Chismes de todos los sabores

El precio de la fama
En uno de los tantos preestrenos que tuvo la película 180 segundos invitaron a los familiares de cada uno de las personas que trabajaron en la producción a verla, hasta les incluyeron transporte para su comodidad. Vaya sorpresa la que se llevaron los actores, porque después de la función especial, tuvieron que firmar autógrafos y cuando terminaron fueron a buscar el trasporte que los llevara de regreso a sus casas y se encontraron con la cruda realidad que se había ido con la recua de gente que llevaron al evento. Les tocó salir del centro comercial donde se encontraban y buscar transporte bajo la lluvia. Gajes del oficio.

Perdió el año
En el concierto de Paul McCartney un fotógrafo de la revista Tv y Novelas fue pillado por la seguridad del evento tomando fotos sin permiso, por lo que le quitaron la cámara y después de un arreglo entre ellos se quedaron con la tarjeta de la cámara digital. Cuentan por ahí que la víctima, Fernando Rivera, tuvo que parquearse durante horas frente al hotel donde se encontraban hospedados todo el personal del concierto para llegar a un acuerdo con el jefe de seguridad de McCartney. Lastimosamente el tiempo en el hotel fue perdido porque la persona que le podía devolver la tarjeta se había ido para Brasil al siguiente concierto del exbeatle. Lo peor del cuento es que en esa tarjeta tenía registro fotográfico que debía entregar a la revista.

Víctima de los amigos de lo ajeno
El presentador de En sus marcas, listos, ya del canal Caracol, Diego Sáenz, fue víctima de los ladrones. Diego llevó su carro a un reconocido taller y mientras que lo entregaba, alguien del lugar se le robó el iPod. Obviamente el presentador hizo el reclamo de lo sucedido. El administrador del lugar le dijo que la empresa respondía por el reproductor musical y hasta el día de hoy no ha pasado nada. Ya han pasado dos semanas y los del taller se han hecho los de la oreja mocha. Al parecer a Diego le tocó comprar otro iPod, pero tranquilo colega, que no hay mal que por bien no venga. En su viaje a Corea podrá comprar otro.

Protagonista de la vanidad
Me contaron por ahí que quien anda de vanidosa es la famosa actriz, Andrea Guzmán. Tanto así, que siendo apática para el gimnasio y el deporte, decidió meterse a clases de “TRX” (ejercicios con cauchos) porque se ha visto gruesita últimamente que ha salido en televisión. Recuerden que ella es prima de Amparo Grisales, y es una competencia fuerte. También cuentan que anda con la agenda copada porque se encuentra en plena promoción de la película La Captura de Dago García.

Bazurto huele maluco 
Cuentan por ahí que en la novela del canal Caracol, Bazurto, se están pegando los malos olores, si señores, según las malas lenguas los actores y extras se han quejado del mal olor del vestuario de la producción, tanto así que un extra decidió no ponerse la ropa porque olía feo. Algunas personas dicen, no me consta, que la ropa la lavan, pero en ambientador más no con agua y jabón. Y se ve percudida, sucia y por supuesto mal oliente. ¿Será que no hay plata para mandar a lavar la ropa? Por otro lado rumoran que la protagonista de la historia, Carmen Villalobos, está muy exigente y hasta le armó pataleta a un conductor asignado para la producción, en cambio el protagonista, el español, Miguel de Miguel, resultó ser un ser de luz, amable y paciente.

Busca sospechosos
La actriz Patricia Tamayo se casó hace poco con el también actor, Jairo Camargo, en una ceremonia íntima, personal y familiar. Me contaron que la actriz anda bastante molesta porque una revista de entretenimiento sacó una foto de Patricia con su vestido de novia y dijeron que la sacaron de su Facebook. A la actriz le dio más rabia saber que lo que decían es falso, pues ella no está inscrita a ninguna red social y está buscando quien fue la persona que filtró la foto. Según rumores ella ya tiene a varios sospechosos. ¿Será que la revista dijo que la sacó de Facebook para no levantar sospechas de quien les dio la foto? Esperemos hasta donde es capaz de llegar Patricia Tamayo por saber la verdad.