GEOVANNY MARTÍNEZ
LA PATRIA | MANIZALES
"Mi gato se está quejando
que ya no puede vacilar
que donde quiera que se mete
su gata lo va a buscar..."
En esa estrofa solo aparece un gato y una gata, más adelante viene El ratón, como se titula esta canción que Cheo Feliciano grabó en 1964 en los estudios Belltone de Nueva York. Ese tema pegajoso ha pasado de generación en generación y hoy suena más que nunca en las salsotecas del mundo, incluyendo las de Manizales, a raíz de la muerte de Feliciano, el pasado 17 de abril.
"De noche brinca la verja
que esta detrás de mi casa
a ver si puede fugarse
sin que ella lo pueda ver..."
Sigue sin aparecer El Ratón y menos el Pájaro. Fue tanto el éxito de la canción, que Cheo la grabó en cuatro ocasiones, la primera fue publicada en un LP. titulado Hangin’ Out, del sexteto de Joe Cuba.
"Y no tan pronto está de fiesta
Silvestre felino
tiene que echar a correr
esto si es serio mi amigo
oye qué lío qué lío se va a formar
cuando mi gatito sepa
y es tan simple la razón
el que a su gata le cuenta
no es nada más que un ratón..."
Por fin apareció El ratón que fue pensado como una sátira, una canción con sentido figurado: "el gato, la gata y el ratón no son otra cosa que un hombre, una mujer y un intermediario chismoso que se pasa diciéndole a la mujer: mira, tu marido tal cosa”, le explicó Cheo en una entrevista al periodista y escritor colombiano Juan Carlos Garay, publicada en junio del 2004 en El Malpensante.
En algunos países latinoamericanos en las décadas del 70 y 80 que vivían dictaduras la asumieron como una canción protesta. El historiador César Miguel Rondón narra en El Libro de la Salsa, como una vez le preguntaron a Cheo en una emisora venezolana por la moraleja de la fábula, por el significado oculto de su éxito, y contestó: “No, bueno, no es que haya filosofía. Ahí lo que hay es un gato, una gata y un ratón; yo sé que la gente me entiende, es lo que ahí pasa y más nada”. Y así de simple como respondió también fue su adiós: a los 78 años, el músico puertorriqueño estrelló su Jaguar contra un poste y falleció.
Aún no aparece el Pájaro. Rondón calificó a Feliciano como el Imprescindible; pero en las salsotecas locales se refieren a él como el sonero por excelencia de la salsa, es decir, un genio de la improvisación. En sitios como Bailongo Bar, Síguelo, La Galería Bar, donde regularmente se escucha su música, pero también se baila, se canta, se enamoran y desamoran con ella en clave de congas, guaguancó y montuno, su voz será por siempre recordada. Dicen que era de fábrica.
Aquí entra el Pájaro, como se le conoce en los escenarios locales, nacionales y hasta internacionales a Wilson Arenas, que con su flauta no solo ha llevado un estribillo del pasodoble de la Feria de Manizales por el mundo, sino que logró con ese instrumento compartir tarima con el mismísimo Cheo Feliciano, razón por la que un Pájaro está en la historia del gato, la gata y el ratón.
"Lo conocí hace 18 años mientras me presentaba con un cuarteto de salsa en un bar de El Poblado, en Medellín. Llegó ahí, después de un concierto que ofreció en esa ciudad. Recuerdo que me impactó su presencia, tanto, que la siguiente canción que interpretamos después de que él llegó fue El Ratón"... Pájaro hace una pausa y continúa con su relato: "comencé a improvisar con la flauta y el comenzó a sonear".
En el 2000 asistió a un concierto en Medellín, en el que Cheo se presentó junto con el músico dominicano Johnny Pacheco. Según Wilson, Feliciano le preguntó si había traído la flauta, a lo que él respondió que sí. Aquí vuelve hacer memoria y comenta: "En la mitad del concierto, Cheo le dice a Johnny que tiene un invitado y quiere presentárselo. Después me llama a subir al escenario y tocamos El Ratón. Nos ovacionaron, Pacheco, que ya no tocaba la flauta debido a que padece una artrosis degenerativa, se emocionó mucho en ese momento, además le manifesté que lo que sabía en la flauta se lo había aprendido a él".
Su último encuentro fue en Pereira, en el 2007: "entré al camerino y estaba fumando, lo hacía en cantidades, así que le dije que el cigarrillo lo iba a matar de tanto fumar. Él me respondió que a lo que más le temía era que lo agarrara la muerte fuera de Puerto Rico y justamente fue un premio que le dio la vida el morir en su país, a pesar de que haya sido en un trágico accidente".
En el estadio Hernán Ramírez Villegas fue la última vez que el Pájaro tocó con Cheo Feliciano El Ratón.
Hace 15 años existe Watussi, una tienda de barrio en la carrera 25 con calle 29, que gracias al gusto salsero de Pedro Luis Valencia se convirtió en un lugar exclusivo para escuchar salsa en Manizales. El nombre del local se lo debe a la canción del cantante Ray Barreto. En el 2006 el negocio cambió de propietarios, más no de banda sonora, ahora los encargados de hacer vibrar y disfrutar con la salsa a los clientes son Francisco Javier Villegas Cárdenas, más conocido como Pacho, y Estela Cárdenas Benavides, su madre. Pacho contó qué es lo que más piden del sonero en su local:
1 El ratón
http://youtu.be/erddzOK3Eys 2 Busca lo tuyo
3 Anacaona
4 Cachondea
5 Si por mi llueve
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