Comunidad de Supía aún espera descontaminación de la quebrada

Julián García

LA PATRIA | SUPIA

El barrio Popular, ubicado A la entrada a Supía, por los lados de la Casa de la Justicia, huele feo. Los habitantes de este populoso sector se quejan por la proliferación de zancudos y por la contaminación de la Quebrada Rapao.

Este problema llevó a que la comunidad presentará una acción popular hace tres años, pidiendo a Empocaldas un control del vertimiento de las aguas negras.

La acción la tramitó el Juzgado Primero Administrativo de Manizales, quien en octubre del año pasado ordenó a Empocaldas realizar unas obras de mitigación e intervenir este cuerpo de agua.

Wilfred Cárdenas Aristizábal, personero de Supía, explicó que no hubo necesidad de continuar el proceso, ya que ambas partes acordaron realizar las obras de descontaminación. Sin embargo, las obras aún no inician. En febrero la Personería le preguntó a Empocaldas por la fecha de inicio y respondieron que en septiembre.

A la fecha Empocaldas realiza unos estudios de campo y una socialización con los usuarios.

Trabajos a 10 años

Sergio Lopera, jefe del Departamento de Operación y Mantenimiento de Empocaldas, dice que lo más grave es que la gente construyó sobre las laderas de la quebrada y que no hay espacio para meter interceptores, por lo que se necesita demoler unas viviendas. “Tenemos 10 años para ejecutar las obras, de acuerdo con la nueva estructura tarifaria que rige desde enero. Las obras se podrían hacer en corto tiempo pero esto afectaría el bolsillo de los usuarios”, recalcó.

Cristian Fernando Aguirre, secretario de Planeación de Supía, estimó que las obras se harán en tres etapas, pero aún no se define si primero son las adecuaciones en el barrio La Julia o en la zona norte del municipio.

La segunda fase contempla la construcción de la red al alcantarillado principal, y en la tercera etapa se adecuará una planta de tratamiento de aguas residuales. La Alcaldía invertiría en las casa a las que no se les pueden conectar redes al alcantarillado, ya que el terreno no permite su conexión al sistema principal.

A baldados

Amparo Valencia, habitante del barrio Popular, construyó un muro de contención en la puerta de su casa para prevenir filtraciones de la quebrada. “Cuando la cañada se desborda se entra el agua, no soportamos los olores”. Su casa y el resto de las viviendas están construidas sobre la orilla del afluente y vierten sus aguas negras a Rapao.

Amparo y su vecino Pedro Mejía ayudan a descontaminar. Sacan basura, colchones, sofás y todo lo que encuentran. Francisco Javier Pérez aplaudió el proyecto. “La Quebrada era usada para el turismo, ahora es imposible visitarla”.

Inversión

Empocaldas proyectó construir dos colectores de aguas negras, uno de ellos se hará cerca de la Quebrada Rapao y medirá 2 mil metros. El otro colector estaría cerca del río Supía, ambos cuestan $3 mil 623 millones.

Opinan

*Luisa Londoño

La quebrada huele muy maluco, se están demorando mucho con la limpieza y descontaminación.

*Manuel Castaño

Por tiempos huele feo, el proyecto ya lo socializaron. Saldría costoso el cambio del alcantarillado.

*Mesías Moreno

Es una necesidad, se ve mucha basura, hay que concientizar a la gente para que no arroje desperdicios.

*Lina María Pineda

La cañada nace limpia, acá la contaminan, la gente de las orillas no se aguanta el mal olor.