
Aunque hace solo una semana el país empezó a oír hablar de Henry Acosta Patiño, a raíz de las columnas de opinión en las que lo señalan como gestor de los acercamientos entre el gobierno de Álvaro Uribe y las Farc, su nombre lleva más de una década relacionado con la agenda oculta de la búsqueda de una salida negociada al conflicto armado en Colombia.
Un papel que viene cumpliendo aún hoy en el gobierno Santos, gracias a la relación de amistad que desde muy joven entabló con Jorge Torres Victoria, con quien habría estudiado durante la niñez, según sus amigos, y mucho antes de que Victoria se convirtiera en el jefe guerrillero ‘Pablo Catatumbo’.
Pese a que los medios se refieren a Acosta Patiño como un empresario vallecaucano, la realidad es que nació en Génova, Quindío, su cédula fue expedida en Armenia y su ingreso a la región lo hizo en los años 70 a través de Sevilla, en el norte del Valle del Cauca.
Fue ese interés que mostró desde muy joven con el cooperativismo, las clases sociales y los sectores agrarios y cafeteros del departamento los que le permitieron que su nombre se posicionara rápidamente como uno de los más reconocidos dirigentes en el Valle.
A finales de los años 70 ya fungía como presidente nacional de Financiacoop y en diciembre de 1980, en reconocimiento a su labor, fue designado, en Chile, secretario general de la Comisión Coordinadora del Desarrollo Cooperativo para la Zona Andina.
Posteriormente, y durante varios años, Acosta Patiño fue gerente general de la Central de Cooperativas Agrarias, Cencoa, donde obtuvo varios reconocimientos por su labor.
Tras una carrera brillante de más de 20 años en el sector privado, dio el paso a la vida pública.
EL SALTO AL SECTOR PÚBLICO
Pese a haber hecho parte de varios gobiernos regionales y locales en el Valle del Cauca, su estadía en esos cargos no corrió por cuenta de la representación de partido político alguno, aunque algunos dirigentes cercanos a él lo han matriculado dentro del holmismo.
Entre otras razones porque fue Carlos Holmes Trujillo García quien le abrió la puerta a la vida pública durante su gobierno (1988-1990), en el que Acosta Patiño se desempeñó como secretario de Desarrollo Comunitario de Cali.
En junio de 1997, este economista graduado de la Universidad del Valle creó junto a su esposa la empresa Consultorías Sociales y Económicas Ltda., Consoeco, con la que varios años después firmó dos contratos con el gobierno Uribe para el impulso de actividades agrícolas en los municipios de Buga y Tuluá, que según una grabación en manos de la Fiscalía sirvieron para acercar al entonces comisionado Luis Carlos Restrepo con las Farc.
Entre el año 2000 y el 2004 estuvo al frente de la Fundación Coomeva, cargo que le dio el aval para formar parte de otras organizaciones. Entre ellas, el Consejo Municipal de Planeación durante la alcaldía Apolinar Salcedo en Cali, como representante de las cooperativas y los microempresarios.
También en el haber de Acosta Patiño, especialista en Cultura de Paz y Derecho Internacional Humanitario de la Universidad Javeriana, figura su labor en varias misiones internacionales con las Naciones Unidas, su trabajo con la FAO en Brasil y estuvo al frente de la Cooperativa de Cafeteros de Occidente, aseguran sus allegados.
También fue contratista de la Empresa de Acueducto de Bogotá y fue asesor de la Fundación Ideas para la Paz, por donde también pasó el actual comisionado de Paz, Sergio Jaramillo.
EL ZAR DE LAS NEGOCIACIONES
El mejor provecho de su amistad con ‘Pablo Catatumbo’ lo empezó a sacar a partir de 2004, cuando fue invitado a formar parte de la gobernación de Angelino Garzón (2004-2007) como secretario de Desarrollo Social del Departamento, cargo que solo cumplió por espacio de un año debido a sus problemas de sobrepeso. Pero poco después regresó como asesor ad honorem en asuntos de paz y convivencia.
Justo para la época, el gobierno de Angelino Garzón venía abanderando el tema de los derechos humanos y mantenía una posición en favor del acuerdo humanitario para la liberación de los doce diputados del Valle en poder de las Farc y se integró el llamado Consejo Departamental de Paz.
También para entonces, ya el gobierno del expresidente Álvaro Uribe había apelado a Angelino para buscar el acercamiento con el jefe guerrillero ‘Pablo Catatumbo’, aprovechando la conexión directa de Henry Acosta Patiño.
“Todo lo que se ha dicho en los últimos días es cierto y el doctor Acosta, a diferencia de muchos otros, siempre ha estado autorizado, como consta en documentos, para hablar con las Farc en nombre de los últimos gobiernos”, aseguró un cercano suyo.
“De hecho, hoy sigue haciéndolo en el gobierno de Juan Manuel Santos y se ha convertido en una especie de recomponedor de situaciones y de su papel han conocido los demás países que apoyan el proceso de paz de La Habana”, agregó la fuente, que pidió reserva porque existe un pacto de silencio.
El martes pasado el propio Acosta Patiño le dijo a El País que “no estoy autorizado para hablar con los medios” y que antes de hacerlo debe realizar algunas consultas.
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