35 años renovando figuras e ideas

MÓNICA FRANCO

LA PATRIA | MANIZALES

Jaime Molina regresó hace 15 años de Israel. Cuando arribó a Villamaría decidió que el pesebre de su casa debía ser a imagen y semejanza de la tierra que, históricamente, fue donde crecieron los antepasados de Jesús.
"Para nosotros el pesebre siempre ha sido esencial. Antes lo hacían mis hermanos mayores, y cuando ellos se fueron de la casa yo quedé con la responsabilidad que nos enseñaron nuestros padres desde muy pequeños", comenta.

Según él, este año la celebración de la Navidad y la armada del pesebre han sido especiales, pues sus padres cumplieron 75 años de casados, un motivo más de celebración.
"Fueron ellos los que nos inculcaron que la Navidad es para compartir y que debemos permanecer unidos como familia", puntualizó Jaime.

Desde que regresó a Colombia, después de tres años de estar fuera, se reúne cada primero de diciembre con cuatro hermanas y desocupan la sala de música de la vivienda. "Como mi madre ha estado un poco enferma este año solo utilizamos la mitad del espacio, para dejarle a ella un pedazo donde cada mañana toma el sol".

Agrega que utilizan elementos reciclados como papel, que pintan para hacerlo similar a los desiertos que se ven en Israel y que tardan en construirlo entre dos y tres días.
"Mi figura favorita es el monje que se está cubriendo la cara con la mano, porque la traje desde allá y evidencia el clima que se vive en este país", puntualiza Jaime.
Para conseguir figuras nuevas, pues utilizan algunas que sobreviven desde hace más de dos décadas, este año invirtieron unos $150 mil pesos, que recogen por cuotas entre los hermanos. "Lo importante es destacar la alegría y la unión que se debe tener en estas fechas decembrinas".