El jueves 2 de diciembre de 1993, a las 3:00 de la tarde, murió Pablo Escobar Gaviria en el techo de una casa del barrio Los Pinos, al occidente de Medellín. 19 años después el Canal Caracol estrenará mañana a las 9:00 de la noche una serie en la que, según su productora Juana Uribe, se hizo una versión libre del libro La parábola de Pablo, del pensilvanense Alonso Salazar, alimentada de documentos periodísticos.
"Es la historia de Escobar contada con un profundo respeto hacia sus víctimas y a quienes lo combatieron y se opusieron a su poder destructor. Queremos contar esta serie con la capacidad de ver la historia con distancia e ilustrarla de la manera correcta”, explicó Uribe.
El libretista Juan Camilo Ferrand aseguró que la serie documenta un país, sus dirigentes, sus héroes y sus enemigos en el pasado. Propone cuestionamientos, despierta preguntas e inquietudes, refresca y clarifica la memoria y desmitifica la imagen equivocada de Robin Hood y de héroe que tiene Escobar entre un sector de la población, para darle la dimensión del delincuente que fue.
Escobar, el patrón del mal, la protagoniza Andrés Parra, quien encarna al capo. Tiene 34 años, 10 menos de los que tenía su personaje cuando lo mataron. Él dialogó con LA PATRIA acerca de su trabajo en esta serie.
Su punto de vista
- ¿Qué utilidad tiene emitir una serie de Escobar?
Hay una generación de jóvenes que tienden a verlo de una manera muy ligera y por eso creen que es un héroe. Con la serie verán la dimensión de lo que fue. Es una cosa muy delicada que nos costó un reguero y un mar de sangre. Y no solo eso, Escobar también fue el inventor de una corrupción en el Estado, de la impunidad, entonces como ciudadanos tenemos la responsabilidad de asumir una posición al respecto y exigir un cambio, ojalá la serie sirva para eso.
-¿Hay quienes piensan que no es necesario volver a traer ese tema...
Muy hipócritas pretender que pensemos que eso no pasó, porque volvería a pasar y creo que en el país están todas las condiciones para que aparezca otro, porque sigue la desigualdad social, una corrupción vergonzosa y una impunidad que da asco.
- ¿Tuvo temor de encarnar el personaje?
Temor de no llegarle, porque no quería hacer una versión libre de Escobar. Quería transmitir eso que transmitía él. Mi mayor miedo era que Escobar me tragara vivo, me escupiera y quedara como un payaso y me tocara dedicarme a otra cosa.
- ¿Cómo define a Escobar?
Al comienzo no entendía nada de él, me reuní con unos psicólogos que me explicaron la teoría que ellos tienen de lo que pasó con Pablo, un antisocial, agresivo, sádico, que creó sus normas y vivió respecto a ellas y por eso no sentía culpa, pudor, vergüenza, escarmiento. Era capaz de ordenar poner una bomba en un avión mientras bañaba a su hija en una tina.
- Ahora que lo interpreta, ¿qué ha sido lo más extravagante que encontró de él?
Todo lo que hacía era extravagante. Por ejemplo, para amenazar a alguien esperó que estuviera en una finca reunido con toda la familia; él sabía que lo hacía en el almuerzo y le tiró un ataúd desde un helicóptero. Esa fue la manera de decirle: "te vas a morir". Ese 'man' estaba muy loco.
- ¿Se reunió con personajes cercanos a él?
Nunca. Hablar con la familia era un riesgo porque es lógico que ellos tienen una opinión sesgada, entonces me pareció que los libros podían darnos una clave objetiva y neutral de lo que pasó. Me da mucho miedo, no sabría qué preguntarle al hijo de él... Me da hasta pena.
- ¿Qué fue lo más difícil de caracterizarlo?
La voz, porque los audios que hay de Escobar son en la plaza pública hablando de sus proyectos políticos, o entrevistas y no en conversaciones en su casa. Él era un tipo que no respiraba en octosílabos sino antes, es decir, Escobar no terminaba una frase completa. Era muy mal orador. Hacer esa transición del discurso a la cotidianidad fue lo que más trabajo me costó. Todos los audios que encontré de él en internet los bajé a mí teléfono y los escuchaba todo el día para encontrarle el tono.
- ¿Ha recibido insultos o demostraciones de cariño?
Pensé que iba a haber más polémica e insultos, pero al contrario, la gente ha estado muy contenta y ansiosa y con mucha expectativa. De alguna manera ven el respeto, profesionalismo y dedicación que uno le pone al trabajo, y eso lo valoran mucho. Hasta ahora han sido manifestaciones de cariño y apoyo.
- Ha interpretado a tres narcotraficantes. ¿Teme que lo encasillen?
Este es el último porque después de Escobar, ¿qué otro hace uno?
- ¿Es verdad que se ha soñado con él?
Constantemente. Hubo un tiempo que era todos los días, ahora es como dos veces a la semana. Siempre es el mismo sueño: él está con el vestido blanco con el que fue al Congreso y está sentado en una sala hablándome, aunque no me acuerdo de qué. Sé que sabe que me llamo Andrés.
- ¿Teme que haya alguna represalia contra usted?
No, aunque cualquier cosa puede pasar.
-¿Con este personaje llega a la cima de su carrera?
No, apenas estoy empezando. Los actores se cuajan entre los 45 y 50 años, este es otro intento más.
Carlos Marín, Linares
Bueno, porque la sociedad va a conocer cosas que se desconocían de él.
Humberto Castaño, El Carmen
Muy bueno, si conoces la historia del patrón del bien que es Jesucristo, ahora vamos a tener la posibilidad de ver la vida del patrón del mal.
Julieta Duque, Fátima
Muy bien, porque es necesario conocer la historia del país y él hace parte de ella.
Verónica Silva, Chipre
Es bueno porque mucha gente no conoce la historia y tiende a repetirla.
Beatriz Yate, La Enea
No estoy de acuerdo, me parece innecesario recordar esa época tan dolorosa.
María Jaramillo, Villamaría
No me interesa ver la serie porque no quiero tener más elementos de juicio para juzgarlo.
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