
La actriz manizaleña Sandra Muñoz encontró en Mundos Opuestos la opción de volver a la televisión después de nueve años de ausencia. Ella es la cuota caldense en el reality que estrenó el pasado domingo el Canal RCN.
Muñoz se alejó de la pantalla chica, como parte de un acuerdo con su esposo, un piloto que llevó a los participantes a la Isla de los Famosos. Allí lo conoció, después de casarse se fueron a vivir a República Dominicana. Durante este tiempo se dedicó a su familia y a desarrollar negocios como almacenes de ropa y perfumes. Ya divorciada, quiso volver a la que siempre fue su pasión, actuar y Mundos Opuestos fue la puerta para que ella se reencontrará con el público colombiano.
La manizaleña, que tiene 34 años, desde pequeña soñó con ser actriz y alcanzar la fama. Vendía dulces, revistas y billetes de lotería en compañía de su mamá frente a la Catedral de Manizales. Pasaba los días hojeando las revistas de farándula e imaginándose junto a Guy Ecker y Aura Cristina Geithner. Se inscribió en el Concurso Nacional de Belleza como Señorita Caldas, pero no ganó. Se presentó al canal regional Telecafé donde la escogieron como modelo. Luego viajó a Bogotá y tras varios casting, se le dio la oportunidad de actuar, convirtiéndose rápidamente en un sex symbol (1998).
Ese mismo año se casó con un joven abogado y tuvo un hijo, sacrificando su carrera como modelo y actriz que iba en ascenso. Conoció a la representante Leonor Garzón quien la llevó a Estados Unidos y logró un contrato de exclusividad con Univisión por tres años. Luego se convirtió en la presentadora del programa musical Caliente, logrando gran reconocimiento y aceptación entre el público.
Ahora está en el prime timen de la televisión colombiana con el grupo Infinito en el que comparte el protagónico con los artistas Farina, Ómar Murillo, Giorgio Difeo, Ana María Córdoba, Delmis Muñoz y cuatro participantes más, que compiten con el grupo Eternidad, liderado por Víctor Hugo Aristizábal y en el que figuran los artistas Pipe Calderón, Paola Tovar, Ana Lucía Silva y Sofía Jaramillo, acompañados por los competidores Diana Caicedo, Julieth Pinto, Julián Rendón, Wesley Burger y Abdu Tamara.
Pasado y futuro
La producción del Canal RCN construyó una casa de 950 metros cuadrados en donde los participantes de Mundos Opuestos tienen la posibilidad de viajar entre el pasado y el futuro. Más de 300 metros cúbicos de material fueron removidos de un terreno de siete kilómetros cuadrados, en donde se construyeron además de la casa, las zonas de pruebas y competencia, en las que los participantes demuestran sus habilidades para merecer vivir en las comodidades del futuro o la precariedad del pasado.
Los 20 participantes estarán durante varios meses viviendo y compitiendo juntos, pero separados en dos mundos completamente diferentes. Algunos tienen la comodidad y la tecnología de la vida del futuro, mientras que otros tienen que vivir como lo hacían hace 100 años.
Lo interesante del formato es la forma en que vive cada grupo, pues ambos están en la misma casa, la cual está dividida por un vidrio que traza la línea entre los privilegios y las ventajas del futuro y las incomodidades y necesidades del pasado. Así, ambos grupos pueden observar las acciones y la vida diaria de sus rivales, aunque existe un lugar que se llama el presente, el cual es un patio en donde los participantes pueden convivir durante un par de horas.
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