
Hoy se inicia en Roldanillo
El certamen cumple este año 31 años. Mujeres del país se reúnen entorno a la lírica. Evolución.
COLPRENSA | LA PATRIA | CALI
Águeda Pizarro, creadora y alma del Encuentro de Mujeres Poetas que se realiza hace 31 años en el Museo Rayo, en Roldanillo (Valle del Cauca), conversó sobre lo que será esta edición que se inicia hoy y se llevará a cabo hasta el próximo lunes.
Cientos de mujeres de diferentes regiones del país llegan a este municipio a compartir sus palabras sencillas y su inmenso sentimiento. La primera edición tuvo siete participantes y la trigésima, 225. "No solo aumentó el número de asistentes, también la conciencia de lo que es nuestra poesía. Cada mujer aportaba su punto de vista, su sentir y pensar. Nos dimos cuenta de la importancia de la poesía oral, de la poesía y mitologías de las etnias", dice.
- ¿Cuál ha sido la evolución del evento?
El encuentro se ha expandido como el universo después del Big Bang. Cuando arrancó se pensaba en poesía de la mujer como un continente sumergido. "Nos tocaba descubrirnos, bucear en el naufragio de nuestro idioma perdido", en palabras de Adrienne Rich, pionera de la poesía norteamericana del siglo pasado.
En el 85, cuando vine a dictar conferencias con mi beca Fulbright sobre Poesía de la mujer de las Américas no encontraba libros de poesía de mujeres en las librerías y bibliotecas del país, ni siquiera universitarias. Tocaba buscarnos, llamarnos, leernos sin guías ni bitácoras y en un municipio de provincia como Roldanillo.
- ¿Qué dificultad ha tenido para empoderar a las mujeres a través de la palabra?
La estructura patriarcal y el canon excluyente que encuentran las mujeres cuando estudian o escuchan las lecturas en otros encuentros. Como dijo Virginia Woolf, nosotras necesitamos un cuarto propio, un lenguaje que exprese nuestro vivir y sentir. Este encuentro viene a ser una versión colectiva de ese espacio propio que necesita cada una, para oír el eco de su propia voz y saber cómo suena.
¿Qué casos la han conmovido?
Hay muchos en donde todas lloramos o gritamos "evohé", como las mujeres en la isla de Safo.
Encarnación García, juglar del corregimiento Limones (Zarzal) llegó descalza a preguntar si una persona que no puede leer ni escribir podía recitar. Fue un caso del triunfo del verbo sobre la letra. Están también los recitales de Meira del Mar, almadre o alma madre de la poesía, quien miraba hacia un cielo imaginario donde veía escritos los poemas que ya no podía leer con sus ojos y los recitaba. El recital de Matilde Espinosa, un árbol de palabras que creció entre nosotras llamándonos a la conciencia de la injusticia. El retorno de Gloria Cepeda, también almadre, después de su segunda ausencia de Colombia.
- Las Almanegras son una institución. ¿Cuál ha sido el aporte de estas mujeres?
Ellas transformaron el Encuentro. Sin ellas nos faltaba un órgano vital. ¿Cómo se puede hablar de la poesía de la mujer en Colombia sin hablar de ellas? ¿Cómo se puede entender la riqueza de nuestra lengua sin escuchar sus vocablos venidos desde África, y los versos que se mezclaron con décimas y romances que llegaron de Andalucía con las jarchas árabes y hebreas para enriquecernos de música? María Teresa Ramírez, Mary Grueso, Elcina Valencia y Lucrecia Panchano son cultas, profesoras todas, que viven la poesía desde sus raíces africanas y en la oralidad que las empoderó durante la esclavitud y desde la poesía nacional e internacional.
- ¿Al maestro Rayo le gustaba la poesía?
Es una paradoja que un Encuentro de Poetas Colombiana se haga en un museo fundado por un artista de leyenda, figura heroica y patriarcal para muchos. Pero sí, le gustaba la poesía y apoyaba los encuentros. Le daba cierto picante a la sopa de letras verlo allí, hermoso, majestuoso en primera fila, escuchándonos. Toda su vida amó la poesía, me presentó a poetas de su juventud como León de Greiff y las almadres Maruja Vieira y Matilde Espinosa. Me introdujo a la literatura colombiana con Cien años de soledad. Su obra a pesar de ser geométrica es esencialmente poética.
- ¿Qué verso suyo le dedicó?
Fueron muchos. De hecho, los primeros poemas de mi primer libro, Aquí beso yo, fueron primero cartas que le escribí. “Soy tu mujercélaga / encinta de parábolas / ávida de fábulas. / Tristente e incrónica / soy tu musimáquina / mi cólico de nínfula / pasado sin remedio”. Tras su muerte escribí Euridiciente: “Tu vida traspasó la mía, como el relámpago traspasa la piel del cielo con la aguja de su luz”.
Almadre
Este año el encuentro tendrá como nueva almadre a Nora Puccini de Rosado. Ella presentará su nuevo libro, Babel sentimental,en Ediciones Embalaje del Museo Rayo y recibirá el reconocimiento de su vida vivida en la poesía por varias de las más destacadas poetas asistentes.
Invitadas
Olga Elena Mattei
Gloria Cepeda
Marga López
Florence Thomas
Alba Lucía Ángel
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