Sergio Villamizar 

COLPRENSA | LA PATRIA

Son casi 200 personas las que se embarcan en la aventura de una gira internacional del Cirque du Soleil, viajando de país en país, instalándose entre 45 y 60 días cada vez y que, solo en el caso de los principales países de América Latina, necesitan de casi dos años para preparar la temporada de uno de sus tantos espectáculos.

Una tarea nada sencilla para los 1300 artistas que integran las 20 carpas del Cirque du Soleil y que de manera permanente recorren los cinco continentes. Por eso no es extraño que algunos decidan viajar con sus familias, lo que se convierte en otro tipo de aventura, pero también en un arduo trabajo de disciplina e ingenio para que cada familia siga funcionando como tal y cumpliendo sus obligaciones.

Dentro del equipo del Cirque du Soleil que hasta inicios del mes de mayo estará en Colombia, presentando su espectáculo “Varekai”, existen al menos diez artistas que viajan con sus familias. Uno de ellos es Steven Bishop, clown de la compañía y pieza clave en el desarrollo de la obra, quien hace ocho años decidió dejar su profesión de odontólogo para dedicarse por completo al arte de hacer reír.

“Cuando estaba estudiando odontología, también hacía mímica y realizaba shows de comedia. Siempre estuve mezclando estas dos actividades, en el día en el consultorio y luego en algún centro nocturno, pero cuando el Cirque du Soleil me llamó a trabajar, hace ocho años, no podía seguir con el consultorio, así que me decidí por el arte”, cuenta Steven Bishop, que para aquel entonces compartía su vida con esposa (Cathryn Luckmann) y ya tenía a sus cuatro hijos (Loic, José, Inés y Enzo), quienes hoy están en edades entre los 18 y los 8 años.

No sabían qué les iba a deparar el futuro, pero cuando Cathryn y Steven eran jóvenes estudiantes en París, viajaron por distintas parte de Europa, por lo que tenían el gusto por la movilidad constante e inclinaciones artísticas.

Cuando volvieron a su natal Australia y empezaron a crecer la familia y el consultorio, sabían que volverían al arte y las giras, pero bajo dos condiciones: “Lo haríamos siempre que fuera tiempo completo y que pudiéramos viajar en familia. Cuando llegó la invitación para realizar una audición al Cirque du Soleil, pasaron seis meses antes de que volvieran a llamar, lo que nos dio tiempo de hablar y planificar lo que sería nuestra vida viajando en familia”, explica la esposa.

Así inició una vida por nuevas ciudades, distintos idiomas y diversas culturas, pasando de hotel en hotel, entre aeropuertos, bajo la carpa del circo y con una disciplina especial, porque todo no puede ser paseo.

Nómadas

“Nuestro día comienza a las nueve de la mañana, cuando solemos trasladarnos a la carpa, donde varios artistas, muchos de ellos viajando con sus hijos, hacen clases de gimnasia. Luego Enzo tiene clases de violín con uno de los músicos de la compañía. Mientras todo eso pasa, yo estoy en internet buscando pasajes y hoteles económicos para el siguiente país que visitará el Cirque du Soleil o actividades en Bogotá que podamos hacer en familia. Cuando llega la noche Steven se concentra en su trabajo y los niños empiezan sus clases on-line con Australia, donde ya es la mañana del siguiente día”, continuó Cathryn.

Vale aclarar que los traslados, hospedaje y alimentación de los miembros de una familia, en este caso esposa y cuatro hijos, corren por cuenta del artista y no del circo, por lo que siempre están en búsqueda de buenos lugares y de ofertas en tiquetes, para poder continuar juntos, de lo contrario sería imposible hacer estas extensas giras como familia.

Sí facilita la vida que la logística de este circo canadiense contempla salones-escuela y dos profesoras, que en el caso de la familia Bishop no utilizan, porque las docentes pertenecen al sistema educativo canadiense y ellos prefieren continuar, a través de internet, con el pensum australiano.

Han viajado todo el año durante los últimos ocho años. “En los periodos de descanso, cuando la compañía no está de gira (que son pocos y cortos), al haber vendido nuestra casa en Australia, viajamos y pasamos vacaciones en alguna parte del mundo, que nos guste o que no conozcamos. En estos ocho años hemos visitado nuestro país en solo dos ocasiones”, contó Steven.

En muchas ocasiones las vacaciones del Cirque du Soleil no coinciden con los periodos de descanso escolar, por lo que viajan, pero mantienen sus rutinas de estudios, combinándolas con el surf, que es una pasión que comparte toda la familia. “Surf en la mañana y en las tardes el estudio”, enfatiza la mamá.

“Es un privilegio poder trabajar viajando por el mundo, conociendo todas las culturas y hacerlo en familia. Es verdad que se extraña el hecho de que los hijos tengan una casa y un colegio que no se mueva, pero a la vez, el modo on-line los ha obligado a tener más responsabilidad en sus estudios y una disciplina que quizás otros niños de su edad no tienen”, dice Steven.

Arte y educación

A Enzo, el más pequeño y al que consideran el payaso de la familia, le encanta la idea de hacer parte de un circo, pero quisiera estar en el equipo acrobático. Los demás están interesados en otras artes, como la música y el cine; el mayor de los hijos, Loic, ya estudia ingeniería.

Los viajes les han dado posibilidad de despertar su curiosidad, de querer conocer sobre otras culturas, pues desde muy temprana edad han querido aprender otros idiomas y ya manejan entre 3 y 4.

Su tiempo libre en Colombia, como en otros países, no lo han desaprovechado. “Siempre nos gusta aventurarnos para conocer, salirnos de los circuitos tradicionales del turismo, para encontrarnos con la cultura real de un lugar. Siempre buscamos algo significativo que llevarnos, especialmente su música”, afirmó el clown australiano.

Suelen hacer planes a largo plazo, porque las giras de la compañía así se los han permitido. Sin embargo, una vez terminen su travesía por América Latina no saben qué va a ocurrir, pues aún no les confirman si “Varekai” se quedará girando por el mundo en carpa o se instalará en una de las arenas de la compañía, lo que haría que los planes familiares cambiaran.

“Si pasa a arena, ahí se presentaría una separación de la familia, los mayores irían a la universidad en Australia, yo me iría con los dos más pequeños a Europa y Steven a Las Vegas”, fina