Esta mañana el municipio de Anserma (Caldas) se mostraba desolado por el cierre de todos los establecimientos comerciales, que atendieron el llamado de los líderes cafeteros y comerciales Norberto Rivera y Diego Valencia S.
Vehículos con pancartas cargados de caficultores, víveres y provisiones, partieron para Remolinos, punto de encuentro con los demás caficultores de la región, manifestando al Gobierno Nacional su inconformidad por la crisis del café.
En Anserma solamente abrieron sus puertas los templos, las casas funerarias y casas de apuestas , que a pesar de ser los recolectores del grano quienes más gastan su dinero en chances y con la esperanza de un golpe de suerte, estos no quisieron apoyar su lucha.
El supermercado El Proveedor, uno de los más populares de Anserma y la región y que trabaja todos los días del año, puso en descanso a sus 150 empleados y cerró sus puertas apoyando el paro nacional cafetero; lo mismo hizo todo el gremio de comerciantes del municipio.
No había donde degustar un buen café, solamente una cafetería en el sector norte, atendió a los amigos del tinto, pero por ventanilla.
En horas de la mañana en la terminal de transportes de Anserma, muy pocos ciudadanos quisieron viajar a diferentes lugares, por temor a quedar en mitad de camino.
Los ansermeños le dijeron sí, al paro nacional cafetero.
Leonel Quilindo Quilindo “El Indio”, un comerciante informal que vende ungüentos, sahumerios y talismanes dijo: “Yo tengo que trabajar, tengo obligaciones que cumplir, yo apoyo el paro y no he
cerrado las puertas, porque yo trabajo en la calle”.
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