En temporada de lluvias no sea polo de los rayos

La temporada de lluvias que azota al país este mes, y que se extenderá en abril, ha traído las emergencias por inundaciones, desbordamientos, deslizamientos y bloqueos, y se ha aumentado la descarga inusual de rayos.

Ayer hubo miedo en buena parte del país, dada la cantidad, la fuerza y la repetición de las descargas eléctricas. El Ideam informó que la Sabana de Bogotá recibió 899 rayos ese día, cifra que, según sus registros, es la más alta en los últimos 40 años.

La entidad que estudia el clima en el país dice que el fenómeno no es del todo extraño, por la zona del planeta en que nos encontramos. Tanto que nuestra condición atmosférica implica un promedio de ocho millones de rayos al año, lo que causa hasta 90 muertes, en promedio.

El pasado jueves 16 murieron tres personas por una descarga sobre una molienda de panela, en Mercaderes (Cauca), y el domingo pasado un operador de la empresa Claro falleció en Bogotá, al ser alcanzado por un rayo mientras hacía un cambio de cableado.

El Ideam explica que son marzo y abril los meses con más rayos para los departamentos de la Región Andina. En el centro del país, en el triángulo que dibujan las tres ciudades más grandes: Bogotá, Medellín y Cali, se presentan dos temporadas de actividad eléctrica, la primera está entre marzo y abril; y la segunda, entre octubre y noviembre, con mayores probabilidades de descargas eléctricas entre las 12:00 del mediodía y las 3:00 de la tarde de cada día.  

Y el Catatumbo, en Norte de Santander (frontera con Venezuela), es la región con la mayor frecuencia de este fenómeno en el mundo, debido a los vientos que entran por el noreste y sureste y chocan con la geografía de las cordilleras.

Esta actividad no solo trae consecuencias de seguridad para las personas, sino que también registra grandes pérdidas materiales, por ejemplo los 15.000 transformadores de distribución de energía destruidos por rayos al año, más o menos 1.000 por departamento en el centro del país.

Para la industria petrolera también son un verdadero problema, ya que causan al menos el 40 % de las pérdidas de producción; y ni que decir del riesgo para los aviones que se desplazan por esta zona del planeta, ya que reciben tres veces más impacto de rayos que en otros lugares del mundo.

Léa también Sepa cómo protegerse de los rayos 

¿Cómo actuar?

De acuerdo con el ingeniero eléctrico e investigador Horacio Torres, es posible predecir donde va a caer un rayo hasta con media hora de anticipación, a través de unos sofisticados equipos que miden las variaciones de las cargas electromagnéticas de las nubes de tormenta, que permiten prevenir en que zona será la descarga.

En Colombia existe un sistema de redes de información por todo el territorio que permiten predicciones efectivas, empresas como Ecopetrol y Pacific Rubiales, que trabajan en campos abiertos, cuentan con esta tecnología para que dada la alerta, se encienden las alarmas y los trabajadores pueden refugiarse en las Jaulas de Faraday, una caja metálica de grandes dimensiones que no permite descargas eléctricas en su interior.

Aunque las predicciones de descargas eléctricas solo son usadas por grandes compañías, cualquier persona puede solicitar las alertas que serían enviadas al celular o a un computador, y no se descarta que en un futuro pueda desarrollarse una aplicación para todas las personas que estén interesadas en el tema.

De acuerdo con el experto, este mecanismo es el único que realmente funciona a la hora de protegerse y asegura que los pararrayos por si solos representan un peligro, ya que debe existir todo un sistema con estos elementos. Así mismo, frente a los mitos que existen de elementos o materiales que atraen los rayos (como árboles, madera, metales, entre otros), Torres asegura que el rayo elije en que lugar va a caer y no hay forma de evitarlo.

“El rayo como cualquier fenómeno natural vive en un espacio que es de él y el ser humano no puede quitárselo”, explica el ingeniero, citando a un Mamo de la Sierra Nevada de Santa Marta, quien participó del Encuentro Mundial de Rayos.