MARTHA LUCÍA GÓMEZ *
LA PATRIA | SAN ANDRÉS ISLA
Ver el mar de los siete colores es algo que vale la pena para aquellos que visitan la Isla de San Andrés, un destino en Colombia apetecido por los turistas.
Según investigadores de la Universidad Nacional de Colombia sede Caribe, de la que hace parte San Andrés, esto se debe al tipo de arenas, ecosistemas y organismos como pastos marinos, algas y corales presentes en esta zona y que le dan al mar tonalidades de azul, verde y violeta.
En una extensión de 350 mil kilómetros cuadrados de mar y 27 kilómetros cuadrados de tierra es parte de lo que ofrece la isla, con fronteras marítimas con Costa Rica, Nicaragua, Haití, Jamaica, Honduras y República Dominicana.
Se accede a ella por aire o mar. La primera opción es la más usada, un vuelo de máximo dos horas, saliendo del Puente Aéreo de Bogotá o del aeropuerto Matecaña de Pereira. En cualquier terminal aérea no olvide comprar la tarjeta de Control, Circulación y Residencia (Occre).
Esta tarjeta de ingreso tiene un costo de $46 mil 500 y la debe llenar con sus datos personales, tiempo de estadía y sitio de hospedaje. Al llegar al aeropuerto Gustavo Rojas Pinilla, de San Andrés, debe hacer fila para radicar este documento, y conservar la última hoja hasta el día del regreso; sin hacerlo no podrá salir o tendrá que cancelar una penalización.
Para dormir y comer
Los 28 grados centígrados que en promedio se mantienen en la isla reciben a los turistas, pero podrían llegar a 30 grados o más en épocas de verano. La recomendación es llevar ropa cómoda y ligera, igual que el calzado.
Decenas de hoteles están listos para albergar a los viajeros, algunos con planes todo incluido, lo importante es que elija según su gusto y necesidades. Los hay ubicados en el centro, en su mayoría, y otros en el ya poblado barrio San Luis, al suroriente de San Andrés.
Sin embargo, desde hace unos años surgió una nueva modalidad de hospedaje, las Posadas Nativas, casas de isleños que ofrecen alojamiento y alimentación a bajos costos, comparados con los de los hoteles. Por noche se pueden pagar entre $60 mil y $80 mil.
En materia de comidas abra sus sentidos para degustar pescados, mariscos y crustáceos. Filete de pescado, empanada de cangrejo, domplines (tortas de harina) cocidos en leche de coco con pimienta, ceviches y cócteles de camarones, fish ball (albóndigas de pescado) en salsa, y la tradicional fruta del árbol de Pan, con sabor a papa, plátano y yuca, de alto consumo entre los isleños.
También está la colita de cerdo, que llega a la isla en baldes sellados desde Estados Unidos o Panamá y que la gente compra en supermercados.
En los recorridos por la playa del Centro, Avenida Colombia, que ya está peatonalizada, se ubican isleñas que venden en mesas algunos productos de sal y dulces, entre los que se pueden probar las bolas de coco, tortas de maíz y banano y jugos de frutas.
Planes
No crea que por tratarse de una isla es poco lo que hay qué hacer. Los planes abundan, de día y de noche. Tour de compras en donde puede encontrar todo tipo de productos. Recomendados por ser a precios más económicos que en el interior perfumes, rancho y licores, maletas y ropa de cama.
La vuelta a la isla es obligada para quienes van por primera vez. Conocer el barrio La Loma, lo más alto de la isla y donde viven la mayoría de habitantes de San Andrés, es encontrarse con la iglesia Bautista, la laguna de La Loma, casas nativas y otras modernas construcciones.
Luego viene el muelle departamental. Camino a la Cueva de Morgan se puede apreciar una mezquita árabe, el aeropuerto, y Sarie Bay (sector con grandes mansiones donde viven la mayoría de árabes).
En la Cueva de Morgan el museo del coco, galería de arte nativo, galeones, muestra de danzas y exhibición de pertenencias e historia del pirata Morgan, incluyendo la cueva natural en donde escondía sus tesoros, un rato lleno de cuentos y leyendas.
La bahía El Cove; La Piscinita, que es un sitio natural en donde a la entrada le entregan al turista una tajada de pan para tirarle a miles de peces que saltan para coger un trozo. Allí también se puede practicar el buceo.
Más adelante el Hoyo Soplador, espacio natural donde las olas han formado un ducto por donde sale el agua del mar esporádicamente cuando sopla el viento. Allí se pueden encontrar artesanías de la zona.
Más opciones
Otro plan es visitar las islas más famosas del archipiélago: Johnny Cay, Haynes Cay y Rose Cay; esto se puede hacer en lancha privada o en un tour. Hermosas playas, restaurantes, cócteles típicos y observación de especies marinas es lo que encontrará en este viaje.
Hay opciones como alquilar carritos de golf y motos para recorrer la isla o hacer pequeños viajes al Centro, y si su decisión es quedarse en la playa puede hacer caminatas por largas extensiones, alquilar motos marinas, remar o broncearse tranquilamente.
La mayoría de hoteles ofrecen opciones de masajes relajantes, práctica de deportes náuticos y actividades nocturnas en donde el reggae es el rey, incluso en las fiestas que se arman en las playas públicas y privadas.
San Andrés es un destino para repetir en el extremo Caribe de Colombia.
* La periodista fue invitada a la isla por la Universidad Nacional de Colombia sede Caribe.
No se pierda el Jardín Botánico
Una opción poco conocida en la Isla de San Andrés es la visita al Jardín Botánico, propiedad de la Universidad Nacional de Colombia sede Caribe. Son ocho hectáreas dedicadas a mostrar la flora y la fauna del archipiélago y donde profesionales y estudiantes se dedican a la conservación, la investigación y la promoción de la cultura del Caribe colombiano.
El Jardín fue abierto en el 2008, el recorrido completo dura unas tres horas en las que se pueden observar los cinco triángulos que muestran 426 especies de plantas, animales nativos que deambulan por los senderos, un edificio desde donde se observa buena parte de la isla y se pueden hacer bellas fotos.
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