esperamos que sea un desarrollo bastante amplio, estamos preparándonos en servicios públicos. La Chec ya hizo una subestación adicional para proveer la energía necesaria y se están cambiando las redes de acueducto y alcantarillado, lo que es un buen inicio.
En vivienda sí tenemos un déficit, lo que producirá inflación. En comercio, hemos tratado de generar competencia, y estamos promoviendo un proyecto de turismo. La gente no percibe lo que se viene, pero hacemos el esfuerzo. Si nos descuidamos vamos a quedar pequeños frente al reto.
* Juan Manuel Delgado, exconcejal de Puerto Salgar y líder comunal
El Estado debe rehabilitar las ciénagas cercanas a La Dorada y Puerto Salgar, secas por malas prácticas agrícolas, ganaderas y de apropiación indebida, para que los pescadores tengan otra opción para su labor. Hemos acabado las ciénagas y esta sería una opción para surtir de nuevo la despensa de pescado que requiere el país. Aguas abajo, hasta Puerto Boyacá, hay por lo menos cinco ciénagas, a lado y lado del río, que podrían servir para este propósito.
* Alberto Valderrama, líder para el desarrollo de La Dorada y la región central de Colombia
El río Magdalena se consolidó como el eje central de todo el país, toda la mercancía de entrada y salida pasaba por aquí, por eso su recuperación no solo es benéfica para nosotros, sino para el país. Significa replantear todo el sistema de transporte y de mejora en los costos, hablar de multimodalidad, eficiencia y TLC. En La Dorada vamos a tener el ferrocarril, la navegación del río y todas las vías que confluyen hacia acá, lo que consolidará esta región, que ha estado dormida por tanto tiempo. En teoría, el proyecto ayuda a todos, por eso también debe mejorar la calidad de vida de quienes viven a la orilla: pescadores y transportadores fluviales.
* Carlos Trujillo, pescador
Muy buenas las obras, pero me preocupa que no se han planteado alternativas para nosotros los pescadores, a mi parecer la pesca desaparece, cómo vamos a pescar si la profundidad va a ser más grande. Lo que ellos quieren es que desocupemos esta zona de la ribera. Dicen que hay trabajo, pero para nosotros no.
* Jorge Alberto Tovar, director Programa de Paz del Magdalena Centro.
Los proyectos no son ni buenos ni malos, lo que se pide es que no se hagan a espaldas de la comunidad, por eso toca preguntar cómo se prepara la región para estos proyectos no nos aplasten. Si al río se le recupera la navegabilidad será un detonante para el territorio, porque La Dorada pasa a ser una ciudad portuaria. Se prevé que puedan llegar varios miles de empleos directos, este sería un impacto positivo, pero nos falta formar más a la gente para ello. Además, tenemos déficit de vivienda lo que ya ha generado inflación en arriendos. Falta preguntar dónde están los colegios para estas nuevas familias, ¿hay hospitales para atenderlos?, no los hay. Otra situación que preocupa es que ahora hay atasco en la mobilidad de la ciudad, entonces qué vamos a hacer. Hace dos días creamos un observatorio, 22 organizaciones, para analizar estas dinámicas, sobre todo en educación. Lo que queremos es que los proyectos se desarrollen en diálogo con la comunidad y con las instituciones. Somos conscientes que hay impactos muy buenos y también los hay negativos, toca concertar y negociar para se cause el menor daño posible y se optimice y se maximice el bien que traen estos proyectos. Con los pescadores hemos trabajado desde hace nueve años, porque es una población vulnerable y excluida, lo seguiremos haciendo para acompañar estos cambios que se vienen.
Con el propósito de mostrar los grandes proyectos que se están planeando para La Dorada y el Magdalena Centro se desarrollará el foro Panorama estratégico y sostenible del Magdalena Centro en La Dorada el próximo 11 de septiembre.
Proyectos como estos se han utilizado en ríos como el Misisipi de EE.UU, que va desde Minnesota hasta el golfo de México, en la actualidad el 10% de las mercancías de EE.UU. son transportadas sobre su curso; el Rin de Alemania, navegable en un tramo de 883 km, hasta Basilea (Suiza); y el Danubio, por barcos transoceánicos hasta Bräila (Rumania), y por embarcaciones fluviales hasta Ulm (Alemania), a una distancia de unos 2.575 kms.
* Las obras completas desde Barrancabermeja hasta La Dorada se construyen en cinco años y el contratista está en la obligación de mantenerlas por 8 años más, para un total de 13 años.
* Las actividades estarán a cargo del consorcio Navelena, conformado por Odebrecht, con 87% de participación y Valorcon con 13%.
* El proyecto incluye 168 obras de encauzamiento para 256 kilómetros del río.
"Este proyecto, ofrece no solo ventajas ambientales, sino de competitividad y desarrollo para el país", Augusto García, coordinador ejecutivo de Cormagdalena.--R
"Que el río Magdalena vaya a ser navegable es un buen proyecto, pero que se haga de la manera adecuada, sin alterar las demás funcionalidades ecosistémicas que tiene", Freddy Leonardo Franco, director del IDEA.
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