
La enorme popularidad de José Luis Perales contrasta con su sencillez. Amante de la jardinería, no dejó de elogiar las orquídeas del Recinto del Pensamiento, lugar donde se hospedó en Manizales. Confesó que regresó al país, porque, según él, los colombianos tienen un gran conocimiento de su obra y son fieles a su música.
El eterno enamorado, como se le conoce a Perales en Hispanoamérica, encontró una nueva mujer a la cual dedicarle canciones: su nieta Manuela, nombre que también lleva una canción de su nuevo disco Calle Soledad. Este lo grabó bajo la producción de su hijo Pablo, que es su representante y con quien estuvo en la ciudad invitado por la Fundación Escenarios de Vida.
Su esposa Manuela, quien lo acompaña desde hace 40 años, época en la que Perales componía canciones para Raphael, Isabel Pantoja, Miguel Bosé, Mocedades, Julio Iglesias, Rocío Jurado, Jeanette y Paloma San Basilio, también vino a Manizales y sigue siendo su musa de inspiración.
El cantautor hispano más versionado del mundo habló con LA PATRIA sobre el momento por el que atraviesa su carrera musical en la que se cuentan cerca de 400 composiciones, pues hace seis años se había alejado de los escenarios.

Renuente a las giras
-¿Por qué, si es tan solicitado por sus fanáticos, no se presenta más a menudo?
Soy bastante perezoso para hacer giras, es muy estresante, sobre todo antes de venir, una vez que vengo disfruto el momento. El 20 de diciembre termino la gira en México y comienzo a sentir nostalgia, luego me recluyo de nuevo, pero me cuesta poner otra vez el motor en marcha.
-¿Entonces en qué ocupa el tiempo libre?
En otras cosas, tengo una gran vocación de compositor, me gusta mucho escribir y paso más tiempo escribiendo que cantando. Me encierro a elaborar vasijas de porcelana traslúcida, también me apasiona la jardinería, realizo viajes arqueológicos y salgo de paseo con mi esposa Manuela.
-¿Por qué se demoró tanto tiempo en sacar un nuevo disco?
Las musas se han retrasado un poco, se han hecho perezosas (risas). Es que a la hora de salir de gira siempre me gusta tener un disco nuevo que aportar, no me gusta vivir de las rentas de las canciones que se han hecho famosas. Además, como era un disco independiente, no tenía una disquera que me condicionara.
-¿Cómo llegó a ser uno de los compositores más virtuosos del mundo?
Se hace lo que se puede (risas). Creo que hay que tener vocación, mi forma de escribir es como mi forma de hablar, las historias que cuento simplemente son crónicas de la vida normal de la gente y de la mía, a las cuales les pongo música. La verdad es que me resulta bonito escribir y no me cuesta trabajo.
Sus gustos
-De las 400 canciones de su autoría, ¿cuáles le gustan más?
Las que más me gustan nunca las he cantando, porque siempre se imponen las que las compañías disqueras o de alguna manera la gente, las ha puesto en los número uno en las listas de radio. Siempre queda un poco de dolor saber que hay canciones que me gustaría haberlas visto más en las listas radiales, pero que las disqueras nunca las promovieron porque no eran comerciales. Por ejemplo, en este nuevo disco, para mí hay una canción que quizás nunca suene en la radio que se titula El Invierno, que es la más poética, me siento metido dentro de ella cuando la canto y me olvido que hay gente. En este momento es mi canción favorita.
-¿Aún sigue componiendo para otros cantantes?
Soy más selectivo, solo le doy a una canción a una gran voz, que me conquiste, de resto se quedan conmigo.
-¿De dónde surgió su pasión por la jardinería?
No sé cuál emperador romano decía que si quiere ser feliz un día, cásese; si quieres ser feliz dos días, tenga un hijo y si quiere ser feliz siempre, dedíquese a cultivar un jardín.
-¿Y ahora está escribiendo libros?
Me la pasé dos años escribiendo dos libros, uno se llama La casa del agua, que posiblemente es la continuación del primero, Los fantasmas del Castro. Es una especie de saga familiar con personajes reales, pero muy fantasiosos. Parto de las historias que me cuentan y los elevo a una especie de locura, soy un amante de la literatura de Gabriel García Márquez, a quien conozco personalmente. Además he leído todos sus libros y creo que está influyendo un poco en mí, porque lo que escribo se convierte en realismo mágico.
-Finalmente, ¿y quién es él?
(Risas). Siempre ha sido un componente de duda, porque mucha gente piensa que es una canción que le hice a mi hija, pero cuando la escribí ella apenas tenía tres años, lo cual difícilmente iba dedicada a ella. La historia es de un hombre que le pregunta a su mujer cómo es el otro del que ella se enamoró… aclaro no es biográfico (risas).

Una hora y 35 minutos duró el concierto que ofreció José Luis Perales el pasado viernes en el Teatro Los Fundadores. Tiempo suficiente para deleitar a sus seguidores con sus clásicos y sus canciones nuevas. A las 8:25 de la noche salió al escenario y abrió el espectáculo con la canción Por si las musas, que lo inspiraron para dejar sin aliento a las cerca de mil 300 personas que asistieron a su recital. Luego interpretó Cómo duele el aire y posteriormente saludó al público: "que bonito esta el teatro esta noche".
Continuó con los temas Amada mía, Le llamaban loca, Soledad y Tú te vas, en esta última lo acompañó el público masivamenete a lo que Perales se refirió: " con un coro tan numeroso y afinado ha sido mas fácil cantar esta canción".
A las 8:51 de la noche presentó a los siete músicos que lo acompañaban en el escenario y siguió deleitando a los espectadores con su amplio repertorio Breve como la luz, De navegar por ti, El hombre y la sirena, El Invierno, confesando en los intermedios de las canciones que a lo largo de su vida le ha cantado al amor, pero también al desamor, que según él, suele aparecer más.
A las 9:25 de la noche cantó Manuela. Le tembló la voz al aclarar que la de su nieta es una nueva canción de amor y el resto de la noche la gastó repartiendo canciones para todos los tipos de amores: infantiles, adolescentes, maduros, adultos y adúlteros. Y para las prostitutas y para novias de un pasado lejano.
A las 9:40 de la noche interpretó su clásico más esperado y solicitado por el público manizaleño que desde un principio se lo pidió anunciando que todo lo que comienza tiene que terminar y después de unos acordes de guitarra pronunció ¿Y quién es él?
La histeria se tomó al Teatro Fundadores, reapareció el coro numeroso y afinado que lo acompañó durante toda la canción. Se despidió y se retiró del escenario, pero regresó al escuchar la acostumbrada solicitud del público "otra, otra" y los complació volviendo a salir a la tarima a cantar Te quiero y Un velero llamado libertad.

¿Con qué recuerdo se quedó del concierto?
Lina Zambrano, Villapilar
Volví a mi infancia con el concierto.
Alba Lucia Hernández, Centro
Una velada maravillosa, me hizo retroceder al pasado y recordar mi juventud.
Leonidas Jaramillo, Chipre
Una velada inolvidable, un concierto que seguramente no volveremos a disfrutar en Manizales. Recordé mi juventud, cuando estaba joven y bello.
Gloria Inés Marín, La Argentina
Como dijo él, que por más que uno en este momento esté con una persona que es muy importante para nuestras vidas, también hubieron otros que en su momento lo fueron.
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