
Luis Francisco Arias B. *
LA PATRIA | Manizales
El ambiente político en Londres se caldea, mientras se acerca la fecha del funeral con honores militares que se le rendirá a la única mujer que ha ocupado hasta ahora el cargo de primera ministra del Reino Unido, Margaret Hilda Thatcher, fallecida por un derrame cerebral a los 87 años el pasado lunes.
De acuerdo con el testimonio del embajador colombiano en ese país, Mauricio Rodríguez Múnera, quien vive de cerca los preparativos del magno evento, el del próximo miércoles 17 de abril "será el funeral más importante desde 1965, cuando murió Winston Churchill", quien recibió honores de Estado.
Igual que el gran estadista y protagonista de la Segunda Guerra Mundial, después de muerta Thatcher sigue generando polémicas, amor y odio que se traducen en contrastantes manifestaciones de melancolía o de júbilo frente a su desaparición.
La química y abogada, egresada de la Universidad de Oxford, gobernó entre 1979 y 1990 ganándose el apelativo de Dama de Hierro, entre otras razones por su papel en la guerra de Las Malvinas, en la que derrotó al régimen dictatorial argentino.
La brillante y controvertida líder conservadora, quien fuera definida por su amigo el expresidente de Estados Unidos, Ronald Reagan, como "el mejor hombre de Europa", deja sin duda una marca indeleble en la historia del mundo.
Rodríguez Múnera, quien tuvo con la ex primera ministra varios encuentros durante los cerca de tres años y medio que lleva en el cargo diplomático, será el único representante de nuestro país en la pomposa ceremonia de despedida. LA PATRIA habló con él.
Liderazgo superior
- ¿Cómo está el ambiente político en Londres a pocos días de los funerales de Margaret Thatcher?
Su muerte es una pérdida lamentable, muy triste, ella fue una persona muy importante para el mundo en el siglo XX. Tenía mucho carácter y capacidad de trabajo y fue una gran líder, a pesar de que hay opiniones divididas en cuanto a lo que hizo, porque tiene grandes opositores y defensores. La inmensa mayoría de los británicos reconocen que fue una figura prominente, la más destacada del Reino Unido, le reconocen que actuaba pensando en el beneficio nacional, con gran patriotismo y que la animaban las mejores intenciones. Gente de los sindicatos y miembros del Partido Laborista han salido a criticar, como el exalcalde de Londres Ken Livingstone, y en el parlamento se ha dado una serie de discusiones sobre su legado. Una figura de esas siempre suscita odios y amores, pero todos le reconocen un liderazgo superior, deja una huella indeleble.
- Thatcher era su vecina en Londres. ¿Durante el tiempo que lleva de embajador tuvo contacto con ella?
Tuve varios contactos personales directos. El primero cuando estaba recién llegado a Londres, le envié unas rosas colombianas como un gesto de respeto y admiración, porque pienso que en su momento ella hizo lo que tenía que hacerse para recuperar la economía inglesa. Como cortesía y respuesta, meses después me invitó a su casa a tomar el té y conversamos de varios asuntos..., ya su salud estaba muy deteriorada. Recordaba a Colombia con especial afecto, habló sobre el enorme potencial de nuestro país y de América Latina y confió en que pudiéramos resolver nuestros problemas de violencia y debilidad institucional. Más recientemente, con el presidente Santos, estuvimos de nuevo en su casa conversando sobre los destinos de Colombia, y recordó la época dura del narcotráfico, cuando el presidente Virgilio Barco le pidió apoyo especial en entrenamiento y en inteligencia para luchar contra el crimen. Con el exembajador británico en Colombia Keith Morris recordamos esta semana que ella insistía en que al presidente Barco no se le podía dejar solo.
Su legado
- ¿Qué cree que ella estaría haciendo si le hubiera tocado afrontar la actual crisis económica en Europa?
Creo que estaría haciendo lo mismo, tal vez no en forma tan radical como le tocó a ella en su momento, porque la verdad es que esta vez la situación es menos crítica. Cuando ella llegó al poder la economía británica era considerada la enferma de Europa. Margaret Thatcher no era una política electorera y oportunista, sino que tenía grandes convicciones en el desarrollo empresarial, sin que el Estado ahogara a los empresarios con burocracia y controles, y evitando los abusos de los sindicatos.
- ¿Cuál es, en su concepto, el principal legado que deja la llamada Dama de Hierro?
Estaba convencida de que había que darle la oportunidad a la gente para que tomara las acciones de las empresas y se convirtieran en inversionistas. Tenía un mensaje claro de que el destino de la gente está en sus propias manos y no en las de un Estado asistencialista, benefactor e ineficiente. Que había que ayudar a los más frágiles, pero que quienes pueden defenderse por sus propios medios deben trabajar y crear empresa. Que la economía y la democracia deben depender de la iniciativa privada, de los individuos y de las empresas. Hoy sus ideas siguen siendo válidas, como hace 30 años, cuando estaba gobernando, y por eso el gran homenaje que le ha hecho el actual Primer Ministro, David Cameron, también conservador, acerca de que ella no solo fue líder del Reino Unido, sino que salvó al Reino Unido.
- ¿Cómo califica su influencia en América Latina, en aquella época?
Margaret Thatcher no solo fue importante para América Latina, sino para el resto del mundo. Su verdadera trascendencia fue a nivel mundial por su ideario político y económico.
- ¿Le parece que la película que se hizo hace dos años, protagonizada por Meryl Streep, la retrata bien?
A mí no me gustó esa película, pese a la gran actuación de Meryl, porque hace un énfasis excesivo en su enfermedad y no le da suficiente espacio a su pensamiento, no comunica bien sus ideas, su legado.
El funeral
Con honores militares en su memoria, el próximo miércoles 17 de abril se realizarán los funerales de Margaret Thatcher, en la catedral de San Pablo de Londres.
En la invitación se especifica el código de vestimenta para el funeral, al que los hombres deberán acudir con traje oscuro y las mujeres con vestido de luto y sombrero, y se permitirán las medallas y las condecoraciones.
Desde el martes el ataúd con los restos mortales de la exlíder conservadora será trasladado a la capilla de St Mary Undercroft, en el Palacio de Westminster.
El cortejo fúnebre, con cerca de 700 militares como escolta, irá desde Westminster hasta la catedral, en cuya ceremonia se hará presente la reina Isabel II junto a su esposo, el duque de Edimburgo, y cerca de 2 mil personalidades de todo el mundo.
Al final del servicio religioso el féretro será levantado por la guardia de honor, y se hará un entierro privado.
Los televidentes de todo el mundo podrán apreciar una ceremonia similar a las que se llevaron a cabo en memoria de la Reina Madre y la princesa Diana de Gales.
Durante el funeral se tendrá un despliegue especial de seguridad que lleva el nombre de Operación Azul por el color que caracteriza a los conservadores, y con el que se pretende controlar las posibles revueltas a lo largo del recorrido.
* Con información de EFE
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