
La gorda se siente hermosa, feliz y muy orgullosa de seguir siendo gorda. Y lo dice sin el menor asomo de complejos.
Es verdad que, como le echó en cara Alejandra Azcárate esta semana en un programa de radio, se hizo el bypass gástrico. Pero es verdad también que lo hizo por razones de salud, después de pasar seis días al borde de la muerte en una unidad de cuidados intensivos.
Propietaria de un almacén de ropa y accesorios para mujeres con sobrepeso, 'La Gorda Fabiola' hizo sentir su indignación tras la publicación de la columna de Azcárate en la que se refería a las mujeres obesas como "sapos desparramados".
-¿Qué opinión tiene de Alejandra Azcárate?
Tenía el concepto de una mujer supremamente inteligente, brillante, mordaz, ácida en sus comentarios, pero hoy creo que fue un desacierto su columna, que se le fueron las luces, que brilló por poco inteligente.
-¿Fueron amigas?
No. Quizá la vez en que más hablamos fue en una teletón en diciembre. Que ella dijera en una emisora que me admira, eso no lo sabía. Ella es tan orgullosa, tan soberbia, en dimensiones tan inalcanzables, que no pensaba que supiera siquiera cómo me llamaba.
-¿Qué opina del humor que ella hace?
El humor jamás puede resultar ofensivo. Cuando se tratan temas tan álgidos, como los defectos físicos, tiene que ser porque tú lo padezcas y te burles de ti mismo. Cuando tú haces alusión a un defecto físico, a un color de piel, a una religión, hieres susceptibilidades.
- Ella dice que fue gorda...
Si ella tuviera presente eso sabría que el mundo de las gordas no es tan fácil. En un país de estereotipos donde las mujeres 90, 60, 90 tienen cabida, no hay espacio para las gordas, ni siquiera en un empleo. He sido una afortunada.
-¿Usted ve el sobrepeso como algo positivo?
Todos los extremos son malos. La obesidad es mala pero la extrema delgadez, también. Ella podría estar incitando implícitamente a que las mujeres deban ser flacas a toda costa.
-¿Qué tan peligrosos pueden ser mensajes como ese?
Viví en carne propia la bulimia de mi hija. Ella no quería ser gorda. Nadie le garantizaba, con 90 kilos, que iba a tener el mismo éxito de la mamá. Sacarla de la oscuridad me tomó seis años. Si Azcárate alcanzara a dimensionar lo que hemos pasado algunos seres humanos por cuenta del sobrepeso y el ideal de la delgadez, se abstendría de hacer esos juicios. No respetó las tragedias que había detrás de cada corazón.
El uso de este sitio web implica la aceptación de los Términos y Condiciones y Políticas de privacidad de LA PATRIA S.A.
Todos los Derechos Reservados D.R.A. Prohibida su reproducción total o parcial, así como su traducción a cualquier idioma sin la autorización escrita de su titular. Reproduction in whole or in part, or translation without written permission is prohibited. All rights reserved 2015