El centro de
convenciones Arturo Gallego del Hotel Termales El Otoño recibió la noche del pasado jueves a la Orquesta Sinfónica de Caldas, que ofreció en ese recinto su segundo concierto formal de la temporada 2013.
Solo 187 espectadores asistieron al recital que se título La música y los viajes
peregrinos, y literalmente el público viajó con las obras de Mendelssohn y Milhaud.
El repertorio estuvo basado en obras que han escrito compositores después de hacer un viaje que, a través de la música, quisieron realzar la belleza de diferentes ambientes como lo expresó Mendelssohn después de regresar de Italia.
“La música no
la he encontrado en el arte, sino en las ruinas, los paisajes y la alegría de la naturaleza de este
bello país”, palabras que confirmó el director titular de la Orquesta, Leonardo
Marulanda Rivera cuando agradeció a los asistentes por llegar hasta el hotel, ubicado en la vereda Gallinazo de Villamaría.
Fue una velada musical llena de magia, que abrieron con las obras Obertura La gruta de
Fingal y La Sinfonía N°4 Italiana, ambas de Félix Mendelssohn Bartholdyen con las que el público se sumergió en un mundo de aventura, viajes y fantasía.
A las 7:35 de la noche salió al escenario el protagonista del concierto, el
trombonista caldense Jhon Wilson González, un músico que conoce desde dentro el trabajo interpretativo y que aporta al atril del director, no solo por su formación, sino también porque fue alumno de Marulanda Rivera y lleva 11 años en la Sinfónica de Caldas.
Como obra central de la velada los asistentes escucharon el
Concertino para trombón y cuerdas de Darius Milhaud.
Esta partitura, sin duda una de las más interesantes escritas para trombón solista, es un claro ejemplo de cómo los músicos franceses de la primera mitad del siglo XX mostraron predilección por encontrar nuevas sonoridades. En este sentido, Milhaud muestra una particular tendencia a la investigación en diversas culturas y la incorporación de elementos propios de otras músicas, tales como el jazz.
Jhon Wilson González ocupó el puesto de solista y supo extraer en todo momento la cualidad sonora propia para cada motivo, con el acompañamiento de los demás instrumentistas.
"Fue un excelente concierto, lo disfruté al máximo, aunque siempre van a existir los nervios, sobre todo en los primeros compases", expresó González después del recital. Ya hace dos años había tenido la oportunidad de ser solista con la agrupación bajo la dirección del maestro venezolano Fernando Ruiz. En esa ocasión interpretó el Concierto para trombón y orquesta del compositor danés Launy Grondahl.
El trombonista caldense aseguró que siempre que se es solista se siente como si fuera la primera vez.
* La música y el más allá
Fecha: 21 y 22 de marzo
Obra: Réquiem W.A. Mozart
Director: Gorka Sierra
* La música y los jóvenes directores
Fecha: 11 de abril
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