¿Qué es una droga sintética?, esa es la pregunta que muchas personas se deben estar haciendo ahora que el país debate la posibilidad de que se establezca cuál sería la dosis mínima para portar estas sustancias sin ser penado tal y como anunció la ministra de justicia, Ruth Stella Correa. Esto porque por un fallo de la Corte Constitucional, el consumo de esa cantidad mínima ya está despenalizado.
El debate trata, en palabras de Correa, de entender que Colombia es un país consumidor y de asumir este hecho como un problema de salud pública tal y como sucedió en el pasado con la dosis mínima de marihuana y cocaína.
De acuerdo con Correa, la norma actual no establece cuál es la sustancia mínima en materia de drogas sintéticas, por lo que ahora será Medicina Legal la que determine cuánto es esa cantidad.
Pero, ¿qué es una droga sintética?. El médico toxicólogo Camilo Uribe explicó que es la que se produce en un laboratorio, que no requiere del cultivo de una planta y se produce a partir de precursores químicos.
Ahora bien, una droga sintética puede ser legal o ilegal. Se entiende que lo que el Gobierno está tratando de hacer es actualizar el Estatuto de Estupefacientes, ley 30 de 1986, que no contemplaba las sustancias ilegales sintéticas como los derivados de la anfetamina.
¿Qué drogas son?
Se trata del éxtasis, las metanfetaminas y ácidos que se venden en las calles del país. Uribe aclara que existen otras sustancias sintéticas que son legales pero que suelen ser utilizadas como drogas de abuso por los consumidores como los medicamentos psiquiátricos o para el dolor.
“Por ejemplo, analgésicos potentes como la morfina y sus derivados y los medicamentos que se utilizan en psiquiatría. Estos están reglamentados y tienen un control especial. También está la ketamina.”, señaló.
Estas sustancias hoy prohibidas en grandes cantidades, pues la Corte Constitucional ampara el porte de la dosis personal, fueron en algún momento medicamentos como las anfetaminas que se utilizaban para reducción de peso.
Entre esas drogas también está una conocida como “2CB”. Según reveló la Policía Nacional, la sustancia que se consigue de forma exclusiva y que es costosa, viene en pastillas, cápsulas o en polvo de diferentes colores. Sus efectos son parecidos a los del éxtasis y el ácido porque amplifican los sonidos y la percepción de los colores.
¿Cuál sería la cantidad mínima de consumo de las sustancias sintéticas ilegales?
Esa es la tarea que tiene el Gobierno para, entre otros, diferenciar al consumidor del traficante de drogas. Ahora, especulando, Uribe estima que sería una dosis inferior a dos miligramos en el caso del éxtasis y entre 1 y 1.5 en el de la metanfetamina.
Ahora bien, esto no quiere decir que no sean sustancias nocivas para la salud humana. Su efecto a largo plazo, así no se consuma a diario, sino cuando se sale de rumba o cada fin de semana, es adverso.
“Se van desencadenando lesiones importantes en el sistema nervioso central, principalmente pequeños infartos en la parte posterior del cerebro que a mediado y largo plazo van a llevar a complicaciones en el movimiento, principalmente temas de vértigo que discapacitan a las personas”, explicó Uribe.
Igualmente, su consumo ocasiona pequeñas lesiones en el músculo cardíaco y son causas frecuentes de lo que se conoce como muerte súbita.
Prevención
Distintos médicos consultados se mostraron de acuerdo con la iniciativa gubernamental en el sentido de reconocer al consumidor como una persona que requiere ayuda clínica y no como quien debe ser enviado a la cárcel.
“Lo claro es que no es un delincuente sino un enfermo y cuando se despenalice tiene que ser regulada al servicio sanitario donde hay posibilidad de recuperación y no en el sistema penitenciario”, señaló el psiquiatra Rodrigo Córdoba.
Ahora bien, en su criterio no hay posibilidad de saber con certeza si el conocimiento público de que el consumo mínimo de estas sustancias no está penalizado, genere aumento en el consumo de las sustancias por parte de la sociedad.
Por eso, para Córdoba, la iniciativa del Minjustica debe ir acompañada de campañas sanitarias ya que otro probable efecto del consumo de drogas sintéticas, junto con el del alcohol son los trastornos psicóticos y enfermedades mentales.
Por su parte, el director de la Corporación Nuevos Rumbos, Augusto Pérez, señaló que en países de Europa hay personas presas por traficar sustancias más no por consumir.
A su juicio, “no tengo ni siquiera una expectativa de que llegara a haber un aumento del consumo”. Por eso, para Pérez será vital la labor que haga el resto de la sociedad.
“Habrá un ajuste de la sociedad y es que tener una pequeña cantidad no es delito, si los adultos hacemos nada sí existe la posibilidad de que se incremente el consumo”.
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