Tiene 87 años y goza de una memoria envidiable. Su programa Así canta Colombia cumple 60 años. Chucho Navarro, de Los Panchos, lo acompañó en el nacimiento de su primer hijo Gabriel Eduardo. En 1954 transmitió en vivo a Pedro Infante y el mariachi Vargas cantando desde un avión de Avianca que cubría la ruta Panamá - Medellín. Fue su debut en la Voz de Antioquia, después de renunciar a la emisora Nuevo Mundo y cubrir la etapa gloriosa del fútbol capitalino conocida como El Dorado. Narró los goles de Alfredo Di Stéfano, Adolfo Pedernera y Julio Cozzi cuando jugaron en Millonarios, entre 1949 y 1953.
Es manizaleño y como se titula el tango que más le gusta de Carlos Gardel, Volver, estuvo tentado a volver a Manizales donde comenzó su carrera como el locutor Fantasma. Se trata de Gabriel Muñoz López, eminencia de la radio en Colombia.
Es como una caja de música a la que solo hay que darle manivela para que cuente historias, anécdotas de sus 69 años en la radio.
Su historia comienza en 1945 en la Plaza de Bolívar. Participó en un concurso de la emisora Electra que buscaba un locutor deportivo. Narró con su imaginación un partido Boca-River. Se identificó como el locutor Fantasma para que su papá no lo regañara. Leonidas Otálora Gómez, que era el director artístico de Radio Manizales, lo contrató como narrador de fútbol aficionado.
Su paso a la estación Nuevo Mundo, hoy Caracol, se dio en 1948 después de narrar la carrera Panamericana de Automovilismo, que arrancó en Buenos Aires y finalizó en Caracas. El locutor Lía Oji venía transmitiendo desde un avión y Gabriel fue a Armenia a narrar para Nuevo Mundo el paso de los corredores.
"Eso pasaron en una exhalación, rapidísimo, me tocó inventarme la carrera con polvo y piedra pasando por el Alto de La Línea, Ibagué hasta que llegaron a Bogotá. Esa transmisión fue el pasaporte para que me contrataran. Después narre Santa Fe y River Plate de Uruguay, al otro día me contrató José Samper, gerente de Nuevo Mundo". El resto es historia.
-¿Qué lo enamoró de la radio?
El ambiente, el afecto de los oyentes, porque nunca fui reclamante, grotesco, ni grosero ni vulgar, ni altanero, fui muy dócil, muy agradable. También por las figuras que conocí, como Leonidas Otálora Gómez, doña Helena Benítez de Zapata, Álvaro Mutis, quien fue director artístico de Emisoras Nuevo Mundo. Era libretista y leía noticias con una voz impactante. Me solicitó escribir libretos, aprendí hace 68 años en una máquina de escribir marca brother. Me compré la mía hace 40 años en San Antonio -estado Táchira (Venezuela)- me costó $2.500 y ahora valen $150.000.
- ¿Cómo entrenó su voz para que sea recordada por los colombianos?
En la década del 70 fundé la Academia Arco. Estando en estos menesteres, me llamaron para ser docente de Comunicación Social y Periodismo en la Universidad Jorge Tadeo Lozano, después estuve en la Javeriana, luego en la Universidad Central, fueron 30 años en la docencia, y en esas tres décadas para responder tu pregunta, enseñaba en la Academia Arco vocalización, dicción, locución, lectura y aprendí a respirar, a calentar la garganta haciendo vocales, haciendo sirenas. Actualmente, yendo en el automóvil a Caracol, voy cantando o haciendo sirenas, llego a grabar y tengo la garganta calientica, además nunca fumé, fui buen chupador de aguardiente, pero nunca fumé y eso fue una enorme garantía.
- ¿Qué tan aguardientero era?
Fui copa mundo, nosotros celebrábamos todo a base de aguardiente, espectacular, ya eso mermó, es que los años no pasan en vano.
- ¿Por qué eligió tener un programa de música colombiana?
Es una herencia paterna de mis tíos y tías, todos de Salamina, ellos tenían una estudiantina familiar que era muy tradicional en la década de los 30, conformaban tríos, cuartetos, tocaban tiple, bandola, guitarra, pandereta y cantaban música colombiana. De niño me iba a Salamina, Aranzazu, ahí me recibían mis tíos, me pateaba todas las fiestas, las misas donde ellos cantaban, las reuniones donde interpretaban villancicos, y eso desde niño se me fue quedando y cuando llegó la oportunidad en la Voz de Antioquia de hacer un programa surgió Así Canta Colombia.
- ¿Qué tal es la audiencia del programa que se emite los domingos y a las 12:00 de la noche?
Extraordinaria. Tengo oyentes en Venezuela, Panamá, Japón, Italia, Francia, pero corresponsales inesperados, por ahí hace un año me llegó una solicitud de un muchacho Doku, hijo de Casimoto Caordo Oku, que fue jugador japonés del Independiente Santa Fe en la época de El Dorado. El hijo trabaja en Japón y oye el programa allá, nacido en Colombia, y así muchísimas sorpresas de gente que oye el programa.
- ¿Qué disfruta más: pasillos, boleros o bambucos?
De todo, a raíz de tanta experiencia y de tantos años fui creando una serie de modalidades dentro de la música colombiana. Lo andino básicamente que son bambucos, pasillos, torbellinos, bundes, con voces, con duetos, con tríos, estudiantinas. Un día presenté un programa que causó impacto, que era Voces extranjeras cantándole a Colombia, me acuerdo que presenté al doctor Alfonso Ortiz Tirado, mexicano, cantó en vivo Hacia el calvario, un pasillo de Carlos Vieco, eso fue en el año 57. En el 60 murió en México. Otra modalidad fue lo tropical y lo vallenato, le doy preferencia a Pacho Galán, Lucho Bermúdez y Edmundo Arias, otro del Llano a la cordillera la gente que canta los pasajes llaneros, los joropos alternando con la canciones andinas.
- ¿Cuánto discos tiene en su casa?
No sabría decirle, creo que pasó de 5.000 discos, entre MP3, CD, LP y cintas. Mi discoteca ha variado con los años, se ha renovado completamente.
- ¿Qué recuerda de los partidos que narró viendo jugar a Alfredo Di Stéfano?
Era un jugador extraordinario, un todoterreno, uno de pronto lo veía sacando pelota de la defensa, jugaba en el medio campo, jugaba en la delantera, saltaba, hacía goles de cabeza, me ha recordado mucho a Falcao, un gran jugador, tengo fotos con él entregándole premios de la Philips que le daba radios a los jugadores del mes y Di Stéfano iba cada mes, era el goleador casi permanentemente.
- ¿Recuerda el cubrimiento del Mundial de Chile 62?
Transmitimos la presencia de Colombia en Arica, sus partidos con Uruguay, con la Unión Soviética, el fabuloso 4-4 y después el 5-0 que nos metió el equipo yugoslavo. La transmisión fue por teléfono, el sistema single say band. Estaba uno narrando y de pronto entraba la telefonista: “Hola Río, sí, sí”, y uno tenía que seguir narrando.
- Usted narró los primeros partidos que jugó la selección Colombia en un Mundial, ¿cómo ve la narración deportiva hoy?
Desafortunadamente muy complicada, en mi época uno se limitaba a narrar, a describirle al oyente lo que estaba pasando en el campo de juego, con un gran estilo, siempre con una gran limpieza gramatical, utilizando el mejor fraseo en español. A todos los locutores de la época de El Dorado nos correspondió castellanizar la transmisión. Los tiempos han cambiado, uno tenía permanentemente a su lado una voz comercial y utilizaba el comercial cortico y el más extenso para los descansos. Hoy en día el narrador deportivo es narrador comercial a la vez, hay una jugada y es a nombre de tal cosa, hay un gol y es a nombre de tal otra, hay un fuera de lugar a nombre de tal... Lamentablemente se ha perdido esa vistosidad en el narrador deportivo, porque tiene que revolverle comerciales. Imposición del modernismo actual.
- Las nuevas generaciones lo reconocen por su programa Así canta Colombia, pero también por la parodia en La Luciérnaga ¿le produce risas?
Me da risa, claro, eso es muy simpático. Él interpreta lo que yo le dicto al productor del programa. Desde hace ocho años me llaman a mi casa y me preguntan a quién presenté, a quién no presenté y Don Jediondo trata de imitar mi voz, el fraseo, mis giros de frases, todo eso es mío, él simplemente interpreta lo que está en el libreto. Alguna vez me llamó el productor Jairo Chaparro, me dijo a quién no presentó y le dije que a Carlos Gardel, porque cuando vino yo tenía ocho años y en ese entonces no había licencia para locutores, y así lo sacó Don Jediondo al aire. Nunca le reproché que imitara mi voz.
Los Periodistas Asociados de Manizales (PAM) le rindieron un homenaje el pasado fin de semana a Gabriel Muñoz López y Eucario Bermúdez, por su trayectoria en la radio. La celebración se efectuó en el Teatro Los Fundadores, catedral Basílica de Manizales y Universidad de Manizales.
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