La siguiente ponencia participó en la 1er. versión del Foro Juvenil: Imaginando al mandatario ideal, organizado por el Programa Prensa Escuela y apoyado por la Corporación Cívica de Caldas. Este se efectuó el 1 de septiembre del 2015.
La verdadera crisis que afronta nuestro país, es la ausencia de líderes que logren llegar a su comunidad cumpliendo los objetivos propuestos. La historia no puede desconocerse y desde épocas remotas hemos tenido en el poder gobernantes que solo se preocupan por administrar y esa no es la razón de ser de un mandatario, no necesitamos jefes, administradores o personas con don de poder y autoridad.
Necesitamos un líder que nos oriente con su enseñanza, con su ejemplo, con su dinamismo, con su actitud de entrega; comprometiéndose con acciones, que inspiren confianza y no que nos venda su palabra con falsas promesas.
La fórmula mágica de un verdadero Mandatario debe tener el sello de calidad, en su transparencia, que se comprometa con una misión y le permita trascender a su realización. Los partidos políticos de nuestro país deben centrar todos sus esfuerzos en la formación de personas que inspiren confianza en sus seguidores, que proponga alternativas de solución a los problemas de la región porque realmente siente el clamor de una comunidad.
Queremos un líder jovial, no por su edad, sino por sus pensamientos renovadores en pro de una sociedad que aclama la recuperación de sus valores para una juventud díscola que se encuentra embotellada en medio del vicio, la droga, el alcohol, problemas sociales latentes en nuestras instituciones educativas, que al parecer nuestros gobernantes no le prestan la debida atención y concentran todo su potencial de autoridad en su propio bienestar y en sus intereses personales. El poder no puede desnaturalizar al gobernante, Sófocles dice: “Difícil es conocer la mente del mortal o su corazón, hasta que se prueba en la cúspide del poder, porque el poder desnuda al hombre”, hay que romper con este paradigma porque el Mandatario se debe al pueblo y no el pueblo al mandatario. Hay que ir de la mano con la comunidad, resolver sus problemas, satisfacer sus necesidades y transformar o crear cambios que nos permitan salir del caos social en el que nos encontramos.
Albert Einstein, considerado por muchos como el cerebro más brillante de nuestro tiempo, decía que era más importante “la imaginación que el conocimiento”, ya que todos los avances del hombre se inician con un gran sueño, pues el sueño que hoy queremos ver convertido en realidad es el despertar con un Mandatario que le dé significado a nuestra razón de ser porque ha decidido cambiar sus intereses personales por estar inmerso en los problemas de la comunidad, dejar su escritorio para involucrarse con la juventud y dignificar la familia que es la base de la sociedad.
En conclusión el Mandatario ideal es honesto y eficiente, No improvisa, planifica teniendo en cuenta que este trasciende a la acción con metas alcanzables y realizables que le permitan un verdadero desarrollo social. Es conciliador, respetuoso, amable, honesto, sincero. Es un líder no un jefe. Debe tener un núcleo familiar sólido que le permita con su ejemplo llegar a cada una de las familias de la región. El Mandatario ideal escucha y resuelve los conflictos sociales.
La juventud está sedienta de un Mandatario con características de líder soñador y transformador.
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