LA PATRIA | MANIZALES

“Desde que un militar sirve a la patria entiende que se convierte en Colombia y deja de ser Delgado, Giraldo, Salazar, entre otros. Porque en cada familia de esta nación hay un soldado, hay entrega, lucha, compromiso y amor por este país”, se expresó ayer en el Batallón Ayacucho de Manizales, donde se conmemoró la Batalla de Boyacá con la presencia del comandante de la Octava Brigada, coronel Leonel Hernández, y del Ayacucho, teniente coronel Eduar Mauricio Delgado Hernández.

“Seguiremos patrullando cada rincón del territorio caldense, porque el arma más preciada para un pueblo es su seguridad y bienestar”, indicó Delgado Hernández.

Fue una corta, pero sentida ceremonia para recordar a los héroes de la patria. El gobernador, Luis Carlos Velásquez, expresó que es un día muy importante en la historia del país. Velan por la seguridad de todos los colombianos. Pese a los díficiles momentos, seguimos creyendo en ellos”, relató.

Memoria

Entre 2019 y 2020, cinco soldados profesionales caldenses perdieron la vida en cumplimiento de su deber. Este año fue Nicolás Vargas Mejía, natural de Anserma, en La Macarena (Meta), durante una emboscada guerrillera.

El año pasado el ansermeño Carlos Andrés Ospina Holguín, en Tame (Arauca); Jesús Reinel Giraldo Trujillo, natural de Florencia (Samaná), en San Vicente del Caguán; Whilder Alberto Múnera Corrales, soldado, de Villamaría, en el barrio San Francisco, de Tame (Arauca); y Jeisson Andrés Candamil Candamil, de 19 años, en Caucasia. Se le disparó el arma. Era de Aguadas.

 

 

 

 

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Una publicación compartida por La Patria Manizales (@lapatriacom) el 7 de Ago de 2020 a las 2:35 PDT

Una historia

Diego Ignacio Gómez Carvajal (foto) fue víctima el 2 de diciembre de 2011 de una mina contaminada con explosivo y materia fecal, que le generó una grave infección en una pierna, que le fue amputada. “Mientras mi familia celebraba el grado de mi hermana en Medellín, a mí me afectaba esa mina en Tierra Alta (Córdoba), donde era guía canino y erradicador. Pasó a las 3:00 de la tarde. Ha sido un camino largo, pero llevadero. Sé que mi historia se refleja en miles de militares. Hemos entregado el uniforme, parte del cuerpo y la vida en la selva y en la tierra. Somos seres humanos”, expresó.