ESTEBAN HOYOS
LA PATRIA | MANIZALES
El ser humano no es el único que sufre trastornos por el cambio de altura. En el tránsito por los climas, los vehículos también experimentan alteraciones en el funcionamiento. Esta variación se da por la falta de adaptación a la temperatura y la altura. En los humanos se conoce como hipoxia.
Es por esto que el rendimiento de los automóviles en zonas costeras o ciudades cercanas al nivel del mar difiere en su comportamiento comparado con lugares como Manizales, Bogotá, los páramos y nevados.
Este fenómeno en las altas montañas no se da por falta de oxígeno en el ambiente, a diferencia de lo que se cree comúnmente, sino en la dificultad que tiene el aire de ingresar al motor, dado que las condiciones naturales no permiten que penetre con facilidad. Caso contrario sucede en la Costa.
“Cuando el carro está sobre el nivel del mar, el oxígeno no es tan denso, lo que produce una mejor combustión. En cambio, en el páramo, el aire es más denso y húmedo, entonces el carro pierde potencia”, argumenta Carlos Arturo Ortiz, mecánico experto en el tema.
El proceso de combustión requiere cantidades abundantes de aire mezclado con gasolina. Cuando el gas no ingresa al vehículo con facilidad, el automóvil tiene que aumentar la dosis de combustible para continuar la marcha y compensar los niveles de aire que hacen falta. Esto es lo que ocasiona pérdida en la potencia y gasto de más combustible.
La gasolina
A mayor velocidad menos consumo. Es la consigna que tiene Carlos Arturo cuando explica el tema. A finales de la década de los 80, los automóviles fueron cambiando el carburador por sistemas de inyección, debido a la capacidad de estabilidad y autorregulación. Estos últimos generan un mayor control sobre el consumo de combustible que los primeros.
Carlos Arturo recomienda llenar el tanque del combustible con gasolina extra cuando se trata de un viaje largo que implique cambios en los pisos térmicos: “Esta gasolina solo combustiona cuando la bujía le aplica la chispa. La corriente, en cambio, combustiona también por temperatura, entonces si el aire es más caliente se consume rápido”.
En cuanto al cambio de combustible, el vehículo no genera líos si se pasa de corriente a extra, pero si el motor está acostumbrado a la pureza del segundo, hacer un cambio podría traer eventualmente problemas en el funcionamiento.
Tenga en cuenta
Según David Montoya Echeverry, coordinador técnico de Renault, antes de realizar un viaje a cualquier destino es importante tener en cuenta:
Mantener el filtro de aire limpio. Si las vías de acceso se encuentran obstruidas, el vehículo tendrá que forzar su capacidad de trabajo para lograr la cantidad media de circulación, por lo tanto gastará más gasolina.
Revisar niveles de líquidos de frenos, el aceite hidráulico de la dirección, el refrigerante del radiador y el agua de las plumillas.
La presión y el estado de los neumáticos para evitar desgastes mayores y accidentes.
Examinar las luces delanteras y traseras.
Llevar el vehículo con tiempo a revisión técnica para que haga un chequeo general, con el fin de sincronizar el sistema (bujías, cables de corriente, oxidación del sistema eléctrico).
En el momento de conducir, realizar los cambios cuando el vehículo lleva la suficiente velocidad. Si la palanca asciende a segunda o tercera cuando no lleva el impulso suficiente, el automóvil se queda sin fuerza.
Recomendaciones para altas montañas
Las condiciones climáticas en los páramos y nevados requieren más atención que otros lugares de Colombia, y los conductores deben tener cuidados para evitar trastornos por hipoxia y alteraciones en el manejo de los automóviles.
Jaime Eduardo Benavides, guía especializado en el Parque Nacional Natural Los Nevados, recomienda pensar en la salud de los turistas y en el rendimiento de los vehículos.
“El aire acondicionado no se debe activar para ascender las montañas porque genera una pérdida de potencia de aproximadamente el 15% del rendimiento del automóvil, debido a que el motor tiene más carga de trabajo”, dijo.
Además, la presión atmosférica del interior con respecto al exterior varía considerablemente, lo que causa la hipoxia, también conocida como mal de altura, y genera náuseas, dolores de cabeza y, en el peor de los casos, desmayos.
Los automóviles deben ascender con impulso en primera o segunda velocidad, para evitar que pierda la potencia y se quede en medio del camino. Y es mejor realizar el trayecto con mucha distancia entre vehículo y vehículo, para evitar frenar o chocar, ya que estos terrenos son arenosos y las pendientes son altas.
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