La Asociación de Personas con Discapacidades (APD) cuenta con 110 orientadores de los cuales el 87% están en situación de discapacidad, con una pérdida de capacidad laboral superior al 20%. El 13% restante son familiares que apoyan el proceso desde su creación. De acuerdo con la entidad, un logro es el trabajo de las Zonas Azules en cumplimiento de un contrato en concesión con la Alcaldía de Manizales.
En este programa, destinado al estacionamiento organizado de vehículos, laboran 177 personas, distribuidas en 90 zonas azules demarcadas hasta hoy. Del 23% de los recursos de la APD, un 6% son destinados a la financiación de acciones de prevención y atención de la discapacidad en la ciudad, con las cuales se benefician los orientadores vinculados al programa y otras personas en situación de discapacidad de Manizales.
José Irme Calderón administra el programa y destaca que para este empleo primero se estudia la hoja de vida y una vez elegidos se capacitan en servicio al cliente. Aprenden a desenvolverse de forma eficaz en su entorno y a gozar de mayor independencia para desempeñar una función productiva en la sociedad.
"Hay 112 hojas de vida en cola esperando por trabajo, pero no podemos emplearlos a todos", dice José. Por ahora, sin muchas esperanzas, destaca el trabajo de los grupos terapéuticos, los cuales son una estrategia de rehabilitación social integral de personas en situación de discapacidad.
El objetivo del Ceder es llegar a una población extraedad, que no está cubierta por el Ministerio de Educación y el sistema educativo, por lo que se convierte en una articulación entre la educación y la salud. Según su directora, Adriana Arango Gómez, la atención no acaba, dado que se reciben personas desde cero a 100 años.
Destaca que este es el tercer año que se trabaja con la Secretaría de Salud en la campaña de sensibilización de inclusión laboral, con el objetivo de que las empresas pierdan sus miedos frente a este proceso y miren que las personas con discapacidad, después de un proceso de rehabilitación, pueden ser competitivas y eficientes. "Obviamente abrir las puertas es mirar la diversidad de las personas y entender que tienen potenciales, por eso hay un acompañamiento. No solo es ubicarlas en un puesto de trabajo, sino hacerles un seguimiento".
Aunque el Ceder trata casos complejos cognitivos, asegura que el proceso ha sido interesante y el porcentaje de personas rehabilitadas mejora, aunque no se compromete con cifras concretas, pues es un proceso muy variable. "El objetivo es que se haga un proceso integrado, para que no se se frustre, porque el empresario maneja su empresa y el discapacitado su discapacidad”.
También destaca que este año se adelantan nuevas estrategias de sensibilización para que las empresas abran sus puertas, con el apoyo del Ministerio de Trabajo y la fundación Best body.
Rodrigo Giraldo, coordinador misional del Sena, destaca el avance en formación que se ha logrado, en convenio con entidades como el Ceder. Solo este año se han logrado capacitar en formación técnica alrededor de 370 personas con limitaciones físicas, auditivas, visuales e incluso cognitivas y sicológicas. "Los primeros pasos han sido difíciles, pero hay más empresas con programas de inclusión social y muy reconocidas por su apoyo a este tipo de iniciativas".
Destaca que incluso en el mismo Sena se ha alcanzado un nivel de inclusión con trabajadores que por culpa de la violencia quedaron con algún nivel de discapacidad.
Un hecho lamentable es que si bien el número de personas formadas ha sido importante y en los últimos cinco años esa capacitación puede alcanzar los 1.500, no todos llegan al mercado laboral.
Algunos estudios estiman que ese promedio de inclusión laboral puede alcanzar el 50%, pese a lo cual no todos acceden a un empleo formal, motivo por el cual deben acudir a actividades informales y de subempleo para acceder a un ingreso que le permita ayudar económicamente a su familia.
En la actualidad el Servicio Público de Empleo del Sena tiene una página para ofertas de trabajo destinadas a personas con discapacidad. Allí dan a conocer su perfil como trabajador y así encontrar una alternativa laboral. Las inscripciones se realizan a través de Internet, ingresando al sitio www.colombianostrabajando.sena.edu.co.
La Directora del Centro Rehabilitación Integral Eje Cafetero Teletón, Alba Patricia González, destacó que en el caso de Caldas se iniciaron labores en 2010, y a partir del año pasado comenzaron a trabajar en inclusión laboral.
Un programa destacado es el denominado Poeta, que brinda un plan de capacitación en sistemas básicos a través de Microsoft, para que las personas con discapacidad tengan una herramienta más para acceder a empleo.
Resaltó el interés de grandes compañías de abrir espacios, incluyendo Homecenter, Éxito y algunos call centers.
A la par, la entidad inició hace un mes un programa de emprendimiento con el fin de crear unidades productivas, de tal forma que las personas con discapacidad generen su propio empleo, por medio de una empresa asociativa. La meta es este año crear cuatro unidades para 100 personas, por lo que hoy se está en un proceso de convocatoria para quienes estén interesadas en hacer parte de este proceso, financiado en un ciento por ciento por Teletón.
Cada proyecto contaría con 25 personas, y la meta es que a diciembre el proceso lo conformen dos empresas en Caldas, una en Risaralda y Quindío, con ideas de negocios formuladas en equipo con Teletón.
Hoy Teletón atiende en esta zona unas 300 personas en procesos de rehabilitación, y el objetivo es que una gran proporción acceda a un empleo, pese a lo cual resaltó que es difícil comprometerse con una cifra.
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