Una coral de oro

Elvira Isaza de Arango y Mery Gómez de Robledo llegaron ayer antes de las 7:00 de la noche al auditorio principal de la Universidad Nacional. Esta vez creían ellas no serían las protagonistas del concierto que ofrecería la Coral Santa María, agrupación que integraron durante 35 años, si no sus antiguos compañeros. Pero se equivocaron, antes de comenzar el recital, quienes cantaban con ellas les rindieron un homenaje por ser las integrantes que más tiempo estuvieron en la coral. Ellas que ni sabían cantar aprendieron a hacerlo y hasta terminaron leyendo las partituras sin un conocimiento técnico. "La experiencia fue muy bonita, gratificante, porque aportamos un granito de arena a la cultura del departamento", expresó Isaza de Arango, y Gómez de Robledo replicó: "lástima que no le den la importancia que se merece a la coral, porque durante los 50 años han pasado más de 400 personas", concluyó.
Ellas hicieron parte de las 500 personas que disfrutaron del recital de celebración de las bodas de oro de la agrupación que comenzó con la obra Invitación a navegar, que le dio el título al disco que grabaron en 1998.  Más adelante interpretaron Ubi Caritas y Te quiero, con la dirección de Germán Camilo Salazar.
Después de un intermedio, los 33 integrantes de la coral, acompañados por la Cameratta de la Universidad de Caldas y bajo la batuta de John Arango Tabares, director invitado, interpretaron Sunrise Mass del compositor Noruego Ola Gjeilo, obra que tuvieron el honor de estrenar. Al final, el público ovacionó a la coral de oro, porque es una institución lírica de Caldas.