
Aunque es complicado tanto para el estudiante como para los padres, no es el fin del mundo. Aprendan de la experiencia y supérenla en familia.
Q'HUBO| LA PATRIA
La realidad de perder un año escolar es complicada, son muchas circunstancias las que se entretejen. Aún así, es un momento superable y del que hay que aprender.
Con el fin del año escolar, algunos estudiantes y padres de familia se enfrentan a la posibilidad de haber perdido ese año. La falta de comunicación entre padres e hijos hace la noticia de la pérdida una tortura para los jóvenes.
Para los padres es una noticia dolorosa y decepcionante. La sicóloga Patricia Gutiérrez explica las circunstancias que envuelven este momento y que lo hacen más difícil de ‘digerir’. “Por la falta de comunicación de los padres, si yo como estudiante no me estoy comunicando con mi papá, ellos no se están enterando de cómo voy yo en el colegio. Finalmente termina el año escolar y ¡oh, sorpresa! Tengo que decirles a mis padres que perdí el año. Pues es difícil, pienso que la mayoría de los chicos que toman decisiones como intentos de suicidios u otras cosas, lo hacen precisamente por eso, porque no hay confianza con los padres; no tienen una buena autoestima”.
De parte y parte
Que los niños y jóvenes tengan bajo rendimiento escolar responde a falta de acompañamiento de los padres, dificultades académicas, disciplinarias, gravedad en el estado de salud, problemas relacionados al bullying, dificultades familiares o irresponsabilidades en el hogar que impiden dedicación a la escuela.
“Para los padres es difícil, para ellos se genera como una especie de frustración con respecto a las expectativas que ellos tienen para el futuro de los hijos. Ellos hacen un esfuerzo no solo económico sino que generan unas metas con los hijos y ven truncadas todas estas metas a raíz de la pérdida del año. Los niños también tienen sus expectativas, tienen sus metas; para ellos es difícil, especialmente para los adolescentes, quienes tienen ya su grupo de amigos, y pasarán al año siguiente con otro grupo de amigos; es complicado, muchas veces ellos prefieren cambiar de colegio”, continúa la doctora Patricia Gutiérrez.
Por el fracaso escolar, no se puede culpar al colegio o a los hijos. Enfrentarlo, es un trabajo que deben hacer en correlación los padres, hijos y colegio. Los padres deben ser receptivos y seguir algunas recomendaciones.
*Con información de Fecode.edu.co
Tenga en cuenta
• Tener una actitud de escucha.
• No amenazarlos con sacarlos del estudio.
• Poner metas conjuntas con sus hijos.
Consejos
Mirar el proceso de seguimiento que como padres le hicieron a sus hijos, pues en ocasiones actitudes como llamados del colegio o notas que no fueron atendidas pueden provocar esta situación.
En cuanto a los estudiantes es importante tener en cuenta.
• Asumir que se perdió un año escolar y no un año de vida.
• Asumirlo con un aprendizaje y hacer una autoevaluación.
• No inclinarse hacia la deserción escolar.
• No solo llegar con la noticia de la pérdida del año, sino ofrecerles soluciones y un plan de contingencia a sus padres.
Lo más importante es orientar a los hijos e hijas en un momento difícil como este.
El uso de este sitio web implica la aceptación de los Términos y Condiciones y Políticas de privacidad de LA PATRIA S.A.
Todos los Derechos Reservados D.R.A. Prohibida su reproducción total o parcial, así como su traducción a cualquier idioma sin la autorización escrita de su titular. Reproduction in whole or in part, or translation without written permission is prohibited. All rights reserved 2015