
La historia de amor entre la guerrera cristiana Bradamante y el príncipe moro Ruggiero se vivió en el Teatro 8 de Junio de la Universidad de Caldas.
La obra basada en el poema Orlando el furioso, de Ludovido Ariosto, narra los hechos sucedidos en las guerras poscruzadas entre moros y cristianos, y fue montada por el Taller de Ópera de la institución, que en 50 minutos contó el rescate de Ruggiero de manos de la bruja Alcina, por Bradamante, así como la destrucción de Alcina y su imperio del mal.
Cerca de 300 personas llegaron el pasado miércoles al auditorio del centro de educación superior para disfrutar de la puesta en escena en la que trabajaron durante cuatro meses 30 integrantes del Taller, que estuvieron acompañados por 11 instrumentistas de la Orquesta Camerata de la Universidad de Caldas.
La historia
El espectáculo comenzó con un cuadro de súbditos de Alcina, quienes son dominados en una isla por la bruja y su hermana Morgana. Bradamante se viste de hombre para buscar a Ruggiero que cayó en el hechizo de la bruja, que cuando se cansa de los hombres los convierte en piedras.
Bradamante es adiestrada por su tutor Melisso para que los habitantes de la isla la vean como un guerrero, mientras que ella con el amor que profesa por su amado lo saca del hechizo con un beso. Según Germán Camilo Díaz, director escénico de la obra, es el triunfo del amor sobre la esclavitud, la manipulación y el odio.
La puesta en escena marcada por la sensualidad y los siete pecados capitales envuelve al público a través de la música, el baile y las acciones de los actores en una historia poética retratada a través de la ópera, género que el Taller había dejado por un tiempo para realizar musicales como Café con Aroma de Mujer y Gardel.
Confianza entre los actores
Debido a que la sensualidad prima en la obra, los artistas se vieron enfrentados a compartir con sus compañeros escenas cargadas de erotismo. Javier Mauricio Naranjo, actor del Taller de Ópera de la Universidad de Caldas, manifestó que la confianza que hay entre el grupo sirvió para romper el hielo y para trasmitir lo que estaba propuesto en el libreto.
Daniel Giraldo, que interpretó a Melisso, aseguró que gracias a los años que lleva el grupo trabajando junto se logró un acople productivo en el espectáculo donde predominó el profesionalismo. Con él coincidió Lorena Gómez, que personificó a Bradamante.
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