
Isabel Vallejo
La Patria | Cartagena
"A algunos corresponsales de guerra les gusta realmente la guerra, tal vez quisieran ser soldados, pero yo solo siento un odio profundo por la violencia". Estas son las palabras del periodista Ed Vulliamy, irlandés de 60 años, que cubrió la guerra de Bosnia, en 1990; los atentados del 11 de septiembre en el 2001, en New York; el estallido de la guerra en Irak, en el 2003, y que en la actualidad es corresponsal de The Guardian, .
El reportero participó como invitado del British Council Colombia en el Hay Festival 2015, efectuado entre el 30 de enero y primero de febrero pasados, en Cartagena. LA PATRIA habló con él sobre su experiencia, trascendencia del proceso de paz que se adelanta en Colombia y cómo enseñar a los jóvenes nuevas narrativas.
- Periodista de guerra ¿de qué está hecho?
Ser periodista de guerra significa estar en casa y darte cuenta de que mientras la gente lee sobre Shakira o las Spice Girl, tú solo estás pensando en que ese es el mundo de indiferencia al que no perteneces. La violencia es nuestro material y por eso es tan extremo.
- Entonces, ¿es pacifista?
No se trata de eso, solo que la guerra, las muertes, las violaciones a los Derechos Humanos no tienen sentido, la guerra deja salir los monstruos y odios que tiene la gente. Nosotros como escritores tenemos las herramientas para escribir, así como el carpintero tiene su madera. Estar y vivir en la guerra implica que dejas de dormir bien y desarrollas un sentido negro de la humanidad.
- Qué lo llevó a Italia, New York, Irak, México... ¿la casualidad, el destino..?
Fui a Italia para vivir la Dolce Vita y aprender italiano. Llegué allá en 1991 y me tocó, entonces, la antigua guerra de Yugoslavia, estaba al lado. Me regresé en marzo de 1995, me fui para New York, y años después viví el atentando del 11 de septiembre del 2001, fue a 20 cuadras de mi casa. Luego terminé en Irak por trabajo y más adelante en México. Esta última si fue diferente, porque quería estar en ese lugar, averiguar sobre la guerra del narcotráfico y cómo Estados Unidos tenía repercusión sobre esta. Pienso que esa es la guerra del siglo XXI, en la que no hay ninguna ideología. Prefiero que un nazi me lleve a una cápsula de gas, a que un zeta me torture.
- ¿Con qué ojos ve el tratado de paz que se adelanta en Colombia?
En mucho está relacionado con la pesadilla del narcotráfico. México es lo que Colombia era hace 25 años. Irlanda es un modelo de lo que hoy vive Colombia, una maqueta en escala pequeña, y nosotros tenemos paz ahora. Sé que el modelo irlandés les ha servido de guía. Colombia ha estado en guerra desde 1947 y tienen el mayor desplazamiento en el mundo, pero el país es tan maravilloso, que no merece esto.
- Pero, ¿qué opina de la mesa de diálogos?
Una cosa es parar a las Farc, a los paramilitares y al gobierno, eso es un triángulo. Una cosa es parar la pelea y otra muy diferente permitir que la gente regrese a sus tierras, que se preserven sus derechos. No solo es la Farc, también se trata de frenar a esas empresas multinacionales que están en contra de los valores agrarios. Ustedes pueden tener un proceso de paz normal, pero también uno más profundo. Pienso que no puede ser posible la paz sin justicia.
- ¿De qué manera hablar de la guerra y la paz desde otras narrativas?
Ustedes son colombianos y aquí las cosas están yendo hacia la dirección correcta. Si los jóvenes escritores pueden disfrutar de este momento, llegará un desarrollo literario. Mi generación lo hizo en 1960. La clave a la hora de escribir es el no creernos dioses sino artesanos con millones de herramientas, corrientes.
También hay que entender las palabras y escucharlas. Jimi Hendrix era guitarrista eléctrico y su músico favorito era Beethoven. Él sabía como usar las reglas, así que hay que aprender a cómo usar las palabras. No importa que seas bueno manipulando la internet, siempre ten un libro y diccionario a la mano. Y un buen vino al lado sí que es importante.
Premios
Ed Vulliamy ganó con sus reportajes de guerra el James Cameron Award y el Amnesty International Media Award. Ha sido nombrado en dos ocasiones International Reporter of the Year. En 1996 se convirtió en el primer periodista que testificó en un tribunal internacional por crímenes de guerra, en la causa por la antigua Yugoslavia.
Destacado
A nadie le importa lo que realmente pasa a su alrededor.
TENGA EN CUENTA
El escritor irlandés fue invitado por el British Council Colombia para que presidiera en Cartagena la presentación de Elipsis, programa literario y formativo en escritura literaria. Este tuvo apertura en el Hay Festival. British, responsable de las relaciones culturales del Reino Unido con el mundo, becó además a diez estudiantes del país (incluyendo de Pereira y Armenia) para que participaran durante cuatro días de los talleres narrativos a cargo del periodista de guerra y la novelista galés Rhidian Brook.
Para leer: Améxica (2012)
Sinopsis: La frontera entre México y Estados Unidos, que se extiende a lo largo de casi 3,400 kilómetros desde el Pacífico hasta el Golfo de México, es una de las zonas de mayor intercambio comercial, con un continuo flujo de personas y mercancías. Desde hace unos años la región también es el escenario de una guerra en la que se enfrentan entre sí los carteles de la droga más mortíferos como el de Sinaloa o los Zetas, numerosas bandas dedicadas al tráfico de seres humanos o armas, y las diversas policías fronterizas y cuerpos militares de élite de ambos países. Desde 2006 hasta 2010, este conflicto ha provocado en México más de 24 mil muertos y en la actualidad ha alcanzado insólitas cotas de crueldad, con decenas de cadáveres decapitados y expuestos en la vía pública, hallazgos de fosas comunes masivas, inmigrantes clandestinos extorsionados y asesinados y víctimas de secuestros torturadas y ejecutadas.
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