
Colprensa | Medellín
Rubén Blades y Alberto Salcedo Ramos fueron los invitados al cierre del Festival del Premio de Periodismo Gabriel García Márquez que se realizó en Medellín.
Fue un cierre con broche de oro. Dos cronistas, dos narradores que conversaron sobre la estrecha relación de amistad que tuvo Gabo con Blades, historias con las que celebraron la memoria del Nobel de literatura Gabriel García Márquez.
A la cita asistieron cientos de personas que no quisieron perderse las anécdotas íntimas de Gabo, que solo Blades, quien fue su gran amigo, podía contar.
"Alguna vez escuché a alguien que dijo que a Gabo nada le hubiera gustado más que escribir Pedro Navaja, no sé si así lo dijo, pero sí sé que me dijo que yo era un cronista de la música", afirmó el pañameño.
Rubén, que ha sido admirado por las letras de sus canciones, aprovechó el espacio en Medellín para hablar de cómo las escribe y de por qué García Márquez tenía razón al decir que él también era un cronista.
Recuerdos
"Un día le dije a Gabo: voy a escribir un cuento corto y lo voy a cantar", dijo Blades, y así es como con la literatura ha construido aquellas piezas musicales que se convirtieron en íconos de la salsa y en motivo de admiración del Nobel, porque como aseguró el cantante, "escribo haciendo una observación de la vida y de la gente", tal como lo haría un historiador o un cronista, tal como lo hacía Gabo.
En su intervención, que como dijo Alberto Salcedo "solo es una excusa para honrar a Gabo", se atrevió a hablar de ese lado del literato que pocos conocían y resaltó el profundo amor que éste le tenía a su patria.
"De las muchas veces que hablamos recuerdo mucho lo tanto que amaba a este país, a su gente, a Aracataca, siempre fue muy colombiano y me decía que hacía cosas por el país de las que no podía hablar pero que eran positivas, era un embajador y se le reflejaba en la forma en que hablaba, lo que decía y el sentimiento como lo decía", agregó el salsero, para concluir el homenaje rendido a Gabo, del que él, su amigo, no podía prescindir.
De este modo, además de rendirse un gran tributo a García Márquez, se mostró de mano del salsero y abogado que el periodismo es el oficio más bello del mundo, tan así que el panameño no quiso quedarse por fuera de él y lo emprendió en su carrera como cantante, con la que le dio la razón al Nobel cuando le dijo a Roberto Pombo, director de El Tiempo, cuando lo vio leyendo un libro sobre periodismo: "si quieres aprender sobre periodismo escucha las canciones de Rubén Blades".
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