Es común encontrarse en las redes sociales artículos como las “10 cosas que la gente debe hacer antes de cumplir 25 años”. El tedio que sienten las personas cuando alguien pretende moralizarlas es enorme. Si alguien tiene la costumbre de ir por la vida divulgando sus apreciaciones morales y diciéndole a todos lo que considera que está mal, tarde o temprano, será tachado de moralista. La gente detesta que la sermoneen, sobre todo la gente joven, que es a la que suelen sermonear con mayor insistencia. Pero si lo anterior es verdad, ¿por qué tienen tanta aceptación los listados de las “25 cosas que debes dejar antes de tu próximo cumpleaños”, o semejantes, en los que pretenden decirnos lo que debemos hacer?
La “moraleja” de una película o la “enseñanza” de alguna novela, o programa de televisión, son muy bien recibidas cuando no son evidentes. Muchas veces, la manera como se expresa el “mensaje” no resulta tan sutil, pero esto se perdona si los espectadores quedan convencidos de que fueron ellos los que llegaron a la conclusión, a su propia interpretación, según dicen. Si se oyen frases como “la película me llevó a pensar”, “después de ver la película me acordé”, “me hizo a sentir”, “es como si hubieran escrito la novela sobre mí, “ese programa es muy bueno porque pone a pensar a la gente”, etc., significa que la película, la novela o el programa de televisión han tenido éxito. El “mensaje” se pudo transmitir y las personas no quedaron con la impresión de que la intención que hay detrás sea la de aleccionarlos o moralizarlos –entre otras cosas, porque la intención que hay detrás es la de estafarlos–.
Eso no es lo que ocurre con los listados de internet, a través de los cuales sí pretende decírsele a uno lo que debe hacer, o lo que está mal, explícitamente. En ellos se enumera una serie de cosas –casi siempre 10, un decálogo, como los mandamientos que recibe Moisés– que la gente debe hacer en alguna situación determinada o, en general, en la vida. Por ejemplo, “Las 10 cosas que debes hacer antes de tener una relación seria”, “Las 10 cosas que no debes hacer en una relación”, “10 cosas que jamás debes hacer cuando preparas un asado”, “10 cosas que no debes decirle a una mujer nunca” o “10 cosas que debes evitar si tienes colitis”. No es descabellado pensar que se trata de un nuevo género literario: el listado virtual.
Dicho género se caracteriza por asumir un punto de vista que promueve una visión autónoma de la vida, “vivir al máximo”, dirían. Probar cosas nuevas, “hacer tonterías”, “moverse de un lado a otro” –como si ese tipo de movimiento fuera muy extraño–, en términos generales, disfrutar y ponderar el placer por encima del compromiso; sobre todo, cuando se está joven y se puede viajar sin ciertas preocupaciones que más adelante se convertirán en un impedimento, según dicen. Si tienes colitis, evitar al máximo el sufrimiento que pueda causarte –cosa bastante razonable–. Amor sin ataduras, sexo sin pudor y trabajo sin rutina, recomiendan, como si se tratara de una canción de Arjona.
La pregunta es, entonces: si estos listados pretenden decirle a la gente lo que debe hacer, la manera en la que debe vivir, si pretenden aleccionar y moralizar explícitamente, algo que no tiene buena acogida entre las personas, ¿por qué son tan bien recibidos?
PAC
El uso de este sitio web implica la aceptación de los Términos y Condiciones y Políticas de privacidad de LA PATRIA S.A.
Todos los Derechos Reservados D.R.A. Prohibida su reproducción total o parcial, así como su traducción a cualquier idioma sin la autorización escrita de su titular. Reproduction in whole or in part, or translation without written permission is prohibited. All rights reserved 2015