
El Gobierno y la guerrilla de las Farc entregaron ayer el primer informe conjunto del avance del proceso de negociación, luego de siete meses de dialogar en La Habana, en donde tan solo se ha acordado el punto sobre los cambios agrarios.
Al respecto, el documento dado a conocer da cuenta de “los componentes del ambicioso programa de distribución y formalización de tierras”. Se refiere a la información sobre el proyecto para formalizar y actualizar el catastro rural, “como una de las principales fuentes de financiación de los municipios con sus consecuencias positivas en inversión social y uso productivo de la tierra”.
Gobierno y Farc explican además la forma como se espera lograr un plan para delimitar la frontera agrícola y proteger las áreas de especial interés ambiental pensando en las futuras generaciones de colombianos; plantean la creación de una jurisdicción agraria con cobertura y capacidades regionales y el fortalecimiento de los mecanismos que garanticen el acceso ágil y oportuno a la justicia.
Señala el comunicado que otro punto del acuerdo agrícola es “la implementación de planes nacionales sectoriales para reducir la pobreza y la desigualdad mediante obras de infraestructura, riego, salud, educación, vivienda, estímulos a la economía solidaria, seguridad social, generación de ingresos, comercialización, asistencia técnica, ciencia y tecnología, crédito, alimentación y nutrición”.
Finalmente se dice en el comunicado que “el Gobierno considera que esta Reforma Rural Integral debe contribuir a reversar los efectos nocivos del conflicto y las Farc–EP consideran que debe contribuir a solucionar las causas históricas del conflicto".
Reiteran, de todos modos, que los acuerdos que han ido construyendo están condicionados a que lleguen a un acuerdo sobre la totalidad de la agenda, de la que aún falta por discutir cuatro puntos.
Tras concluir el décimo ciclo de conversaciones, los negociadores del Gobierno de Colombia y las Farc retomarán sus diálogos de paz en La Habana el próximo 1 de julio.
"Uribismo también cabría en una Constituyente"
La Habana. Las Farc afirmaron ayer que el uribismo también cabría en la Asamblea Nacional Constituyente que la guerrilla reclama como fórmula para construir la paz en el país suramericano. "Es un asunto de resolver los problemas de todo el país. Deben estar liberales y conservadores, comunistas, socialistas, cristianos y ateos: el pueblo colombiano en su totalidad para resolver los problemas que han generado la confrontación", propuso en La Habana el guerrillero Jesús Santrich, alias de Seuxis Paucias Hernández.
Los negociadores de paz de esa guerrilla ofrecieron una rueda de prensa con motivo del cierre del décimo ciclo de las conversaciones, que han pasado al segundo punto de la agenda: la participación política.
En esta fase del diálogo, la guerrilla colombiana ha hecho de la convocatoria de una Asamblea Constituyente su principal demanda, si bien el Gobierno de Juan Manuel Santos rechaza rotundamente esa propuesta así como la de aplazar un año las elecciones previstas para 2014.
En este sentido, las Farc recordaron que el Partido Liberal fue el único que se opuso a una Constituyente de todos los partidos políticos que asistieron al foro ciudadano de Bogotá sobre participación política celebrado en abril.
En cualquier caso, "lo importante es que se haya abierto el debate" en torno a ese mecanismo, que la guerrilla defiende como posibilidad para blindar un eventual acuerdo de paz y lo consolide como una "norma pétrea que ningún gobierno sucesivo pueda echar atrás".
"Necesitamos esa certeza y esa garantía de lo que se pacte", dijo el número dos de las Farc y jefe de su delegación de paz, el guerrillero Iván Márquez.
Por otra parte y con relación a posibles plazos de duración del debate sobre participación política en la mesa de negociación, Márquez señaló que es "impredecible" aventurar el tiempo que se requiere para un tema tan "importante" y "complejo".
Este segundo punto de los diálogos que intentan ponerle fin al conflicto armado se centra, entre otros aspectos, en la transformación de las Farc en un movimiento legal, si bien la guerrilla reclama reformas como la del sistema electoral o de la justicia para su inserción en la vida política.
Preguntados sobre la "justicia transicional" en un escenario posconflicto, las FARC calificaron esa tesis de "gran montaje y gran cuento" de la elite colombiana, y defendieron que las normas sobre la justicia que se debe aplicar para los rebeldes una vez que se acuerde la paz deberán definirse en la mesa de negociación al igual que otros temas como el resarcimiento a las víctimas.
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