MARTHA LUCÍA GÓMEZ
LA PATRIA | MANIZALES
Cantar 40 canciones continuas, algunas más cortas que otras, acompañado del pianista argentino Juan Manuel Pietranera, sin parar, solo lo hace Raphael, el Monstruo de la canción.
El Teatro Los Fundadores fue el escenario en el que 1.020 asistentes, 980 que pagaron por su entrada, pues los 40 restantes fueron cortesías, se dieron el gusto el pasado lunes en la noche de ver a este hombre de 69 años, que superó un trasplante de hígado y que se mantiene, según los seguidores, "cantando como los dioses".
Su voz no ha cambiado ni sus ademanes españoles, abundantes en movimientos. Los aplausos se los ganó desde que salió al escenario a las 8:15, cuando comenzó a interpretar Mi gran noche. Siguió con Yo sigo siendo aquel, pero como preludio dijo: "yo sigo siendo aquel, el mismo, el Rafael de siempre". De nuevo los aplausos.
En el tiempo
Una sobria escenografía, color negro y plateado, que integraba una estructura semejando un balcón elevado sirvió para que el cantante de Linares exhibiera su talento intacto. De fondo un telón, también negro, igual que el vestido de Raphael, en el que durante todo el concierto se proyectaron imágenes y figuras de sus producciones. Las luces también hicieron sentir al público como en un concierto de los años 70.
A Raphael no le faltaron los piropos: "papacito", se escuchó una voz femenina de una de las sillas del Teatro, mientras él empezaba a cantar Digan lo que digan, y después de la que le siguió una serie de los años 60 que el artista denominó "canciones limpias y blancas" escritas por Manuel Alejandro (su productor y compositor), como Tu cupido. Incluso hasta bailó twist.
"Con los años hubo que cambiar un poco las canciones. Manuel Alejandro fue escribiendo otras cosas más trágicas", le contó al auditorio.
Luego vinieron Los hombres lloran también, Ella, con las que el público recordaba algunas estrofas y desde sus sillas cantaba en voz baja.
Las canciones de actualidad, de su álbum El Reencuentro, no las dejó atrás, aunque pocos las entonaron.
Impecable
La gira actual, denominada Lo mejor que hay en mi vida, se centra en su voz, de allí que solo estuviera acompañado por el piano.
Hubo un momento en que no sonó la música y Raphael dejó que el público examinara su voz cantando a capela Para volver a volver. "Impecable", sostuvieron algunos.
Nada soy sin Laura, Desde aquel día, Estuve enamorado, Maravilloso corazón maravilloso, y hasta tangos de Gardel, como Volver, calentaron el ánimo de los espectadores.
Fue un diverso repertorio, de épocas y momentos de Raphael. Para completar las 40 canciones de la noche, la ñapa fue el villancico El Tamborilero. "Hasta el próximo año", se despidió en medio de aplausos y vivas.
Gira de Raphael
Estuvo en Cali, Barranquilla, Medellín, Bogotá, Manizales y ayer culminó en Pereira.
Lo calificó el público
Ana Beatriz Estrada, Chinchiná
Fantástico, Raphael es lo mejor que puede pasar aquí, que él venga. No me pierdo sus conciertos, me parece hermosa su voz.
Luz Mary Bustamante, barrio Los Alcázares (Manizales)
Muy buen concierto, espectácular. No le cambia la voz, toda su música lleva a recordar muchas cosas buenas, tiempos pasados.
Víctor Espinel, barrio Alto Sinaí (Manizales)
Nunca cambia, los años no le dan ese matiz de longevidad ni de juventud, es impresionante. Raphael siempre será Raphael, en su estilo de antes, hoy y después. Conserva el espíritu, eso que hechiza por su actuación, un misterio que solo Raphael 'el monstruo de España' lo tiene.
Rigoberto Llano, barrio Versalles (Manizales)
Extraordinario el concierto, ojalá se siga repitiendo. Es un artista perfecto, al que no le cambia su voz para nada.
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