
SHEYLA ROJAS
LA PATRIA | MANIZALES
Al director Nelson Monroy no le falta el aliento para decir que, a pesar de su salida, seguirá muy pendiente del proceso de la Orquesta Sinfónica de Caldas.
Continúa de cerca con proyectos como la formación del semillero de jóvenes en La Fundación Batuta y asegura que de la Universidad de Caldas salen músicos más fortalecidos, lo que augura un buen futuro para la orquesta.
Hoy, a las 7:00 de la noche, en el Teatro los Fundadores, será la despedida de 22 años de dirección, un homenaje que estará acompañado por la Sinfonía número cuatro de Beethoven y la sinfonía número seis de Tchaikovsky.
Un período que culmina

- ¿Qué experiencias más importantes le dejan estos 22 años en cabeza de la Sinfónica?
Han sido dos décadas viendo cómo se va cualificando la orquesta que empezó con jóvenes. Ha sido un crecimiento con mucho esfuerzo. El elemento más gratificante tuvo que ver con el progreso de cada uno. Pude observar la manera en que se transformaron en músicos profesionales.
- ¿Algún recuerdo que lo haya dejado satisfecho?
En la orquesta hay muchísimos ejemplos de los que he tenido el privilegio de ser testigo. Por decir el caso de Óscar Fernando Trujillo, que empezó como un niño de 12 años, más o menos, siendo un genio con la trompeta, pero completamente necio, inclusive cuando estuvimos en una gira, en la que fuimos a tocar a Bogotá y Villavicencio, tuvo un comportamiento tan inadecuado que por indisciplina fue sancionado. Regresó siendo un joven, cuatro años después. De ahí se ha convertido en un músico muy importante de la región. Hoy por hoy se ha ganado premios nacionales como arreglista, como director y sigue siendo un excelente trompetista. Incluso, en su momento, lo llamó la Sinfónica Nacional, pero decidió quedarse en Manizales y apostarle a este proyecto.
- ¿De la rutina diaria qué es lo que más va a añorar?
Sin duda hacer música, porque siendo director la orquesta era el instrumento para hacerla. Es mucho más rico hacerla que oírla. Ahora paso a escucharla.
- ¿En qué nivel deja la Orquesta?
Entendiendo a profundidad todo su proceso y, a pesar de las etapas de dificultad, considero que todos sus miembros han hecho un gran trabajo, tienen mucho talento y le tienen gran amor a lo que hacen. Esta orquesta en pocos años se convertirá en un ícono en Colombia y, seguramente, en Latinoamérica.
- ¿Cómo ve que los jóvenes piensen en la Orquesta más como una oportunidad laboral que de formación vocacional?
Es todo lo contrario. Claro que se ve como una oportunidad laboral, ya no son los muchachitos de 12 años, ahora están casados y tienen hijos; pero si fuese solo esa cuestión no habría orquesta, hemos tenido problemas financieros, ellos han pasado mucho tiempo sin recibir salario, se han quejado, pero siguen aquí porque siguen creyendo en el proyecto, cumpliendo los compromisos artísticos.
Lo que sigue
- ¿Qué le recomienda al nuevo director?
Debe entender muy bien el proceso de cada músico, para poderlo continuar y completar. Ni forzarlo, ni relajarse. Me parece peligroso que llegue una persona sin analizar ese aspecto y que maltrate ese crecimiento. Sin duda, este es el desarrollo sinfónico de Caldas, de eso se trata. La orquesta no se puede aislar de los otros procesos, debe nutrirse de ellos y estar completamente engranada.
- ¿Cuáles son los retos que asumirá ahora?
Seguiré al lado del cañón, por ahora, haciendo lo que se necesite para que la Orquesta continúe. Estaré en el Taller de Ópera, en la Fundación Batuta y trabajando con la Universidad de Caldas.
Manizales es una ciudad pequeña y se ha logrado que casi todos los actores del quehacer musical se articulen para lograr un desarrollo en conjunto. En este momento se está trabajando en la creación de una maestría de producción escénico musical. Según lo que hemos investigado, hasta ahora no existe una con esas características en Latinoamérica. Así mismo, Batuta debe convertirse en una gran escuela, especialmente en el área de cuerdas, que es una necesidad de la Sinfónica, entonces cultivaremos ese semillero para que todos estos jóvenes puedan llegar y defenderse de una manera idónea, cuando lleguen allí.
El dato
Las boletas para ingresar al concierto de esta noche se pueden reclamar en la Fundación Batuta Caldas, ubicada en la carrera 22 Nº 71-31 de Manizales.
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