Andrés Rodelo
LA PATRIA | Manizales
Bogotá
Juan David Gacha, de 17 años, recuerda cómo los noticieros de televisión le forjaron una idea de lo que es Bogotá. A menudo observaba la pantalla chica para enterarse de robos a mano armada, colados en Transmilenio, inseguridad en los taxis, etc., hechos que lo convencieron de que la capital era una tierra de nadie. Pero luego caía en la cuenta de que vivía en Norcasia (Caldas) y se decía a sí mismo: "Eso es problema de ellos. Yo aquí vivo feliz con mi familia y mis amigos".
Los días del colegio terminaron. Juan David obtuvo un resultado superior a 310 puntos en las Pruebas Saber 11, que lo avaló para postularse a uno de los 10 mil créditos condonables de la primera versión del programa Ser Pilo Paga del Gobierno Nacional. La iniciativa costea desde este año las matrículas y el sostenimiento de alumnos del país con buen puntaje en el examen y que no tengan recursos para acceder a la educación superior. Él hizo el papeleo y fue favorecido.
Adaptación
Hoy estudia Ingeniería Industrial, en la U. de La Salle, de Bogotá. Los problemas de la capital, que consideraba lejanos y que afectaban a desconocidos, los mismos que veía en los noticieros, se convirtieron en sus problemas. Juan David vive en el barrio Arborizadora Baja y toma el Transmilenio en la estación Portal del Tunal para ir a estudiar. Un día, en medio de una aglomeración de personas que se alistaba para saltar a un articulado, sintió ganas de escuchar música en el celular. Se colocó los audífonos, pero al buscar su Nokia Lumia 5020 en el bolsillo se percató de que no estaba.
"Me compré otro, pero no aprendí, porque lo seguí guardando en el bolsillo. Me volví a meter entre la gente en la estación y sentí que me lo sacaron. Me volteé y, ofuscado porque era la segunda vez que me robaban, pregunté: '¿quién fue?', pero nadie me dijo. Un señor me regaló un minuto para marcarle al celular, pero ya estaba apagado. Me acerqué a un policía y le puse la queja. Me dijo: 'hermanito, nada que hacer porque no sabemos quién fue'", recuerda el joven.
Piloso
Juan David sabe que, de no ser por el programa Ser Pilo Paga, habría tenido que trabajar medio tiempo para costear sus estudios universitarios. "Me hubiera tocado, porque mis padres no tienen muchos recursos. Soy un afortunado. Cuando escuché que el Gobierno iba a regalar esos créditos me pareció genial. Ahora solo tengo que dedicarme a estudiar", dice.
Manizales
Natalia Maritza Bolaños, de 18 años, es oriunda de la vereda Chircal Bajo, del municipio de San Pablo (Nariño). Ella cursa segundo semestre de Enfermería, en la U. de Caldas, gracias al programa Ser Pilo Paga. "La ayuda del Gobierno me permite estar aquí en Manizales, porque mis posibilidades económicas son limitadas. Si no me salía esto, el plan B era estudiar Contaduría Pública en la U. del Cauca y trabajar medio tiempo para pagarme los estudios", cuenta la joven.
Recuerda que los primeros días le costó acostumbrarse a la ciudad, pero que la motivación de salir adelante le ayudó a lograrlo: "Gracias a Dios Manizales es muy tranquila en comparación con otras ciudades como Cali y Bogotá. Me ha ido muy bien. Gané todas las materias del primer semestre. Cada día que estudio confirmo que lo mío es la enfermería".
Fue un sábado el día que se enteró de que era una de los 10 mil pilos colombianos. "Lo recuerdo como un momento muy emotivo. Les conté a mi mamá, mi papá y mis hermanos. Todos estábamos felices en la casa de campo en donde vivimos. Es la recompensa de ser juiciosa, pues siempre ocupé el segundo puesto en el colegio y es una motivación para que los jóvenes de bajos recursos aprovechen esta oportunidad de estudio del Gobierno Nacional y salgan adelante".
Más pilos
El Gobierno Nacional anunció una segunda versión del programa Ser Pilo Paga, que beneficiará a 11 mil estudiantes que logren puntajes superiores a 310 puntos en las Pruebas Saber 11 y que no tengan recursos para acceder a la educación superior. Los mil créditos condonables adicionales que trae esta versión son para jóvenes que quieran dedicarse a la docencia. Los beneficiados, así como en la primera versión, solo podrán escoger carreras de universidades certificadas en alta calidad, es decir, que en Caldas los pilos podrán estudiar en las universidades de Caldas, de Manizales, Autónoma y Nacional. Los favorecidos de la segunda versión del programa se conocerán el 17 de octubre.
Los de la Nacional
51 pilos de Caldas y de otros departamentos estudian en la U. Nacional sede Manizales. Todos siguen cursando la carrera que eligieron el primer semestre. El claustro recibe $ 16 millones semestrales por el valor de las matrículas.
Los de la Caldas
87 pilos de Caldas y de otros departamentos estudian en el claustro. Eran 92 el primer semestre del año, pero cinco se cambiaron de carrera a otras universidades. El programa lo permite mientras sea solo una vez y solo en el primer semestre. $ 12 millones y medio semestrales recibe la Caldas del Ministerio de Educación por concepto de matrículas.
Inversión
La inversión del Gobierno Nacional por los 138 beneficiarios que estudian en Caldas es de $ 357 millones 885 mil pesos. El valor comprende el costo anual del programa académico y el apoyo de sostenimiento. Las cifras corresponden a la primera versión del programa, en la que participaron las universidades Nacional y de Caldas, pues en ese momento eran las únicas instituciones de educación superior que tenían la acreditación de Alta Calidad en Manizales.
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