La presencia de un buque pesquero en aguas internacionales, muy cerca del Meridiano 82 que marca la frontera marítima entre Colombia y Nicaragua, aumentó la tensión entre los dos países, justo cuando la Corte Internacional de Justicia con sede en La Haya, Holanda, está a punto de fallar el litigio marítimo que enfrenta a las dos naciones.
Y es que la presencia del buque extranjero pasó de ser un episodio netamente judicial para convertirse en un acontecimiento diplomático que espera pronunciamientos oficiales de Bogotá y Managua. El diferendo completa ya más de dos siglos, a pesar de que en 1928, mediante el Tratado Esguerra-Bárcenas del 24 de marzo de ese año, las dos naciones definieron sus límites marítimos. Ese Tratado fue ratificado por Colombia mediante la Ley 93 de 1928 y con Canje de Ratificaciones el 5 de mayo de 1930.
En este Tratado Colombia reconoció la soberanía y pleno dominio de Nicaragua sobre la Costa de Mosquitos, comprendida entre el Cabo Gracias a Dios y el río San Juan, y sobre las islas Mangle Grande y Mangle Chico.
Nicaragua, a su turno, le reconoció a nuestro país soberanía y pleno dominio sobre el Archipiélago de San Andrés, Providencia, Santa Catalina y todas las demás islas, islotes y cayos que hacen parte de dicho Archipiélago. Sin embargo, el 2 de febrero de 1980 la Junta Revolucionaria de Reconstrucción Nacional instaurada en Nicaragua, después de la guerra civil, decidió desconocer el Tratado y comenzó nuevamente la reclamación de la soberanía del Archipiélago.
En ese entonces, el Presidente del país nica era, justamente, Daniel Ortega. Desde entonces, los sucesivos gobiernos del país centroamericano continuaron reclamando la soberanía del Archipiélago, argumentando que cuando se suscribió el Tratado de 1928 Nicaragua estaba invadida por los Estados Unidos.
Sin embargo, los títulos, el Derecho Internacional y la tradición histórica demuestran la soberanía de Colombia sobre el Archipiélago de San Andrés y Providencia, soberanía que surge en 1803 de la Real Orden del rey de España, quien con este Acto incorporó al virreinato de Santa Fe las Islas de San Andrés y Providencia y parte de la Costa de Mosquitos.
La demanda
Pero fue en 2001 cuando Nicaragua presenta oficialmente ante la CIJ la reclamación por las islas menores, cayos e islotes del Archipiélago, y reclama la definición de nuevos límites marítimos.
Dos años después el Gobierno de Managua presentó sus alegatos iniciales, y Colombia, meses después sus objeciones. En 2007, Colombia argumenta que la Corte Internacional de Justicia no tiene competencia para dirimir el litigio, a tiempo que mediante un desfile militar ratifica la soberanía sobre las islas.
Pero en diciembre de se año la Corte se declara competente y reconoce la validez del Tratado Esguerra-Bárcenas, admite tramitar la solicitud de Nicaragua. Al año siguiente Nicaragua presentó la memoria sobre el litio, y en septiembre del siguiente año Colombia radicó la contramemoria.
El año pasado la CIJ decidió que Honduras y Costa Rica debían quedar por fuera del litigio colombo-nicaragüense, pues esos dos países reclamaban ser parte del diferendo argumentando que, cualquiera que fuese la decisión, estaban en juego sus intereses en la zona.
Surtidos, como ya quedaron, los alegatos finales de ambos países, ahora se espera que antes de finalizar este año la CIJ se pronuncie y fije los límites marítimos de ambas naciones. Su decisión es de obligatorio cumplimiento, y no tiene apelación.
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