La oposición se hace a pulso
Los esfuerzos de la izquierda (entendiendo izquierda en estas líneas como todo aquello que propone y lucha por alternativas que sirven de espada y/o escudo al grueso de la población), tendrán que ser siempre dobles o hasta triples: por un lado, desmentir a los manipuladores, a quienes llevan el poder en las garras y en el hocico y, por el otro, construir lo que se cree mejor, pero no como individuo sino como colectividad, alimentarlo, replicarlo.





