Compró un terreno que se encogió y tiene otro dueño

Q’hubo|LA PATRIA|Manizales

Blanca Rodríguez Burgos compró un terreno en la vereda Pueblo Rico (Neira) que se encogió al hacer las escrituras de traspaso y, además, le salió otro dueño. Tiene los papeles en regla, emitidos en la oficina de Instrumentos Públicos de la Alcaldía de Neira, el Instituto Geográfico Agustín Codazzi (IGAC) y las escrituras originales del anterior propietario, pero dudan de quién sea el verdadero dueño.

Al otro propietario lo conoció en septiembre de este año, días después de haber comprado la tierra por 13 millones de pesos. "Cuando fui con un topógrafo a establecer los linderos y hacer el cerramiento, me salió un señor a decirme que esa tierra era de otro", afirma Blanca.

José Fernando Arroyave Alzate dice que es el propietario del predio. "Ella quiso cerrarlo, pero los linderos son diferentes a los que tiene", explica. Blanca Rodríguez le compró la tierra a Carlos Hugo Gómez, quien era propietario desde el 2008 y Arroyave Alzate le compró a Noelba Salgado Castaño.

"Esos terrenos los tenía la señora hace 22 años, y se los compró a personas que los tenían 40 años atrás. De manera que no puede haber equivocaciones. Esos terrenos se mantienen iguales", asegura Arroyave.

Más pequeño

El lote también perdió metros, según las actuales escrituras. En el 2008, cuando Carlos Hugo Gómez lo compró, la Alcaldía de Neira y el IGAC certificaron que tenía 2 mil 76 metros cuadrados, pero ahora el lote pasó a tener mil 940. Es decir, se perdieron 136 metros cuadrados que nadie se explica dónde están, pues el lote no ha sido desenglobado.

"Los papeles dicen una cosa y ahora quieren certificar otra. Además, me fui a poner la denuncia en la Inspección de Policía y no me la recibieron. Luego, un funcionario quiso enredarme diciéndome que era que la tierra se encogía, y cuando le pedí explicación científica cambió de colores y dijo que se había equivocado", cuenta Blanca.

Finalmente llevó el caso a la Fiscalía. "La fiscal me dijo que no tenía tiempo para atender este asunto, que lo investigara por mi parte. El primer día me dio permiso de ir a cerrar mi terreno, pero cuando estaba allá me mandaron a la Policía y me tocó salir. Incluso me trataron mal y me agredieron", narra la afectada.

Por su parte, José Fernando dice que el problema quedó arreglado. "La fiscal vio que yo tengo unas escrituras diferentes a las que tiene Blanca Rodríguez, de manera que es ella la que tiene que solucionar, porque está equivocada de linderos".

Sin resolver

José Rogelio Díaz Martínez, técnico profesional de la secretaría de Planeación de Neira, conoció el caso. Asegura que el problema se debe a que Blanca al parecer estaba modificando el cercado de un terreno que no le correspondía. "Lo que pasó es que hay tres propietarios que vendieron sus terrenos al mismo tiempo. Esos son terrenos que la gente tiene por tradición en más de 30 o 40 años. Tengo entendido que el proceso ya está en el juzgado", aseguró el funcionario.

Indicó que no son ellos los encargados de verificar el estado de los lotes que se compran, y que las fichas catastrales las entrega la oficina de Tesorería y de Instrumentos Públicos, porque incluso previamente ha sido información suministrada por del IGAC.

Con respecto al encogimiento de la tierra comentó que "es en el IGAC donde deben solicitar la actualización del área".

Igualmente hizo la recomendación a los dueños de predios que soliciten la actualización de área, para que se eviten a futuro enredos como éste. "Ahora se cuenta con equipos que antes no existían y la gente podrá saber con exactitud hasta dónde llega su predio".

Por ahora, Blanca Lucía Rodríguez dice que está tranquila porque ha hecho todo el trámite legalmente. Confía en poder desenredar la pita y poner en su lote un ancianato campestre.