Redacción | LA PATRIA

Polvo eres y en polvo te convertirás. Llegó la hora de convertirse en el semental o la fiera que siempre ha soñado. Esperanza Gómez, la reina colombiana del porno, da cinco tips para que las mujeres sean buenos catres y para que los hombres sen buenos sementales.

Tips para que las mujeres sean unas fieras en la cama:

1.Tener buena disposición a la hora de tener sexo.

2. Tener una entrega total y plena para que se disfrute más. Si nota que no lubrica bien, ayúdese con los productos que hay en el mercado para este tema (ojalá a base de agua).

3. Hacer un excelente sexo oral. A los hombres le encanta. Tenga en cuenta que no puede ser muy fuerte, pero puede haber algo de lengua y succionar el glande.

4. Besar al principio de forma suave. Ya cuando vaya a haber penetración, que sea más fuerte.

5. Entrega total a la hora de la penetración. Si usted está arriba, que se note que tiene el control.

Tips para que los hombres sean buenos polvos:

1. Aprenda a escuchar. La mujeres son muy habladoras. Les gusta que antes de llegar a la cama les digan cosas bonitas.

2. Bese suave y acaricie diferentes partes del íntimas.

3. No llegue de una. Sea paciente y bese suave llegando a la parte íntima. Antes de que haya penetración, practique sexo oral.

4. A las mujeres les gusta la variedad. No siempre haga la pose del misionero, explore otras.

5. El sexo sucio al final a muchas mujeres les gusta. Que no falte una nalgada o una halada de pelo. Sea un chico malo.

Con información de la revista Shock.

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La lengua de gato

La lengua ofrece al ser humano su primera experiencia erótica. Es una postura de sexo oral, independiente de las de penetración vaginal o anal. La lengua de gato expone los genitales femeninos a la boca de él y los deja a merced de sus habilidades.

Respuesta sobre un mito de Esperanza Gómez

Hay varios mitos urbanos alrededor de Esperanza Gómez. Uno de ellos, muy conocido, dice que ella tomó hormonas para que su clítoris creciera.

"¡Ese es el icono de Esperanza Gómez! (risas) ¡Le dicen Gallosaurio, Gallo Claudio! Eso fue casualidad. Yo tenía mi clítoris, pero no era el más chiquito del mundo, eso sí es falso. A mi marido le gusta el fisicoculturismo y yo le dije que le iba a dar gusto haciendo ejercicio pero a cambio, como yo no tenía culito, ni me quería operar ni inyectar biopolímeros ni nada de esas cosas raras, me patrocinara un medicamento que utilizan los que practican esta disciplina para crecer la masa muscular. Lo quería usar así no me fuera a crecer mucho, pero al menos sí me diera formita. Él aceptó pagarme lo de las hormonas, ¡pero yo no sabía que las hormonas iban a tener doble efecto! Después me di cuenta que mi clítoris empezó a crecer. Cuando me aplicaba las inyecciones quería con mi marido en la mañana, en la tarde, a toda hora (risas). Y el malgenio era horrible. Te cambia el temperamento, te da por tener sexo y por pelear también".